Bloomberg Línea — La victoria temprana de la derecha en las elecciones presidenciales de Bolivia, tras dos décadas de gobiernos de izquierda, no marca una tendencia clara frente al ciclo electoral que se avecina en la región entre 2025-2026.
En cambio, reflejaría más bien los ciclos políticos que suelen castigar a los partidos en el poder y el descontento interno de esa nación andina, sumida en una crisis económica profunda.
“Lo que hemos visto en los últimos 20 años más o menos es una tendencia a castigar muy fuerte a los gobiernos, independientemente de que sean de izquierda o derecha”, dijo a Bloomberg Línea Sebastián Bitar, profesor de la Universidad de los Andes en Colombia y experto en política latinoamericana.
Destacó que este castigo electoral lleva a los países a optar por alternativas “radicalmente diferentes”, ejemplificando con los casos de Chile, Argentina, Colombia y Perú en su momento.
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“Realmente no es que estemos viendo un proceso nuevo, lo que estamos viendo es una tendencia en América Latina de castigo a los gobiernos”, detalló Bitar.
América Latina está entrando en un ciclo electoral clave entre 2025 y 2026, que definirá el rumbo político y económico en países como Bolivia, Chile, Colombia, Perú y Brasil, que elegirán nuevo presidente, mientras que en Argentina se celebrarán comicios legislativos.
De cara a estos procesos, Paulo Nicolli Ramírez, científico político y profesor de Sociología de la Fundação Escola de Sociologia e Política de São Paulo, consideró que las izquierdas suelen moverse en un “proceso zigzagueante”, alternando poder y derrotas en cada elección.
En su análisis sobre la reciente victoria de la derecha en Bolivia, Nicolli Ramírez ve una limitada repercusión: “Claro que esto puede influir hasta cierto grado en el resto de América Latina, pero Bolivia es un país pequeño, con aproximadamente 7 millones de electores”.
En Bolivia, de cara a la segunda vuelta, una victoria presidencial de la derecha “podría finalmente abordar los desequilibrios macroeconómicos y la inminente crisis soberana y monetaria”, según un reciente informe de la consultora Oxford Economics.
La segunda vuelta en Bolivia se definirá entre el senador Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano, y el expresidente Jorge Quiroga, de Alianza Libre, marcando un abrupto giro de Bolivia hacia la derecha luego de más de 20 años de dominio del Movimiento al Socialismo (MAS).
El resultado electoral en Bolivia “responde al desgaste de un modelo que desembocó en una profunda crisis económica y a un voto castigo de parte de la ciudadanía, que hoy reconoce la necesidad de un cambio estructural en el país”, dijo Eduardo Ruiz, analista para la región Andina de Control Risks.
Según el analista, cada país atraviesa dinámicas propias y por eso también “es muy difícil generalizar lo ocurrido en Bolivia para extraer conclusiones de alcance regional”.
En Colombia, por ejemplo, señaló que, aunque el presidente Gustavo Petro mantiene una imagen favorable del 37%, según la encuesta de Invamer de agosto —una de las más bajas de la región—, los candidatos de izquierda, incluso aquellos cercanos a él, se mantienen constantemente entre los tres con mayor intención de voto de cara a las elecciones de 2026.
“Esto demuestra que, más allá de los problemas del actual gobierno, las opciones de continuidad para la izquierda siguen vigentes”, según Eduardo Ruiz.
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Posible consolidación de la derecha en Argentina

Presidente argentinoJavier Milei, presidente de Argentina. Fotógrafo: Samuel Corum/Sipa/Bloomberg(Bloomberg/Samuel Corum)
En Argentina, Oxford Economics dice que las elecciones intermedias de octubre “deberían ver cómo el presidente Javier Milei aumenta su poder en el Congreso, pero la dinámica política general se mantendrá prácticamente sin cambios”.
El presidente Milei y su partido, La Libertad Avanza (LLA), llegan a las elecciones legislativas de octubre “con un apoyo estable y sólido de los votantes”, de acuerdo al informe.
Oxford anticipa que la probable alianza de derecha entre LLA, Propuesta Republicana (PRO) y la Unión Cívica Radical (UCR) obtendría la mitad de los votos, lo que aumentaría la representación de LLA, principalmente en el Senado.
Polarización en Chile
De cara a las elecciones generales de noviembre en Chile, desde la consultora no anticipan ningún cambio en los fundamentos económicos del país, ya que el Senado contrarrestaría las “políticas extremas”, de acuerdo a los economistas sénior para América Latina de Oxford Economics, Mauricio Monge y Tim Hunter.
Chile se encamina a una elección presidencial polarizada entre José Antonio Kast, representante de la derecha, y Jeannette Jara, exministra de Gabriel Boric y candidata del Partido Comunista, según las últimas encuestas electorales.
El domingo 16 de noviembre de 2025, los chilenos asistirán a las urnas para elegir a su próximo presidente y el escenario pareciera estar polarizado entre estos dos candidatos antagónicos.
Para los analistas de Oxford, las elecciones generales de noviembre en Chile “parecen perfilarse como un balotaje entre la extrema derecha y la extrema izquierda”.
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Dudas en Colombia y Brasil

