Cuba y China reforzaron este miércoles su relación tras reafirmar su determinación de ampliar y fortalecer su “cooperación binacional”, en campos como la biotecnología y el desarrollo de infraestructuras.
El compromiso se plasmó durante un encuentro en La Habana entre el canciller cubano, Bruno Rodríguez, y el representante especial del Gobierno chino para Asuntos Latinoamericanos, Qiu Xiaoqi, quien se encuentra desde hace más de diez días en la isla, en el marco de una visita oficial.
“Hace poco ambos jefes de Estado se reunieron en Moscú y llegaron a nuevos consensos de la agenda bilateral. Ahora nuestra tarea es implementar estos importantes consensos acordados”, expresó el funcionario chino mientras saludaba a su par, a su llegada al Salón de Protocolo de El Laguito.
Asimismo, aprovechó para destacar que estas acciones permitirán “promover activamente las relaciones binacionales” con Cuba, un “buen amigo, compañero y hermano”.
Por su parte, el canciller de la isla agradeció el apoyo continuo de Beijing a su país y confió en la posibilidad de encabezar futuros proyectos en áreas clave como la biotecnología, el turismo y el desarrollo de infraestructuras.
Pocas semanas atrás, el 9 de mayo, el dictador Miguel Díaz-Canel y el presidente chino Xi Jinping se encontraron durante un evento en Moscú y aprovecharon la oportunidad para abordar la evolución de sus relaciones bilaterales, enfatizando una fase más sólida de cooperación.
“Hemos reafirmado la voluntad política de la máxima dirección del Partido, el Estado y el gobierno de ambos países de acelerar la construcción de la comunidad del futuro compartido en el orden bilateral, que es la primera en América Latina”, declaró entonces la dictadura cubana, que evitó ofrecer detalles sobre este mecanismo y solo destacó que permitirá “avanzar a una mayor integración e interconexión de las sociedades chino-cubana y el enfrentamiento a desafíos globales complejos”.
Por su parte, en medio de sus crecientes tensiones con Donald Trump, Xi criticó las sanciones de Estados Unidos contra la isla, subrayando la presión hacia un cambio político.
La relación diplomática entre las naciones se remonta a hace 65 años, durante los cuales las partes han desarrollado lazos sólidos, sustentados principalmente por una sintonía política y un importante apoyo del gigante asiático -que incluye créditos multimillonarios y donaciones cuantiosas de alimentos esenciales como el arroz, además de insumos sanitarios- claves para sobrellevar la aguda crisis que la isla atraviesa desde hace años.
El respaldo de China también se ha manifestado en el ámbito de la energía renovable, donde ha ofrecido tanto soporte técnico como financiero para impulsar la adopción de la energía solar en Cuba, que afronta apagones diarios debido al precario sistema energético.
Esta cooperación quedó expuesta durante la visita de Díaz-Canel a Beijing, en la que el Xi aseguró que “hará lo posible para proporcionar apoyo” a los cubanos, quienes “se enfrentan a grandes desafíos”.
“Independientemente de la situación internacional”, el país asiático “no cambiará” su política de “amistad” con Cuba ni su “voluntad de trabajar” con la nación caribeña para “proteger la justicia internacional y oponerse a la hegemonía”, aseguró entonces.
(Con información de AP y EFE)
