Los glaciares, alguna vez símbolos de nieves perpetuas, están desapareciendo a un ritmo sin precedentes debido al cambio climático, lo que está teniendo un impacto profundo en el medioambiente y las comunidades que dependen de ellos. Estos gigantes de hielo no solo son cruciales para regular el clima global, sino que también son una fuente vital de agua dulce para miles de millones de personas y ecosistemas.
¿POR QUÉ SON IMPORTANTES LOS GLACIARES?
Los glaciares actúan como reservas de agua en las altas montañas, alimentando ríos que sostienen la vida tanto en el reino vegetal y animal como en las poblaciones humanas. Aunque comúnmente asociamos los glaciares con climas fríos, también existen en zonas de alta montaña dentro de la franja tropical, entre los trópicos de Cáncer y Capricornio. En América Latina, la cordillera de los Andes alberga más del 95% de los glaciares tropicales, con más del 70% ubicados en Perú.
Organizaciones como la UNESCO y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) han destacado repetidamente la importancia de los glaciares para el equilibrio climático y el suministro de agua. Sin embargo, su deshielo acelerado está provocando graves consecuencias, como el aumento del nivel del mar, aluviones, deslaves y sequías devastadoras, que amenazan a comunidades enteras y pueden forzar migraciones masivas.
EL CASO DE PERÚ: GLACIARES TROPICALES Y CULTURA ANCESTRAL
En Perú, los glaciares tienen un significado profundo para las comunidades locales. Durante milenios, estos han sido venerados como deidades y fuentes de vida. Hoy, las comunidades indígenas continúan considerándolos como entidades sagradas, respetando y protegiendo estos recursos naturales. Sin embargo, el cambio climático está acabando con ellos a un ritmo alarmante.
Según estudios recientes, los glaciares peruanos han perdido 40% de su volumen en los últimos 30 a 40 años. Si las tendencias actuales continúan, se estima que para fines del siglo XXI, al menos la mitad de los glaciares del país habrán desaparecido, incluso en un escenario optimista donde se cumplan los Acuerdos de París y el calentamiento global se limite a 1.5°C.
MÉXICO: PERDIENDO SUS ÚLTIMOS GLACIARES
En México, la situación es igualmente crítica. Solo quedan cinco glaciares, ubicados en el Iztaccíhuatl y el Pico de Orizaba, que en conjunto ocupan menos de un kilómetro cuadrado de hielo. Expertos predicen que para 2050, estos glaciares habrán desaparecido por completo debido al calentamiento global.

Un ejemplo emblemático es el glaciar Ayoloco, ubicado en el Iztaccíhuatl. De esta imponente masa de hielo, que alguna vez tuvo 200 metros de espesor, solo quedan estrías en las rocas y una pared de hielo viejo como testimonio de su existencia. Su desaparición no solo es una pérdida ambiental, sino también cultural, ya que estos glaciares han sido parte integral del paisaje y la identidad de la región.
AMÉRICA LATINA ES VULNERABLE A PERDER SUS GLACIARES
América Latina es una de las regiones más ricas en glaciares del mundo, especialmente en la cordillera de los Andes, que alberga glaciares desde Venezuela hasta la Patagonia en Chile y Argentina. Sin embargo, esta riqueza está en peligro. Los glaciares tropicales, como los de Perú, son particularmente vulnerables al cambio climático debido a su ubicación en zonas cálidas.
Randy Muñoz, experto en glaciares, explica que la influencia de estos depende de su cantidad y proximidad a las comunidades, publicó un reporte de la ONU. En Perú, la Cordillera Blanca es un ejemplo destacado, con una concentración única de glaciares. Sin embargo, su retroceso acelerado está generando impactos significativos en el suministro de agua y la estabilidad de los ecosistemas.
LA IMPORTANCIA DE LA CONSERVACIÓN
Ante esta crisis, la ONU ha declarado el 2025 como el Año Internacional de la Conservación de los Glaciares y ha establecido el 21 de marzo como el Día Mundial de los Glaciares. Estas iniciativas buscan concienciar sobre la importancia de estos gigantes de hielo y garantizar que las comunidades afectadas reciban los servicios hidrológicos, meteorológicos y climáticos necesarios para adaptarse a los cambios.
La desaparición de los glaciares es una de las consecuencias más visibles y alarmantes del cambio climático. Su pérdida no solo afecta el equilibrio ambiental, sino también la vida de millones de personas que dependen de ellos para su subsistencia. En América Latina, donde los glaciares son parte integral de la cultura y el paisaje, su protección es más urgente que nunca. N