Daniela Celis atraviesa uno de los momentos más difíciles de su vida. Luego de la operación de Thiago Medina, su ex pareja y padre de sus hijas, la ex participante de Gran Hermano tomó una decisión que conmovió a todos: dejó de trabajar para dedicarse por completo al cuidado de sus pequeñas Laia y Aimé, mientras él permanece internado en terapia intensiva.

La intervención quirúrgica se realizó en el Hospital Mariano y Luciano de la Vega, en Moreno, con colaboración del Hospital Bicentenario de Esteban Echeverría. “Fue una cirugía sin complicaciones. Estamos muy agradecidos con todos los médicos, con la directora ejecutiva Dora Agüero y con OSECAP, que donó las prótesis para que Thiago pudiera ser operado”, expresó Daniela en diálogo con Diario de Mariana (América TV), desde la puerta del hospital.
Acompañada por Nacho Castañares y el padre de Thiago, Daniela se mostró fuerte pero conmovida. “Él está estable, está en terapia intensiva. Seguimos con la cadena de oración porque esto es día a día, hora a hora. Creo mucho en Dios y en toda la gente que nos manda energía”, dijo con la voz entrecortada.
Consultada sobre cómo están sus hijas, Daniela reveló la decisión que tomó para atravesar este momento: “Es un laburazo estar fuerte para ellas dos cuando por dentro estás hecha pelota. Dejé de trabajar, paré mi vida para poder estar con ellas todo el tiempo. Me voy solo dos horas por día a recibir el parte médico y después vuelvo a casa. Estoy todo el tiempo abrazada a ellas”.
La joven también destacó el rol de su familia y amigos: “Tengo mucha contención. Padrinos, madrinas, toda mi familia está unida y me ayuda un montón para que estemos las tres contenidas. Intento hablarles del papá todo el tiempo, para que no se olviden que está, que las extraña, que les manda besos y abrazos”.
Sobre el estado de salud de Thiago, explicó que “hay que esperar que evolucione bien. Tiene el pulmón lastimado, pero sensible. Posiblemente mañana o pasado nos den otra información, que puede ser más buena o más mala”.
Por su parte, Nacho Castañares también se mostró afectado y comprometido con la situación: “Somos familia. Fue un accidente y necesitamos estar todos juntos. Conteniendo, ayudando en lo que sea”.
El testimonio de Daniela Celis refleja no solo el amor por su pareja, sino también la fortaleza de una madre que, en medio de la incertidumbre, decidió priorizar el bienestar emocional de sus hijas. “Es difícil, pero estoy”, concluyó con firmeza.