Un nuevo y doloroso capítulo se suma a la batalla legal que Mane Swett mantiene desde hace más de un año y medio por la custodia de su hijo. La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó la solicitud presentada por la actriz chilena y confirmó que el niño, de 13 años, continuará viviendo en el país norteamericano junto a su padre, el escritor John Bowe.
Esta decisión representa el cierre de la última instancia judicial que tenía la actriz chilena para lograr el regreso de su hijo a Chile. Todo comenzó a fines de 2022, cuando el adolescente viajó a Estados Unidos para visitar a su progenitor y este decidió no regresarlo con su madre, iniciando así un extenso proceso judicial que tuvo repercusión internacional.
El máximo tribunal estadounidense ratificó los fallos previos de la Corte del Segundo Distrito del Sur de Nueva York y de la Corte de Apelaciones, que habían resuelto mantener al menor bajo la custodia de su padre argumentando que el niño ya se encontraba “asentado” en el país.
Durante el litigio, Swett invocó el Convenio de La Haya de 1980 —que regula los casos de sustracción internacional de menores— para intentar revertir la situación. Sin embargo, el alto tribunal norteamericano fue contundente al responder con una breve resolución: “Petición denegada”.
De esta manera, Mane Swett solo podrá ver a su hijo viajando a Estados Unidos, de acuerdo con las condiciones fijadas por la justicia. La decisión marca un duro golpe para la actriz, que había sostenido públicamente su deseo de volver a reunirse con el niño en Chile.
Las claves para entender los dos fallos judiciales en contra de Mane Swett
Si bien el juez confirmó que la retención del niño fue ilegal, e incluso así lo admitió el propio John Bowe, fueron otros los argumentos que pesaron para fallar en contra de Mane Swett. El más importante: el hijo habría declarado no querer volver a Chile.
Se trata de un antecedente desconocido que resulta un duro golpe para la actriz chilena, frente al dolor que ha sufrido todos estos meses alejada de su hijo y la batalla judicial que decidió dar en el país del norte. Sin mencionar que en los últimos días tuvo que afrontar la muerte de su padre, mientras se encontraba en Nueva York.
En cuanto a los argumentos para la retención de Santiago Bowe Swett, el padre aseguraba que “(el menor) se oponía a ser devuelto y que tenía edad y madurez suficientes para que sus opiniones fueran tomadas en cuenta; que la vida del niño ya estaba bien asentada en los Estados Unidos y que enfrentaba un grave riesgo si era devuelto a Chile”.
Cabe remarcar que ese “riesgo” hacía una clara alusión a una posible afectación psicológica del niño, lo cual fue desestimado por el juez.
Lo que sí se dio por acreditado, fue la negativa de Santiago a volver con su madre. De acuerdo al fallo, en la entrevista judicial el pequeño “se opuso rotundamente a ser devuelto a Chile”, porque se sentía “deprimido, triste y frustrado”. Mientras que en Estados Unidos se siente “feliz, apoyado, comprendido y seguro”.
Asimismo, la resolución agregó que “en conversaciones con una variedad de personas”, el hijo de Mane Swett “expresó de manera contundente y consistente su profundo descontento con su vida en Chile, su anhelo de irse y, luego, su alivio de estar en Estados Unidos”.
A su vez, la resolución estableció que Santiago percibía “soledad, pocos amigos, una relación materna emocionalmente distante, un padre físicamente distante, largos periodos a cuidado de niñeras y una escolarización poco inspirada”.
Las declaraciones de Santiago Bowe Swett significan un giro inesperado en la historia que consternó a Chile durante poco más de un año. Y deja claro que los lujos y comodidades no son sinónimos de felicidad. Ya que, a pesar de que en Chile el menor vivía “en un espacioso apartamento de lujo y acceso a una casa en la playa”, encontró regocijo en el pequeño estudio de su padre y su tranquila vida lejos de la exposición mediática.
