12.3 C
Buenos Aires
lunes, junio 16, 2025

La China Ansa nos abre las puertas de su nueva casa: mudanza, embarazo y una tarde familiar en Tigre con su hija India como protagonista

Más Noticias

En una casa aún con cajas sin abrir, en un barrio privado de Tigre, La China Ansa recibe a Revista GENTE con sonrisas y espontaneidad. «Anoche me quedé dura», confiesa. Está embarazada de cinco meses, en plena mudanza y rodeada de su familia: su mamá, su hija India, que cumple dos años el 17 de junio, su pareja, el exfutbolista Diego Mendoza, y gente que la ayuda a llevar muebles, bolsos y sueños de una casa a la otra (se mudó literalmente a la casa del lado).

Tiene un objetivo claro: que todo esté listo antes de la llegada de Rafita, su segundo hijo, que nacerá alrededor del 19 de octubre.

Afuera, hay una pileta, una bajada al muelle, una laguna calma y una tarde fría. Adentro, risas, corridas, mates, cafés y una sesión de fotos que se convierte en parte de la intimidad. India juega con pinceles de maquillaje mientras la madre de China le prepara un sándwich porque, según dice: «Son las cinco de la tarde y no comiste nada, y estás embarazada”. El estilista, amigo entrañable de La China, le acomoda las pestañas que no se adhieren, mientras cuenta que su papá siempre le dice que tiene un aire a Catherine Zeta-Jones.

India y La China posan mientras suenan canciones infantiles y empieza a esconderse el sol.

La China se mueve, posa y cuenta. Habla de este presente como uno de los más intensos y hermosos de su vida. Con la panza empezando a notarse cada día más, el cuarto del bebé en armado y una carrera que no frena, vive esta etapa como un punto de inflexión: «Estoy armando el nidito», dice. Y todo en ella, la forma de mirar, de cuidar, de hablar de su hija y su trabajo, parece estar realmente en esa sintonía.

El caos de la mudanza, el cuerpo y el deseo de llegar a tiempo

India, entre el amor por el hermanito y la aparición de los celos.

Mudarse embarazada, sin camión y con fecha de entrega para las nueve de la noche es algo que solo La China Ansa puede contar con ternura y humor. «Me quedé toda dura de la espalda», confiesa. «Se me tensaron las lumbares, el ciático… me luxé el huesito dulce. Literal«. La ayudaron su mamá, sus cuñados, su pareja. Y aunque el cuerpo le pasó factura, también se sintió sostenida.

La decisión de mudarse no fue improvisada. Quería más espacio para su segundo hijo. «Soy muy precavida», dice. «No quería que me agarrara el puerperio con cajas por todos lados. Quiero estar instalada, con el cuarto armado, con calma».

-¿Cómo fue hacer una mudanza así, embarazada y de una casa a la casa del lado?

-Intensa. Pero al mismo tiempo, estoy muy agradecida. Me ayudaron todos: mi mamá, mis cuñados, mi marido. Fue una locura hermosa. Lo único, parecía más fácil porque era de una casa a la otra, pero fue más difícil porque lo hicimos todo nosotros solos, sin camión de mudanza. Fue todo un desafío.

A pocas horas de terminar la mudanza, La China posa en el frente de su nueva casa.

-¿Llegarán a entregar la casa a tiempo?

-Sí, pero corriendo. Todavía quedaban cosas por sacar. Fue una carrera contra el reloj. A las 9 la tenemos que entregar y estamos acá hablando con vos todavía.

-¿Qué tan importante era para vos mudarte antes de la llegada de Rafita?

-Muchísimo. Aunque faltan meses, yo necesito orden. Quiero tener todo listo. No quiero llegar a esa etapa con pendientes.

-¿Y cómo está siendo el proceso físico en este embarazo?

-Más exigente que con India. Me agarra más el cuerpo, más dolor. Pero al mismo tiempo, estoy feliz. Este bebé llega con mucha alegría. Quizá los primeros meses fueron más de sentirme mal, pero ahora, más allá de haberme quedado dura, me siento bien.

