El debate central en los últimos días en la Argentina pasa por si el dólar está atrasado o, como expresó con ocurrencia el ministro de Economía Luis Toto Caputo, los precios están “adelantados”. Lo que el Gobierno no parece registrar o elige negar es que, para el bolsillo de los argentinos, cualquiera de esas formulaciones significa lo mismo: un país carísimo en el que lo más básico se vuelve cada vez más inaccesible.
El diario El País de España publicó una interesante comparativa de los precios en dólares de distintos productos en la Argentina y países de Latinoamérica, con una conclusión ineludible: el Gobierno libertario llevó al país a ser, por lejos, el más caro en dólares de la región.
Por ejemplo, un café en un bar céntrico de la capital argentina cuesta en promedio unos 3,5 dólares, mientras que en Chile sale 2,9, en México 2,5, y en Colombia y Brasil 1,5.
En la misma línea se comparó el precio de un litro de leche en cartón de una primera marca. Lo que en Argentina cuesta 2,2 dólares en el resto de los países cuesta cerca de la mitad: 1,5 dólares en México, 1,2 en Chile y 1 dólar en Brasil y Colombia. Siguiendo con la comparación, una lata de 354 ml de Coca Cola que cuesta 1,7 dólares en Argentina, en Chile cuesta 1,3, y en México, Brasil y Colombia no llega al dólar.
La diferencia es aún más significativa cuando se compara el valor de un menú ejecutivo de mediodía en un restaurant céntrico. El valor en Argentina es de 18 dólares, mientras que en Colombia es de 7,5 dólares, en Brasil de 7,1, en Chile de 6,6 y en México de 5.
El valor de los bienes y servicios siempre está, por supuesto, ligado a los niveles salariales de una sociedad. Y allí está la gran explicación del empobrecimiento argentino: mientras los precios se dispararon, en pesos y en dólares, los salarios siguen totalmente rezagados y corriendo de atrás. El salario mínimo de 292 dólares en la Argentina sólo está por encima del de 258 dólares de Brasil. En Colombia, el salario mínimo representa 350 dólares, en México 400 y en Chile 518.
Otro indicador que se conoció en esta semana y va en esta misma línea que el Gobierno nacional pretende negar es el del índica Big Mac. El periódico inglés The Economist compara regularmente el precio de la hamburguesa más vendida por la cadena más famosa del mundo en todos los países. Al tener estandarizada su línea de producción, la comparación del precio de ese mismo producto permite establecer una relación directa entre los niveles de precios en los distintos países.
Argentina es el segundo país del mundo con el Big Mac más caro, incluso por encima de los EEUU. La hamburguesa cuesta US$ 6,95, precio sólo superado por el Big Mac suizo, que cuesta 8 dólares. Claro está, la diferencia es que un salario bajo en el país europeo es de 4.000 Euros.
En este contexto, el consumo masivo volvió a caer en enero, ya no con respecto al 2023 sino frente al pésimo enero del 2024, mes en el que impactó con fuerza la devaluación de Milei y Caputo que llevó la inflación al 25% en diciembre del 2023 y al 20% en enero del 2024. Así y todo, enero del 2025 fue un mes aún peor en términos de consumo masivo que esos meses calientes del inicio de la gestión libertaria.
El dato surge del relevamiento que mes a mes realiza la consultora Scentia, que mide los valores promedio de los tickets de supermercados en múltiples puntos del país. Según la consultora, en enero la caída fue entre el 5% y el 7% con respecto al ya pésimo enero del 2024.