El Comité del Patrimonio Inmaterial de la Unesco inscribió este miércoles la cocina italiana en su Lista Representativa, destacando que esta práctica se ha consolidado como «un modelo de identidad sociocultural» y un legado emocional que trasciende las fronteras del país europeo.
La decisión fue adoptada durante la vigésima sesión del organismo en Nueva Delhi, que valoró la cocina de Italia como un «sistema unificador que transforma el tiempo compartido en la mesa en una herramienta para expresar sentimientos, construir diálogos o compartir ideas».
Según el expediente presentado por Roma, esta tradición ha sabido revalorizar sus orígenes de «cocina pobre», caracterizada históricamente por las recetas de aprovechamiento y la sostenibilidad.
El documento subraya que la gastronomía italiana ha dado lugar a un patrimonio sentimental, convirtiéndose en una verdadera «cucina degli affetti» («cocina de los afectos») que une a generaciones e implica activamente a la diáspora italiana en todo el mundo.
«La práctica se basa en el respeto mutuo entre quienes la realizan. Este elemento ha sido influenciado –y aún lo es– por personas de diferentes culturas, cada una de las cuales ha contribuido a enriquecer la práctica mediante un método de preparación diferente», señala la propuesta aprobada.
La Unesco reconoció además la gran diversidad regional del país. El catálogo italiano abarca desde los risotti en el norte o el prosciutto de Emilia Romagna, hasta las carnes y las pastas rellenas como los tortellini, conformando un mosaico culinario heterogéneo.
Además, Italia ya contaba con inscripciones específicas en este ámbito: el «arte» de los pizzeros napolitanos fue coronado como Patrimonio Inmaterial en 2017 y los conocimientos de búsqueda y extracción de la trufa lo hicieron en 2021.
La pizza, una de las comidas italianas más populares en el mundo. Foto EFECon esta nueva inclusión, Italia suma un total de 21 manifestaciones culturales propias o compartidas en las listas de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
Al añadir la variedad y el ritual de esta afamada cocina a su lista de patrimonio cultural inmaterial, la Unesco reconoció que la cocina italiana es mucho más que pizza, pasta y helado.
La primera ministra Giorgia Meloni, cuyo gobierno ha defendido los productos «Hechos en Italia» como parte de su agenda nacionalista, celebró el reconocimiento que, según ella, «honra nuestra identidad».
Según la decisión, la cocina italiana es una «mezcla cultural y social de tradiciones culinarias, una forma de cuidar de uno mismo y de los demás, expresar amor y redescubrir las propias raíces culturales, ofreciendo a las comunidades una vía para compartir su historia y describir el mundo que las rodea».
La cocina italiana se encontraba entre los 60 expedientes en evaluación de 56 países.
La Unesco destaca cómo la cocina italiana «fomenta la inclusión social, promueve el bienestar y ofrece un canal para el aprendizaje intergeneracional a lo largo de la vida, fortaleciendo vínculos, fomentando el intercambio y fomentando el sentido de pertenencia».
La decisión destaca que para los italianos, cocinar es una actividad comunitaria que prioriza la intimidad con la comida, el respeto por los ingredientes y los momentos compartidos en torno a la mesa.
Un plato de pasta en Roma, este miércoles. Foto EFEEsta práctica se basa en recetas que no generan desperdicio y en la transmisión de sabores, habilidades y recuerdos entre generaciones.
Como práctica multigeneracional, con roles perfectamente intercambiables, la cocina desempeña un papel inclusivo, permitiendo a todos disfrutar de una experiencia de intercambio individual, colectiva y continua, superando todas las barreras interculturales e intergeneracionales, añade.
Con la inscripción de la cocina italiana como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, Italia ostenta el récord mundial de reconocimiento en el sector agroalimentario en proporción al número total de reconocimientos obtenidos.
De las 21 tradiciones inscritas en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial, nueve están relacionadas con la agricultura y la alimentación. Además de la cocina italiana, figuran el arte de la pizza napolitana y la dieta mediterránea, entre otras.
En su comunicado, la premier Meloni destacó que «la cocina italiana es nuestra embajadora más formidable. Apoya el turismo, enriquece la oferta cultural de Italia y proclama en todo el mundo el deseo de estar presente en los numerosos lugares y entre las personas que hacen de Italia una comunidad».
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