El embarazo, el trabajo y un ritmo que no se detiene

Más allá de estar de cinco meses y tener una hija apenas de dos años, La China acaba de grabar un piloto en Telefe y espera nuevos proyectos.

Si hay algo que define a La China es su energía. La maternidad, lejos de frenarla, la activó aún más. Con India volvió a trabajar a los 45 días después de parir, y llegaron, además de su trabajo en el noticiero, proyectos como Escape Perfecto, el ciclo de entretenimientos donde compartió conducción con Iván De Pineda. En este embarazo, ya grabó un piloto, está en charlas con Telefe y no piensa parar. «Cuando estoy embarazada, rindo mejor», lanza. «Funciono bien bajo presión», suma mientras su maquillador, con quien compartió el verano en la Costa, termina con los últimos detalles.

El puerperio, cuenta, fue duro emocionalmente: angustia, frustración, cansancio. Pero también fue un momento de crecimiento. «Quería que me vieran brillando, aunque por dentro estuviera en un torbellino», admite. Y cada día, dice, lo fue ganando paso a paso.

-¿Cómo viviste el embarazo de India?

Trabajé hasta el séptimo mes. Y cuando nació, volví a los 45 días. India se crió en camarines. Tomó teta un año y pico, y estuvo conmigo en todos los sets, gracias a mi mamá que me súper ayudó.

Inda muestra orgullosa a su hermano en la panza mientras su abuela le hace caras detrás del fotógrafo.

-¿Cómo transitás este embarazo en lo profesional?

Grabé un piloto, estoy con propuestas nuevas. No freno. Me gusta lo que hago y siento que puedo sostenerlo.

-¿Cómo fue volver al trabajo en pleno puerperio?

-Durísimo. No dormía nada, estaba agotada. Pero decidí plantarme. Estaba en un momento clave en lo profesional. Y sí, me costaba mirarme al espejo, quererme. Pero dije: «Quiero que me vean bien».

-¿Cómo sostenías eso día a día?

-Vas tachando los días. Te levantás pensando que no podés y después lo hacés. Es una batalla diaria que se gana de a poco.

La historia con Diego Mendoza: opuestos complementarios que se eligen

La China con Diego e India.

La China y Diego se conocieron cuando ella cerraba una etapa y buscaba algo distint. Pasaron la primera parte de su relación a distancia. Fue él quien pidió su contacto cuando vivía en España, donde jugaba al fútbol, y pasaron meses y meses en la virtualidad. Se encontraron en el contraste. Ella a mil, él calmo. Y eso, dice, es lo que la sostiene. «Si los dos fuésemos como yo, hubiésemos estallado», se ríe. «Yo no paro, él, baja. Me dice: `Tomemos un mate´en el medio del caos y me hace bien».

Durante la mudanza, fue quien le recordó que podía parar un poco. Mientras ella pensaba en cajas, fotos y ropa, él la frenó con dulzura. Son pareja, pero también socios: él la representa y trabajan juntos. Aunque, con buena onda y súper predispuesto, Diego ya no quiere tantas cámaras alrededor y elige quedarse en otro piso durante las fotos.

-¿Qué es lo que más valorás de él?

-Que me equilibra. Yo soy pura acción, él es pausa. Es contención. Es amor en modo presente.

Diego pidió el contacto de la China mientras vivía en España y la historia comenzó a distancia.

-¿Cómo vive él esta etapa?

-Muy conectado. Está en todo. Con India, con la casa, con los detalles. Es un papá presente y sensible.

-¿Cómo fue que eligieron el nombre Rafita?

-Lo supimos desde siempre. Cuando quedé embarazada, era Rafa. Un día lo dijimos al mismo tiempo. No hubo lista ni discusión.

-¿Y cómo vivieron la noticia del embarazo?

-Nos sorprendió un poco. Venía de hacer temporada con Olga, fue un verano relajado. Y bueno… pum, llegó Rafita. Había mucha juventud, hormonas, no sé. Nosotros queríamos tener otro bebé pero no tan pronto. Fue India la primera en darse cuenta, me decía: `Mamá, bebé´.

India y el legado entre mujeres

India está por cumplir dos años y le encanta posar.

