Un estudio de las universidades de Columbia y Chicago sugiere que aumentar el consumo de frutas y verduras puede mejorar la calidad del sueño.

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Millones de personas en todo el mundo padecen insomnio, un trastorno que afecta tanto la salud física como emocional.
En un intento por abordar esta problemática, un nuevo estudio realizado por la Universidad de Columbia, en Nueva York, y la Universidad de Chicago, en Illinois, encontró que realizar cambios específicos en la dieta puede ayudar a mejorar el descanso nocturno. Según los investigadores, incorporar más frutas y verduras durante el día tiene un impacto positivo inmediato en la calidad del sueño.
Marie-Pierre St-Onge, profesora de medicina nutricional en el Colegio de Médicos y Cirujanos Vagelos de Columbia y colíder de la investigación, explicó que pequeños ajustes en los hábitos alimentarios pueden generar grandes beneficios.
“Pequeños cambios pueden influir en el sueño, es empoderador: descansar mejor está en tus manos”, aseguró. Por su parte, Esra Tasali, profesora de medicina en el Centro Médico de la Universidad de Chicago, destacó que las modificaciones dietéticas representan un enfoque natural y novedoso para mejorar el descanso.
El estudio analizó a un grupo de 34 adultos jóvenes y sanos que no presentaban problemas de sueño evidentes. Durante 201 días, los participantes registraron sus hábitos alimentarios y fueron monitoreados mediante dispositivos de muñeca que evaluaban sus patrones de descanso. Los resultados mostraron que lo que las personas consumían durante el día influía directamente en cómo dormían esa noche. Aquellos que incluyeron más frutas y verduras en su dieta experimentaron menos interrupciones nocturnas y menos despertares en comparación con quienes optaron por carbohidratos saludables sin azúcar añadido.

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Los especialistas atribuyen estos beneficios al efecto de los carbohidratos presentes en frutas y verduras, que ayudan al cerebro a absorber triptófano, un aminoácido esencial que estimula la producción de melatonina, la hormona natural que promueve el sueño. St-Onge subrayó que los hallazgos no solo implican un mejor descanso nocturno, sino también mejoras en la salud general a largo plazo. “Estos hallazgos sugieren que las dietas ricas en carbohidratos complejos, frutas y verduras pueden promover un sueño más saludable”, concluyó.
Los investigadores señalaron que las interrupciones en el sueño pueden tener consecuencias significativas, afectando la salud cardiovascular y metabólica, la memoria, el aprendizaje, el estado de ánimo y las relaciones sociales. Por ello, destacaron que seguir las recomendaciones del Centro de Control de Enfermedades y Prevención (CDC) de consumir cinco porciones diarias de frutas y verduras podría mejorar la calidad del sueño hasta en un 16 %.
Para alcanzar este objetivo, la Asociación Estadounidense del Corazón define una porción como aproximadamente una taza de frutas o verduras, recomendando combinar dos porciones de frutas y tres de verduras cada día. Los expertos sugieren que incorporar estos alimentos como parte de una dieta equilibrada no solo ayuda a combatir el insomnio, sino también a fortalecer la salud general del organismo.
Este descubrimiento abre la puerta a un enfoque simple y accesible para mejorar el descanso nocturno, haciendo énfasis en la importancia de la alimentación en el bienestar integral.
María Fernanda Arbeláez/El Tiempo GDA
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