En un acto público con motivo de celebrar el Día del Periodista, la Academia Nacional de Periodismo rindió homenaje a Jorge Lanata y entregó a sus hijas su diploma de Académico Honorario. A la vez, premió a Leila Guerriero y Jorge Fernández Díaz con la Pluma de Honor por sus trayectorias. Durante el evento hubo discursos que destacaron la importancia de la libertad de expresión, la necesidad de un periodismo responsable y la preocupación por la autocensura y la indiferencia social ante los ataques a la profesión.
Este mediodía en el Auditorio Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional se vivieron muchas emociones. A sala llena, el periodista Fernando Bravo, encargado de la conducción del evento, empezó su introducción con una frase que se llevó más de un minuto de aplausos: “Hoy celebramos a un auténtico periodista de raza como fue Jorge Lanata”.
“Este acto es propicio para entregar a sus hijas el diploma honorario que él no pudo recibir. Además, vamos a celebrar el compromiso periodístico de dos grandes periodistas con la entrega de la Pluma de Honor 2024 y 2025”, dijo. A continuación, cedió la palabra a Joaquín Morales Solá, presidente de la Academia Nacional de Periodismo.
El periodista inició su discurso destacando las labores de los premiados y el homenajeado, y luego expresó: “Todas las cosas suceden en un contexto y esto es un acto público de la Academia, que tiene muy pocos actos públicos, pero se realizan cuando la prensa está siendo asediada diariamente por el gobernante de turno, más especialmente por el Presidente de la Nación”.
“Muchos se preguntan qué debemos hacer ante un hostigamiento insistente y sorpresivo. Tenemos desde ya el derecho a la protesta, a reclamar respeto a nuestra profesión y a nuestras personas. Pero la mejor respuesta será siempre el ejercicio responsable del periodismo. No podemos estar pendientes de una pelea que no iniciamos y que no nos gusta. Nuestra misión fundamental en la vida es contarle a la sociedad las cosas que el poder no quiere que sepan”, declaró.
A su vez, advirtió sobre el peligro de la autocensura entre los periodistas debido a las presiones y agresiones, y cómo eso puede afectar la calidad de la información.
“Muchos colegas que no están en la primera línea pueden preferir callar antes que verse convertidos en objetivos de quien ejerce la más alta magistratura de la Nación. Por eso desde aquí le decimos al señor Presidente de la Nación, con el mayor de los respetos a su investidura, que no existe la libertad si no existe un periodismo libre que pueda trabajar”, sostuvo.
“Acosar y difamar al periodismo significa otro desprecio a la institución de la democracia. No puede existir una sociedad libre si no está debidamente informada. No nos olvidemos de la honestidad personal e intelectual, porque la autoridad moral es el requisito básico de nuestra profesión si queremos informar y que nos crean”
Posteriormente, se compartió ante el auditorio un video homenaje a Jorge Lanata, quien fue nombrado Académico Honorario en 2024 cuando estaba internado. Para recibir su distinción, sus hijas subieron al escenario.
“Es un honor estar acá recibiendo esto en nombre de papá, hubiera significado mucho para él. Gracias a la Academia por este homenaje”, agradecieron Bárbara y Lola ante el micrófono y una sala que se colmó de emoción.
Las Plumas de Honor del periodismo
Leila Guerriero recibe el premio en la Academia Nacional de Periodismo. Foto: Maxi FaillaTras un video que mostró su trayectoria como periodista, cronista y editora en diversos medios prestigiosos, así como su contribución a la cultura y su defensa de la libertad de expresión, Leila Guerriero subió al escenario a recibir su premio Pluma de Honor 2024 de manos de Morales Solá.
Guerriero agradeció a Jorge Lanata por darle su primer trabajo en Página 30 y a Jorge Fernández Díaz por su apoyo en un momento laboral difícil. Además, resaltó la importancia de abrir camino a nuevas generaciones de periodistas.
Por último, destacó la necesidad de contar historias sin reduccionismo, narrar con matices y contradicciones, y oponerse a la urgencia y la superficialidad en el periodismo.
“Si estoy acá es porque otros abrieron el camino para que yo, y muchos como yo, en América Latina, en Centroamérica y en España, pudiéramos trabajar contra la urgencia, pudiéramos reivindicar la necesidad de tener el tiempo para escribir una crónica o un perfil a lo largo de meses, que pudiéramos oponernos a la superstición de la prisa, de los clics, a la tiranía de eso que llaman las audiencias y que muchos de nosotros seguimos llamando los lectores”, manifestó.
La Pluma de Honor 2025 fue otorgada al periodista Jorge Fernández Díaz, quien rememoró sus inicios en el periodismo, destacando la pasión y el compromiso que lo impulsaron, así como la importancia de las redacciones como espacios de formación. Reconoció a Lanata como el periodista más relevante y creativo de su generación.
Fernando Bravo tuvo a su cargo la conducción del acto. Foto: Maxi FaillaAsimismo, se expresó sobre la necesidad de defender la profesión periodística frente a los ataques del poder y la desinformación, especialmente en el contexto actual.
“Hoy el periodismo es acosado muy especialmente por ingenieros del odio que usan las redes y los servicios y que pronto usarán la inteligencia artificial para desacreditar a los periodistas, o al menos a los que se resisten a ensalzar a un oficialismo que busca acabar con nuestra profesión o de mínima domesticarla, que es más o menos lo mismo”, señaló Fernández Díaz.
El premiado remarcó que el periodismo es “la última resistencia de la democracia liberal y la última barrera contra la gran mentira”.
Llamó a una autocrítica dentro del periodismo, reconociendo que existen actos innobles y corrupción, y destacó la importancia del rigor, el tesón y la buena intención de muchos profesionales para hacerle frente a los mismos.
“En este gremio siempre hubo canallas y honestos, precisos y mentirosos, brillantes y malatrazas, y ahora están pagando justos por pecadores. Hay colegas que no quieren admitir un error, y eso es tremendo. Si erramos lo decimos lo más rápido posible, porque es la ley primera. Pero no erramos cuando nos dice el poderoso, sino cuando nos lo demuestra la evidencia objetiva.El poderoso miente por naturaleza. Y hoy tiene a muchos empleados disfrazados de tuiteros y youtubers construyendo fake news y jugando al fusilamiento mediático y a la posverdad”, concluyó.
PS