India es la primera hija de la pareja y tiene una dulzura imposible. Se nota que hay una conexión especial entre ellas. «Es mi espejo», dice. Y también es una nena feliz: en las fotos, se ríe, juega, se esconde detrás de los cepillitos de maquillaje. Ya está cómoda con las cámaras.

La relación con su mamá también se resignificó desde que ella es madre. «La admiré más que nunca. Me crió sola. Hoy la entiendo, la valoro. Y ella me sigue cuidando: me hace un sándwich a las cinco de la tarde porque no comí. Me ve embarazada y vuelve a ser mamá conmigo«, dice mientras su madre alrededor se preocupa porque todos estén cómodos, ofrece agua, sostiene a India y le pone calidez a la tarde helada.

-¿Qué significa India para vos hoy?

-Es todo. Es mi mirada, mi forma de ver el mundo. Me enseña todo el tiempo.

India cumple dos años el 17 de junio y arrancó el jardín a principio de año.

-¿Cómo vive ella la llegada del hermanito?

-Está muy conectada. Le hablamos de Rafita, le mostramos la panza, se ríe. A veces le da besos, otras se pone celosa. Es lógico.

-¿Qué aprendiste de vos como madre?

-Que no hay fórmula. Que se hace día a día. Que se puede trabajar, llorar, criar, amar todo al mismo tiempo. Pero no soy culposa.

-¿Y de tu mamá?

-Todo. Me crió sola. Y hoy me doy cuenta de lo que eso implicó. La admiro mucho más.

El detrás de escena: risas, pestañas y una nena que ya ama la cámara

Momentos de pura intimidad entre madre e hija.

Durante la producción de fotos, India se mete a jugar con los pinceles de maquillaje. Se los pasa por la cara, se reía, se esconde. China posa mientras su maquillador, con quien tiene mucha complicidad, le intenta pegar unas pestañas que no se quedaban quietas. «¡Boludo, me están colgando las pestañas!», se ríe.

La madre ceba mates, alcanza bufandas, tira chistes para hacer reír a la nena. El papá de India la acompañaba con ternura, hablándole con paciencia durante horas para que se cambie, se lave los pies y pose tranquila. «No le podía haber tocado un papá más divino», dice la abuela.

Uno de los primeros objetos en ser mudados, la foto con el Martín Fierro.

La China tiene una foto levantando el Martín Fierro. De chica soñaba con ese momento. Decía entre amigas: «Lo querés, lo tenés. Lo tenés, lo sostenés. Y de repente, lo tenés en la mano». También soñaba con la mesa grande, con hijos, con la familia.

Hoy todo eso está pasando. Con el cuerpo cansado, la casa en movimiento y la vida en expansión, La China está en uno de sus mejores momentos. Lo dice con naturalidad, con los pies en la tierra y la sonrisa bien puesta. Porque sí: está armando el nidito y para completar la foto solo falta Rafi.

Fotos: Chris Beliera Video: Rocío Bustos Maquillaje: @franperek.makeup Peinado: @viviianarojasmendez para @hairmalambo Agradecimientos: @Shininda
Zarpas @MonoFuk
Botas de Di Zavatti

Styling Felicitas Moyano
Selva Salinas

Redacción

Fuente: Leer artículo original

Desde Vive multimedio digital de comunicación y webs de ciudades claves de Argentina y el mundo; difundimos y potenciamos autores y otros medios indistintos de comunicación. Asimismo generamos nuestras propias creaciones e investigaciones periodísticas para el servicio de los lectores.

Sugerimos leer la fuente y ampliar con el link de arriba para acceder al origen de la nota.

 

- Advertisement -spot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisement -spot_img

Te Puede Interesar...

Un argentino en Israel cuenta cómo vive la guerra con Irán: «Dormimos vestidos, con la mochila lista para evacuar y pendientes de las alarmas»

Este domingo, Irán volvió a lanzar misiles sobre Israel y otra vez sonaron las sirenas en Jerusalén. El conflicto...
- Advertisement -spot_img

Más artículos como éste...

- Advertisement -spot_img