Este miércoles al mediodía, con un acto oficial encabezado por autoridades cooperativistas y locales, quedó formalmente inaugurada la primera sucursal de la Cooperativa Obrera en Tandil. Desde horas de la tarde, el supermercado -ubicado en Av. Balbín 1225– abrió sus puertas al público con horario corrido, más de 900 metros cuadrados de superficie y un amplio estacionamiento.
La llegada de la emblemática cooperativa de consumo -con 105 años de historia y más de 140 sucursales distribuidas en siete provincias argentinas- representa mucho más que la apertura de un nuevo comercio: se trata de la implementación de un modelo empresarial sin fines de lucro, en el que los excedentes se distribuyen entre empleados y asociados.
Luis Ortiz, presidente de la Cooperativa Obrera, remarcó al aire de Radio Voz (FM 106.9) que «Tandil es una ciudad con identidad propia, realmente muy importante, a donde vamos a traer la esencia de nuestra Cooperativa, la de satisfacer necesidades comunes de los consumidores a través de la manera solidaria que lo venimos haciendo desde hace 105 años«. En ese mismo sentido, subrayó que la intención es también «aportar al desarrollo local«, tal como ya lo hacen en distintas localidades del país.
Según explicó Ortiz, «no siempre son fáciles las tratativas para instalarse», y aclaró que en este caso fue fundamental el rol de la familia Solimeno: «no alcanzaron ninguna salvo esta, donde la familia Solimeno construyó una sucursal completamente nueva y la pone a disposición de Cooperativa Obrera para que gestione la actividad comercial«.
Las expectativas para el desembarco en la ciudad son altas. Ortiz valoró que «la ciudad la conocen todos los bonaerenses, es pujante, con un crecimiento constante y pensamos que tenemos que aportar en Tandil la calidad de los productos y nuestra actividad distinta«. Y añadió con convicción: «Es un supermercado más, pero una empresa diferente«.
Esa diferencia se refleja claramente en su estructura. «Estamos funcionando con una distribución, al finalizar el ejercicio, de un 5% para empleados, otro 5% para inversiones y difusión del cooperativismo, y el resto se distribuye para los asociados en relación a las compras realizadas. Eso nos diferencia, nos pone en las antípodas de las empresas lucrativas«, expresó Ortiz.
En la propuesta comercial también se hace visible la misión cooperativa. Junto a una amplia variedad de productos alimenticios, para el hogar y electrodomésticos -estos últimos con financiación propia a través de la tarjeta Coope Plus-, se prioriza la incorporación de productos de origen local. «En todos los lugares a donde vamos, hacemos la sección de proveedores locales. Esto forma parte de nuestro compromiso público y así lo llevamos adelante también en Tandil. Muchos productos tandilenses están en los demás supermercados, así que en esta van a ser prioridad«, aseguró el titular de la entidad.
La Cooperativa Obrera llega con una consigna clara: proveer los mejores productos al mejor precio posible. Ortiz lo sintetiza así: «Si cobramos algo de más, lo distribuimos al final del ejercicio. Podemos encontrar en Tandil los mismos productos que en los otros supermercados, con esa salvedad que nos da ser una entidad sin fines de lucro«.
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