Tamara Samsonova asesinó y descuartizó a quienes alquilaban su casa. El caso conmocionó a Rusia y aún investigan más crímenes.
La historia de Tamara Samsonova, conocida como “la anfitriona caníbal”, estremeció a Rusia y al mundo entero. La mujer, que aparentaba ser una abuela inofensiva, fue detenida en 2015 tras ser acusada de asesinar, descuartizar y comer partes de sus inquilinos. Hoy se investiga si habría cometido hasta 14 crímenes más.
Nacida el 25 de abril de 1947 en la Unión Soviética, Tamara vivía en San Petersburgo. Tras la desaparición de su esposo, en el año 2000, comenzó a alquilar habitaciones de su vivienda. Sin embargo, detrás de esa aparente vida tranquila se ocultaba una asesina serial.
Una desaparición sospechosa y el inicio del horror
Samsonova estudió en la Universidad Lingüística de Moscú y trabajó 16 años en una empresa turística. En el año 2000, su esposo, Alexei Samsonov, desapareció sin dejar rastros. Aunque ella denunció el hecho, nunca se supo qué ocurrió con él. Años después, en 2015, regresó a declarar a la comisaría sobre aquel hecho.
En paralelo, ya había comenzado a cometer asesinatos. Según el medio ruso NTV, el primero fue en 2003. La víctima fue Sergei Potanin, un hombre de 44 años que alquilaba una habitación en su casa. Durante una pelea, Tamara lo mató, lo desmembró y dispersó su cuerpo por las calles de San Petersburgo.
Una segunda víctima y un patrón que se repite
En 2015, la historia volvió a repetirse. Tamara se alojó en la casa de Valentina Ulanova, una mujer de 79 años. La convivencia se deterioró y, al recibir el pedido de abandonar el lugar, la asesina le ofreció una ensalada envenenada con fenazepam, un fuerte tranquilizante.
Después de matarla, volvió a desmembrar el cuerpo y arrojó las partes en distintas bolsas por la zona. Un vecino las encontró junto a un estanque. La policía descubrió manchas de sangre y signos de violencia en la casa de Ulanova. Al llegar, Tamara fue arrestada.
Confesiones escalofriantes y conexión con más casos
En su testimonio, Samsonova admitió que hizo dormir a su víctima antes de descuartizarla. Entre sus pertenencias, la policía halló un diario con anotaciones espeluznantes. En una de ellas escribió: “Maté a mi inquilino Volodya, lo descuarticé en el baño, metí sus restos en bolsas y los arrojé por todo el distrito”.
Los investigadores sospechan que podría estar implicada en al menos 14 asesinatos, aunque aún no hay condena formal por esos casos.
El veredicto judicial y el impacto cultural
El 26 de noviembre de 2015, un peritaje psiquiátrico determinó que representaba un grave peligro para la sociedad. Fue internada en una institución en Kazán, donde permanece bajo tratamiento psiquiátrico obligatorio.
Su historia se volvió viral y, en 2017, inspiró la creación del videojuego “Granny”, en el que los jugadores deben escapar de una casa terrorífica habitada por una anciana asesina.
El caso de Tamara Samsonova no solo impactó por su brutalidad, sino también por el contraste entre su imagen de abuela común y los crímenes que escondía. Hoy, sigue siendo una de las asesinas seriales más recordadas de Rusia.