Gustavo Petro, presidente de Colombia(Presidencia de Colombia/Joel_Gonzalez)
En el 2026, tanto como Colombia como Brasil celebrarán elecciones para elegir al nuevo presidente.
En el caso de Colombia, desde Oxford Economics apuntan a que las elecciones presidenciales de mayo de 2026 deberían traer consigo una política fiscal más restrictiva, aunque los riesgos a la baja son elevados. “Es probable que la división del Congreso genere incertidumbre política y volatilidad en los mercados”.
En cuanto a Colombia, Nicolli Ramírez explicó que “Petro divide opiniones, pero ha impulsado conquistas sociales importantes, como reformas laborales, y ha movilizado la opinión pública en relación con sus políticas, incluso frente a Estados Unidos y el propio Estado de Israel”
En Brasil, la mayor economía del continente, las elecciones generales se celebrarán solo hasta octubre de 2026.
Y aunque aún están lejos, “creemos que Lula podría buscar la reelección gracias al fuerte apoyo de los votantes. El gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas, es un probable candidato de la derecha”, según los analistas de Oxford.
Respecto a Brasil, el analista Ramirez señaló que “la extrema derecha brasileña aún atraviesa un proceso judicial por la tentativa de golpe en enero de 2023”, lo que podría frenar las aspiraciones políticas de los opcionados más afines al expresidente Jair Bolsonaro (2019-2023).
La incertidumbre reina en Perú
Desde Control Risks consideran que Perú atraviesa un escenario político muy complejo: no solo debe elegir nuevo presidente, sino que también retomará el sistema bicameral en el Congreso, con una Cámara de Diputados y un nuevo Senado.
En este momento, “el panorama electoral es altamente incierto, ya que ningún candidato presidencial demuestra un apoyo significativo y sus porcentajes en las encuestas se mantienen estancados”, manifestó el analista de esa consultora.
Detalla que nunca antes en la historia del país se había presentado tal fragmentación política: 43 partidos políticos han sido autorizados para competir en las elecciones, un número récord.
Esta fragmentación haría casi inevitable que los comicios se definan en una segunda vuelta, donde las alianzas serán decisivas, impidiendo que el ganador obtenga una mayoría clara y, por lo tanto, dificultando su gobernabilidad.
No obstante, la adopción del sistema bicameral podría aportar estabilidad institucional, opina Eduardo Ruiz.
Al ser improbable que un solo partido controle ambas cámaras, se reducirían las posibilidades de un impeachment o de juicios políticos frecuentes.
Al mismo tiempo, la necesidad de construir consensos y alianzas haría más difícil la aprobación de reformas legislativas.
Calendario electoral y perspectivas de Oxford en América Latina (2025-2026)

Los bolivianos votan en las elecciones presidenciales.Un votante indígena en un colegio electoral durante las elecciones presidenciales en La Paz, Bolivia, el domingo 17 de agosto de 2025.(Bloomberg/Marcelo Perez del Carpio)
Bolivia – 19 de octubre de 2025 (segunda vuelta de las elecciones generales). Un gobierno de derecha volvería al poder con un ajuste cambiario respaldado por el FMI. Las reformas fiscales orientadas al gasto podrían enfrentar retrasos debido al bloqueo legislativo en el Congreso, de acuerdo al análisis de Oxford.
Argentina – 26 de octubre de 2025 (elecciones legislativas). El partido de Javier Milei ganaría más escaños, pero seguiría sin mayoría para aprobar reformas estructurales como la fiscal o el plan presupuestal. La dinámica política, por tanto, se mantendría sin grandes cambios.
Chile – 16 de noviembre de 2025 (Elecciones generales). No se esperan cambios sustanciales en el panorama político, ya que el Senado funcionaría como contrapeso frente a eventuales candidatos de posturas extremas, según el informe de Oxford.
Honduras – 30 de noviembre de 2025 (Elecciones generales). Independientemente del resultado, son poco probables reformas estructurales que impulsen el crecimiento, lo que limitaría los beneficios del nearshoring. Se proyecta además una continuidad en la depreciación cambiaria.
Costa Rica – 1 de febrero de 2026 (elecciones generales). El panorama electoral sigue abierto. No se prevén cambios políticos ni económicos de magnitud que alteren los fundamentos del país.
Colombia – 8 de marzo de 2026 (elecciones legislativas). La fragmentación del Congreso dificultaría la aprobación de reformas y el manejo presupuestal, lo que se traduciría en volatilidad del peso colombiano y de las tasas de interés.
Perú – 12 de abril de 2026 (elecciones generales). Si bien desde Oxford Economics consideran que aún es prematuro hacer proyecciones, se anticipa alta incertidumbre y volatilidad en los mercados. Una eventual victoria de la izquierda radical podría reabrir el debate sobre una reforma constitucional.
Colombia – 31 de mayo de 2026 (elecciones presidenciales). Se proyecta un retorno a un enfoque fiscal más conservador, aunque los analistas de Oxford dicen que persiste el riesgo de continuidad en la política fiscal expansiva del presidente Gustavo Petro.
Brasil – 4 de octubre de 2026 (elecciones generales). El desenlace es aún incierto, pero Lula mantiene un nivel elevado de apoyo popular pese a una creciente exposición a vulnerabilidades políticas, de acuerdo a los analistas de la consultora.
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