Morena Rial volvió a ser noticia, esta vez por una carta escrita de puño y letra desde la cárcel, donde permanece detenida en el marco de una causa por presunto robo agravado. El mensaje, fechado el 3 de octubre y difundido por su abogado Alejandro Cipolla a través de sus historias de Instagram, busca desmentir versiones y transmitir tranquilidad sobre su situación personal.

“Yo, More Rial, comunico: quiero que sepan que donde estoy no tengo comunicación con nadie más que con mis abogados y un núcleo pequeño de allegados. Cualquier cosa que se diga de boca de otras personas son más de lo mismo (inventos)”, comienza el escrito, en el que la influencer marca distancia de los rumores que circulan en redes y medios.
En otro tramo, Morena expresa su deseo de resolver cuanto antes su situación judicial: “Espero solucionar esta situación lo antes posible y demostrarles a todos mi intención de estar mejor”. La frase fue interpretada como un mensaje directo a quienes cuestionan sus decisiones y su estilo de vida.

Sin embargo, el punto más llamativo de la carta es la aclaración sobre su hijo, Amadeo. “Desmiento que quiero que Amadeo me venga a ver, por lo cual mis abogados están gestionando videollamadas con él. No es que no lo quiera ver, sino que este no es el ámbito que quiero para él”, escribió, dejando en claro que su prioridad es proteger al niño del contexto carcelario.
El texto, breve pero contundente, cierra con su firma y la fecha: “Morena Rial. 3/10/25”. La publicación generó un fuerte impacto entre sus seguidores, que rápidamente viralizaron la imagen y enviaron mensajes de apoyo.
Por su parte, Alejandro Cipolla acompañó la difusión con un mensaje en el que ratificó su compromiso profesional: “Para todas las personas que me envían mensajes pidiéndome que no ayude más a Morena Rial o las constantes agresiones, informo que eso no va a suceder y voy a seguir en su defensa técnica”.
La situación judicial de Morena sigue siendo compleja. Mientras su defensa trabaja en la posibilidad de un arresto domiciliario, la joven intenta mantener el contacto con su hijo a través de medios virtuales. “No quiero que él viva esta experiencia, ni siquiera por un rato”, habría comentado en conversaciones privadas, según allegados.
En medio de la polémica, la carta manuscrita se convirtió en un gesto simbólico: una manera de recuperar la voz propia frente a la sobreexposición mediática. “Es su forma de decir ‘acá estoy, sigo firme y pienso en mi hijo’”, interpretan en su entorno.