La Diputación de Barcelona ha presentado hoy, en el recinto Torribera de Santa Coloma de Gramenet, en el ámbito del parque de la Cordillera de Marina, la 29ª edición del Plan de Información y Vigilancia contra incendios forestales (PVI), que entrará en funcionamiento mañana miércoles, 18 de junio, y se alargará hasta el 31 de agosto.
Con una inversión de 2,4 millones de euros, la campaña de este verano consolida un nuevo enfoque centrado en la prevención activa y la respuesta rápida ante el aumento del riesgo de incendios provocado por la emergencia climática.
El dispositivo desplegará a 96 profesionales que actuarán sobre más de 615.000 hectáreas agroforestales y cuenta con la colaboración de 275 ayuntamientos y 126 Agrupaciones de Defensa Forestal (ADF).
El diputado delegado de Prevención de Incendios y Gestión Forestal, Jordi Fàbrega, ha destacado que “es necesario estar más vigilantes que nunca y dar respuesta a un territorio con un 70% de superficie forestal que, a pesar de las lluvias de este año, sigue siendo una bomba de relojería después de tres años consecutivos de sequía”.
La Diputación de Barcelona destina más medios humanos y técnicos a la campaña de prevención de este verano
Diputación de Barcelona
Fàbrega ha señalado que la ciudadanía cada vez accede más al entorno natural, hecho que incrementa la presión humana sobre el medio. En este sentido, ha recordado que 9 de cada 10 incendios son producidos por el factor humano y, por eso, ha hecho un llamamiento a “la autorresponsabilidad colectiva”.
También ha destacado que una de las líneas de actuación de este año es “la retirada de los casi 1.500 vertidos incontrolados que hay en el medio natural y que han aumentado de manera sustancial”.
Fàbrega también ha insistido en que “los incendios se apagan en invierno” y ha remarcado “la importancia de llevar a cabo acciones preventivas durante todo el año, como la extracción de combustible de la masa forestal, la gestión de los bosques y la tarea indispensable de las ADF”.
Tres años de transformación estratégica
La campaña de este año culmina un cambio de estrategia iniciado hace tres años y que tiene como ejes principales la mejora de la eficiencia operativa, la adaptación a la emergencia climática y la priorización de las zonas con más presión humana. Este modelo, que refuerza el compromiso con el territorio, se desplegará sobre una superficie agroforestal que representa el 98% de las áreas vulnerables de la provincia de Barcelona.
El dispositivo reforzado supone un salto cualitativo con respecto a ediciones anteriores. Los 74 agentes cívicos territoriales, organizados en 37 unidades móviles, centrarán su actividad en las denominadas “zonas de impacto”: urbanizaciones, áreas recreativas, accesos a espacios naturales y puntos de concentración de personas. Estos espacios críticos se han identificado mediante el análisis de datos históricos de incidencias recopiladas durante años, permitiendo una asignación más eficiente de los recursos.
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Los agentes cívicos actuarán de 13 a 20 horas, coincidiendo con los momentos de máxima afluencia al medio natural y las franjas horarias de mayor peligro. Además de informar y concienciar, estos profesionales tienen un papel activo en la detección de conductos de riesgo y puntos críticos, como vertidos incontrolados o anomalías en tendidos eléctricos.
Uno de los aspectos destacados de la campaña de este verano es el programa de apoyo para la eliminación de vertidos peligrosos. La Diputación de Barcelona destina 120.000 euros para ayudar a los ayuntamientos a retirar estos puntos negros que representan un doble riesgo: pueden actuar como foco de ignición por la presencia de vidrios o materiales inflamables, y acelerar la propagación del fuego por la acumulación de residuos combustibles.
Los mismos agentes cívicos, durante sus rutas de vigilancia, identifican estos vertidos y, cuando es posible, los retiran directamente. En los casos más complejos, garantizan que se eliminen antes de que se conviertan en una amenaza real.
Apoyo ampliado a las ADF
Las Agrupaciones de Defensa Forestal también reciben un apoyo especial en esta edición. La financiación directa que les proporciona la Diputación de Barcelona se extiende desde el 15 de mayo hasta el 30 de septiembre, ampliando significativamente el periodo de protección activa más allá de la campaña tradicional de verano.
Este refuerzo económico garantiza su operatividad en tareas de vigilancia y capacidad de primera intervención durante los días de elevado peligro, adaptándose así a las condiciones meteorológicas cambiantes que el cambio climático hace cada vez más imprevisibles.
Vigilancia tecnológica las 24 horas
La tecnología juega un papel fundamental en el nuevo dispositivo. La red de videovigilancia, con 125 cámaras distribuidas por el territorio y gestionadas por las ADF, proporciona vigilancia continuada las 24 horas. Este sistema, complementado con cinco torres de vigía y coordinado desde el centro de control central, está interconectado con los centros de las ADF, permitiendo la detección inmediata de columnas de humo y el seguimiento en tiempo real de la evolución de los incendios.
