Para la mayoría, el agua es sinónimo de bienestar. Sin embargo, existe una condición poco común y profundamente impactante que desafía esta idea: la urticaria acuagénica. Quienes la padecen desarrollan una reacción alérgica al contacto con el agua, sin importar su temperatura ni pureza. Basta con una ducha, una lágrima o la lluvia para desencadenar picor, enrojecimiento, dolor y malestar. Es una realidad difícil de imaginar para quienes no la viven, y sin embargo, es completamente real.
Es el caso de Kendall Bryce, una joven de 25 años que explicó a Express cómo es su vida sufriendo esta condición. Además la joven es madre de un niño pequeño y actualmente está embarazada de su segundo hijo.
Kendall fue diagnosticada de urticaria acuagénica en el año 2021, después de largos años de sufrimiento progresivo. Y es que las gotas de una lluvia repentina o un vaso de agua pueden provocarle una reacción extrema: “Lloro durante todo ese tiempo. Es tan intenso que mi cuerpo puede entrar en estado de shock”, comenta.

La joven afirma que los primeros síntomas empezaron a aparecer cuando tenía 15 años, con brotes cutáneos después de darse un baño. Actualmente el simple contacto con el agua le provoca una sensación similar a las quemaduras. Además, cuenta que después de lavarse tiene que soportar un fuerte dolor que se prolonga durante al menos treinta minutos.

Kendall explica que los médicos lo intentaron todo y de momento no logra ver la luz al final del túnel: “Los médicos probaron múltiples medicamentos, pero ninguno funcionó, comenta. Además, como está embarazada muchas de las terapias están descartadas porque podrían poner en riesgo la salud del bebé.
Antes de salir de casa, Kendall se ve obligada a comprobar la previsión meteorológica: “Si me sorprende el clima, la reacción es inmediata y muy dolorosa”, afirma.
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La historia dramática de la mujer alérgica al agua
Pese a todos los baches en el camino Kendall tiene la esperanza de poder vivir una vida tranquila: “Solo quiero una vida normal. Poder salir bajo la lluvia, ducharme o cuidar de mis hijos sin temor”, terminó diciendo.
Síntomas de la urticaria acuagénica
Según el National Institutes of Health (NIH), los síntomas aparecen poco después de que la piel entre en contacto con el agua, independientemente de su temperatura. Se manifiestan principalmente como pequeñas ronchas (denominadas pápulas) de entre 1 y 3 milímetros de diámetro, de color rojizo o similar al de la piel, con bordes bien definidos.
Las zonas más afectadas suelen ser el cuello, la parte superior del tronco y los brazos, aunque en algunos casos puede aparecer en otras áreas del cuerpo, con excepción de las palmas de las manos y las plantas de los pies, que rara vez se ven afectadas.
Algunas personas también experimentan picor leve o moderado y en ciertos casos esta condición puede coexistir con otras formas de urticaria física como la urticaria por frío o la colinérgica. Además, aunque el contacto con otros líquidos como alcohol o disolventes no genera urticaria por sí mismo, sí puede intensificar la reacción provocada por el agua. Afortunadamente, los síntomas suelen desaparecer espontáneamente entre 30 y 60 minutos después de que cesa la exposición al agua.
Fuentes: La Vanguardia y El Español.