La muerte de Miguel Ángel Russo a los 69 años dejó una huella imborrable en Boca Juniors y en todo el fútbol argentino. El histórico entrenador, que dirigía al equipo en su tercer ciclo, falleció tras una larga lucha contra el cáncer de próstata. Su partida no solo generó una ola de homenajes, sino también una decisión urgente por parte del presidente del club, Juan Román Riquelme.
En medio del dolor, Riquelme resolvió que Claudio Úbeda, ayudante de Russo, continuará al frente del primer equipo hasta diciembre, acompañado por Juvenal Rodríguez y el resto del cuerpo técnico que trabajó junto a “Miguelo” en sus últimos meses. “No habrá reemplazo inmediato. Vamos a respetar la estructura que Miguel dejó”, fue la frase que trascendió desde el Consejo de Fútbol, encabezado por el ídolo xeneize.
La decisión no fue improvisada. Desde hace semanas, Russo se encontraba ausente en los entrenamientos y partidos por su delicado estado de salud. Durante ese tiempo, Úbeda asumió la conducción técnica, dirigiendo al equipo en los encuentros ante Defensa y Justicia y Newell’s. Su continuidad fue vista como una forma de honrar el legado de Russo, quien había pedido seguir siendo DT de Boca hasta el final de sus días.
El vínculo entre Riquelme y Russo trascendía lo profesional. Se conocieron en 2007, cuando Boca ganó la Copa Libertadores con Román como figura y Russo como estratega. Desde entonces, construyeron una relación de afecto y lealtad. “Si me pasa algo, que sea siendo el técnico de Boca”, le dijo Russo a Riquelme en una charla íntima, según reveló el periodista Chavo Fucks. Y Román cumplió ese deseo sin dudar.
El velorio de Russo se realizó en el hall principal de La Bombonera, donde miles de hinchas se acercaron a despedirlo. Riquelme estuvo presente junto al plantel, visiblemente conmovido, y evitó declaraciones públicas, eligiendo el silencio como forma de respeto.
En lo deportivo, Boca postergó su partido ante Barracas Central por la fecha 12 del Torneo Clausura y se prepara para enfrentar a Belgrano de Córdoba este sábado. El objetivo sigue siendo el mismo: clasificar a la Copa Libertadores 2026 y, si es posible, pelear el campeonato. “Competir a lo grande sería el mejor homenaje para Miguel”, afirman desde el club.
