
EFE —
Los ministros de Relaciones Exteriores de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) pidieron este lunes mantener a la región “como una tierra de paz”, tras una reunión virtual de urgencia para analizar el despliegue naval de Estados Unidos en el Caribe, cerca de Venezuela.
La canciller de Colombia, Rosa Villavicencio, anfitriona de la reunión, aseguró que el organismo aboga por “la necesidad de mantener a América Latina como una tierra de paz, fuera de cualquier intervención y en el estricto respeto a las declaraciones de Naciones Unidas y al mantenimiento de la paz y de la soberanía de los países”.
Colombia, que desde abril pasado tiene la presidencia pro tempore de la Celac, convocó anoche esta reunión luego del envío de embarcaciones de guerra estadounidenses al sur del Caribe con el propósito de “frenar el flujo de drogas”, según Washington.
En ese sentido, la ministra colombiana afirmó que a la convocatoria de este lunes asistieron representantes de 23 de los 33 países que conforman la Celac.
La Casa Blanca defendió la semana pasada el despliegue militar en el Caribe, que incluye destructores, un crucero lanzamisiles y un submarino nuclear de ataque rápido, como parte de su estrategia antidrogas y aseguró que cuenta con el respaldo de varios países latinoamericanos.
La Celac, creada en 2010, está integrada por 33 países de América Latina y el Caribe y funciona como un mecanismo intergubernamental de diálogo y concertación política.
Su objetivo es fortalecer la integración regional y avanzar en consensos comunes sin la participación de Estados Unidos ni Canadá.
“La Celac nació para hablar con voz propia, hoy esa voz debe decir sin ambages: rechazamos la lógica de intervención, reafirmamos la carta de las Naciones Unidas, exigimos que toda preocupación legítima se canalice por vías diplomáticas y multilaterales”, expresó la canciller colombiana al intervenir en la reunión.
Por eso puso ese organismo como plataforma para “canalizar soluciones latinoamericanas y caribeñas a los retos” regionales.
Para Villavicencio, “proteger la zona de paz” de la región “no implica negar nuestras diferencias internas ni minimizar la gravedad del crimen organizado transnacional” pero hay otras maneras de enfrentar esa situación.
“Significa enfrentarlo con instituciones, cooperación judicial y policial y confianza mutua, no con amenazas militares que inevitablemente terminan generando implicaciones negativas para la seguridad humana, el comercio, el turismo y las economías de todos nuestros países”, agregó.