La provincia de Entre Ríos sigue conmocionada tras conocerse el hallazgo del cuerpo sin vida de Daiana Magalí Mendieta, la joven de 22 años que había desaparecido el viernes por la noche en Gobernador Mansilla, una pequeña localidad del departamento Tala. La noticia puso fin a tres días de intensa búsqueda que mantuvieron en vilo a toda la comunidad y ahora se conoció su causa de muerte.
Según informaron fuentes policiales, el cuerpo fue encontrado dentro de un aljibe en una tapera, ubicada cerca de la ruta nacional 12, a pocos kilómetros del pueblo. En el operativo participaron más de 100 policías, bomberos, perros rastreadores y drones, que durante todo el fin de semana rastrillaron zonas rurales, campos, caminos vecinales y viviendas cercanas.
Los datos de la autopsia
Fuentes judiciales y policiales indicaron que la autopsia determinó que Daiana murió a causa de una herida de arma, la cual le habría provocado una hemorragia fatal. La víctima fue encontrada vestida y sumergida a unos 10 metros de profundidad, dentro del mencionado pozo de agua abandonado.
El resultado forense reforzó la hipótesis de un femicidio, y las autoridades trabajan sobre una línea de investigación que incluye a un hombre detenido, quien habría tenido algún tipo de vínculo con la joven.
El hallazgo del cadáver fue confirmado por la fiscal Emilce Reynoso, quien está a cargo de la investigación, y por el comisario Pedro Silva, jefe de la Departamental Tala. Ambos supervisaron las tareas que se llevaron adelante desde el momento en que se denunció la desaparición.
Daiana había sido vista por última vez el viernes a la noche, cuando salió de su casa luego de recibir un llamado telefónico. Su madre relató a los medios locales que no sabía con quién había hablado su hija ni hacia dónde se dirigía.
La primera pista del caso
Durante la madrugada del domingo, el auto familiar, un Chevrolet Corsa Classic, fue encontrado abandonado a unos dos kilómetros de la localidad, con las llaves puestas. El vehículo estaba detenido sobre un camino de tierra, lo que reforzó las sospechas de los investigadores sobre la posibilidad de que Daiana hubiese sido interceptada o engañada.
A partir de ese hallazgo, los rastrillajes se intensificaron en toda la zona. En la tarde del domingo, la Policía realizó un allanamiento clave en una vivienda rural, donde se detuvo a un hombre conocido por su apodo, “Pino”, principal sospechoso del caso.
El procedimiento no estuvo exento de tensión. El comisario Pedro Silva explicó que el operativo fue complejo: “Esto se logra, no obstante hubo una resistencia muy importante del residente de la casa, una persona masculina de 50 años con un arma de fuego. Con lo cual, fue detenido por resistencia a la autoridad”, detalló el jefe policial.
Por su parte, la fiscal Reynoso informó que el hombre fue detenido por desobediencia y amenazas, aunque las pericias recién comienzan. “Ya están pedidas las pericias sobre los teléfonos”, precisó, en referencia a los dispositivos incautados tanto a la víctima como al sospechoso, que podrían ser clave para determinar el contacto entre ambos.
Un final que nadie esperaba
En la comunidad, la conmoción fue total. Durante todo el fin de semana, vecinos y familiares de Daiana se sumaron a la búsqueda, aportando datos y recorriendo campos cercanos al pueblo. La confirmación del hallazgo, en la mañana del lunes, provocó una profunda tristeza en el pequeño distrito entrerriano, de apenas 1.500 habitantes.
Las autoridades trabajan ahora para establecer las circunstancias de la muerte con el objetivo de determinar si fue víctima de un ataque sexual o de violencia previa a su fallecimiento.
Daiana tenía 22 años, vivía con su madre y era conocida en el pueblo por su simpatía y carácter alegre. Su familia había reportado su desaparición apenas unas horas después de perder contacto con ella, iniciando una búsqueda que se extendió día y noche.
