Después de atravesar días profundamente dolorosos, Mey Scápola regresó este jueves a su lugar habitual en Perros de la Calle, el programa que conduce Andy Kusnetzoff por Urbana Play. Con la entereza que la caracteriza, la actriz y columnista volvió al trabajo tras la muerte de su expareja, Mariano Castro, quien falleció el fin de semana pasado a los 54 años. Lo hizo con emoción contenida, rodeada de cariño, y compartiendo al aire un retrato íntimo y luminoso de quien fuera el padre de su hijo, León.
“Gracias a todos y al equipo también, que la semana pasada fueron tan respetuosos y amorosos conmigo y con León”, comenzó diciendo Mey apenas Andy la saludó. El conductor, visiblemente conmovido, la abrazó con palabras: “Sí, un momento difícil pasaste, pero acá te queremos mucho, te mandamos un beso grande, un beso a León, lo más importante”.
La conversación se fue dando con naturalidad, sin guión ni dramatismo. Mey aprovechó ese espacio para agradecer el acompañamiento recibido en los últimos días, tanto de sus compañeros de radio como del público: “Aprovecho a agradecer porque todos fueron muy respetuosos y muy amorosos conmigo y con León. Nada más que gracias. De verdad, gracias a todos”.

Entre recuerdos y anécdotas, Mey evocó la pasión de Mariano por los medios y la comunicación. “Veía todo el tiempo Urbana, veía KZO, veía todas las notas. Era muy fanático”, contó, con una sonrisa nostálgica.
También recordó que él trabajó durante muchos años en Senado TV, donde realizó entrevistas a figuras importantes de la política latinoamericana, entre ellas al expresidente uruguayo Pepe Mujica. “Una compañera del Senado me dijo que me iba a mandar videos y entrevistas que uno no tiene a mano, y me pareció tan lindo, tan lleno de amor”, relató.
Con su habitual mezcla de humor y ternura, Mey también habló del costado artístico de Mariano: “Fue actor, vivió en México. Y yo le decía ‘Marian, no sos buen actor’. Pero lo digo con amor, porque fue una persona muy sensible, con mucha vida interior”.
El conductor destacó el vínculo que unía a la familia y cómo ese cariño sigue vivo a través de León. Mey coincidió y contó que el hijo que tuvo con Mariano, de once años, está recibiendo mucho afecto. Así lo había contado hace unos días en una carta abierta: “La tristeza es enorme, pero estamos rodeados de amor. Y eso es lo que más me importa”.
Antes de cerrar el bloque, Andy volvió a abrazarla con palabras simples: “Te queremos mucho, Mey”.
Ella, con los ojos brillantes, respondió: “Lo sé”.