El mástil más alto de la ciudad de Córdoba, ubicado en la rotonda de la calle San Jerónimo al fondo de barrio Parque San Vicente, volverá a ser epicentro de un acto patrio este 20 de junio. A las 12 del mediodía, vecinos, autoridades y estudiantes cantarán el Himno Nacional en el marco de una celebración con chocolate caliente y música folclórica.
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El evento contará con una presentación artística a cargo de Nicolás Villa, músico del barrio, y se enmarca en el proceso de recuperación de ese sector que impulsan desde hace más de 20 años los vecinos organizados. El objetivo es consolidar un “corredor patrio” que una, a lo largo de 100 metros, la plaza de las Cinco Esquinas con la plazoleta de la rotonda donde flamea la bandera.
La iniciativa, apoyada por distintas áreas del Estado municipal y provincial, logró una nueva intervención artística en el espacio. Con el acompañamiento de la Secretaría de Ambiente de la Municipalidad, la Dirección de Espacios Verdes y el CPC San Vicente, los muralistas Lucho Luna y Lucas Herrera intervinieron las escalinatas de la plaza. La obra ofrece una visual inédita del mástil y refuerza la identidad del lugar.
Desde la Subsecretaría de Relaciones Institucionales del Ministerio de Seguridad de la Provincia, Santiago Gómez impulsó la propuesta de establecer una tradición anual en el sitio. “La intención es que todos los años las escuelas de San Vicente hagan la promesa a la bandera en el Corredor Nacional de Parque San Vicente”, indicó.
El martes 24 de junio, a las 11, estudiantes de las escuelas Grecia y Echeverría serán los primeros en realizar la tradicional Promesa a la Bandera en ese escenario recuperado. El lugar combina dos espacios emblemáticos del barrio: la plaza donde los murales representan niños pintando una bandera y la rotonda de piedra que funciona como balcón natural hacia la ciudad.
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La historia del mástil es larga. Por décadas, el poste estuvo allí sin cumplir su función. No había bandera ni iluminación, y el espacio sufría el abandono. En 2023, un grupo de vecinos logró que la insignia nacional volviera a flamear en lo alto. La iniciativa fue impulsada por Graciela Giraudo, quien junto con su vecina Elizabeth Iglesias comenzó hace más de 20 años a gestionar mejoras en los espacios públicos del barrio.
“Hace muchos años, más de 20, con una vecina tomamos la tarea de recuperar los dos espacios verdes del barrio, motivadas porque en nuestra placita de las Cinco Esquinas se hacían los fines de semana las famosas macumbas. No había luz, era realmente un basural ahí”, relató Graciela.
Gracias a gestiones ante el CPC de Empalme lograron iluminación y mejoras. También organizaron colectas y, con ayuda de la comunidad, obtuvieron pintura, veredas y arbolado para la plaza de las Cinco Esquinas. La rotonda, que completa el corredor, fue intervenida con senderos y un mástil sin bandera.
Graciela recordó que consiguió una bandera en la Municipalidad, pero nunca llegó a izarse porque se robaron el cable. Después, la insignia quedó guardada en una cooperativa hasta que, tiempo después, volvió a sus manos. Fue entonces cuando se articuló con Santiago Gómez para finalmente ponerla en el mástil. “Se determinó que era la bandera más alta de la ciudad, pero mucho tiempo estuvo la rotonda sin bandera, solo con el mástil”, explicó.
En junio de 2023, en el Día de la Bandera, se oficializó su izamiento. “Estoy feliz, la verdad es que hace mucho que habíamos soñado con Elizabeth con poner la bandera”, dijo en ese momento Graciela. Aunque la insignia original no fue la que se colocó, su bandera fue destinada a otra plaza del barrio, en un gesto simbólico que conecta pasado y presente.
Con las nuevas intervenciones artísticas y la programación de actos escolares, los vecinos buscan que el corredor se convierta en un punto de encuentro para fechas patrias. El “Corredor Nacional de Parque San Vicente” ya comienza a ganar reconocimiento por su valor comunitario y simbólico.
El sector combina elementos arquitectónicos y paisajísticos destacados. Las escalinatas, ahora muralizadas, ofrecen una vista directa hacia la rotonda, donde la bandera flamea a más de 10 metros de altura. Esa ubicación geográfica le otorga una de las mejores visuales del horizonte oeste de Córdoba capital.
Las actividades por el Día de la Bandera forman parte de un proceso de apropiación colectiva del espacio público. En palabras de los propios vecinos, no se trata sólo de embellecer el lugar, sino de darle sentido, historia y proyección.
El compromiso de las distintas áreas municipales ha sido clave para mantener esta dinámica. Gabriel Martín, secretario de Ambiente, y Pablo Aguirre, director de Espacios Verdes, respaldaron la obra junto al equipo del CPC San Vicente, encabezado por Augusto Cuello y Luciana Medina. El trabajo conjunto incluyó mejoras en iluminación, pintura y cuidado del arbolado.
Con la celebración de este viernes, y la promesa escolar del martes siguiente, el corredor se consolida como un lugar de pertenencia y memoria en el este de Córdoba. La bandera, que estuvo años guardada, vuelve a ser símbolo de unión y de trabajo vecinal sostenido.
