Wanda Nara explotó contra La China Suárez: «Otra revinculación que esta zorra arruina»
La revinculación entre Mauro Icardi y las dos hijas que tuvo con Wanda Nara llegó antes de lo esperado, en medio de lo que parece un conflicto sin fin entre la empresaria cosmética y el futbolista. El encuentro fue autorizado por la Justicia este viernes, mientras la conductora se encontraba en el exterior, aunque se vio frustrado por un nuevo escándalo con la China Suárez.
La situación ya había dado indicios de un encrudecimiento un día antes, cuando se filtró un delicado comunicado que la escuela le hizo llegar a los padres de las menores en donde pedían que notifiquen quién estaba a cargo de la guarda de sus hijas mientras ellos se encontraban fuera del país. Algo que deja en evidencia que ambas estaban a la deriva.
“Intentamos comunicarnos telefónicamente con el contacto consignado por ustedes, la señora Nora Colósimo, y no atendió el teléfono. Al mismo tiempo nos comunicamos con el segundo contacto, la señorita Lucía Oliver, quien nos manifestó que no trabaja más para la familia”, reza el texto que lleva la firma de Silvina López Fernández, directora de la secundaria a la que asisten
Este comunicado fue expuesto en la Justicia por las abogadas Elba Marcovecchio y Lara Piro, defensoras del deportista, que alegaron que las menores están en un «estado de desamparo» y que se trata de una situación inaudita, injustificada y reprochable a los funcionarios judiciales que tienen la obligación de velar por la protección y sanidad mental y espiritual de las niñas, quienes a todas luces por temor al escarnio público que pueda ejercer la ‘mediática’, Sra. Wanda Nara, se posicionan en un escenario de limitación que sólo perjudica la salubridad de dos niñas de 8 y 10 años».
«Yo quiero que un profesional acompañe la revinculación después de tanto tiempo que el papá no ve a sus hijas. Estamos pasando un montón de situaciones que no son lindas», fue lo que dijo al respecto Wanda. Pero las cosas no terminaron ahí: en horas de la noche del viernes insultó a la actriz por haber estado presente en el momento en el que el futbolista tenía que buscar a una de sus hijas. Y otra vez, foja cero.
Pero, ¿qué actitud debe tomar Icardi frente a esta situación de encuentro? Las respuestas del psicólogo Facundo Estévez a Revista GENTE.
El desafío de volver a ser un lugar seguro, cuando el conflicto ya se volvió contenido
psicólogo (MN 71.422).
«Cuando los adultos no logran preservar la intimidad del dolor familiar, ese dolor se vuelve espectáculo. Y los hijos, que sólo buscaban protección, quedan expuestos en una historia que no eligieron protagonizar.
El grito en el hall del edificio. Las cámaras encendidas, el escándalo viralizado, las opiniones en televisión y redes sociales. Mientras tanto, dos niñas observan todo eso desde el lugar más injusto del mundo: el medio.
Acompaño a muchas personas en situaciones similares, y algo que aprendí es que cuando el conflicto familiar estalla públicamente, los adultos empiezan a competir por quién sufre más, por quién tiene razón, por quién consigue más apoyo o menos críticas. Pero los chicos no compiten, los chicos resisten. Y lo hacen desde el silencio, la ansiedad y el desconcierto.
Lo que duele en un divorcio mediático no es sólo la separación, sino cómo cambia la referencia afectiva. Cuando un padre o una madre usan la exposición pública para defenderse, sin quererlo terminan exponiendo también a sus hijos. La intimidad que debería protegerlos se convierte en noticia, en meme, en comentario cruel de compañeros en el colegio.
Revincularse con un hijo no es pedir perdón públicamente, no es subir una foto emotiva ni anunciar en redes lo mucho que se lo extraña. Es tolerar el enojo inicial, soportar el rechazo sin dramatismo, sin victimización. Es no irse cuando el hijo no te perdona inmediatamente. No hace falta convencer al otro de que cambiaste; lo que hace falta es estar ahí, presente, incluso cuando la respuesta no sea la esperada.
A veces, el mayor acto de amor por otro es ponerse límites a uno mismo. Frenar el impulso de hablar, de defenderse, de contraatacar. Poder decirse: ‘Esto no es por mí, es por ellos’. Porque proteger a los hijos también es elegir el silencio cuando gritar sería más fácil.
Antes de eso, hay algo importante: cuidar lo que se muestra. Exponer un nuevo vínculo amoroso —como el que mantiene con la China Suárez— debe hacerse con enorme sensibilidad. No se trata de esconder, sino de no imponer. Las hijas no necesitan que se les explique todo, pero sí necesitan tiempo. Mostrar una nueva relación sin que el vínculo con ellas esté sano puede sentirse como un reemplazo afectivo, o como una invasión en un terreno todavía dolorido.
Esa presentación, si sucede, debe ser gradual, natural, sin forzar cercanías ni exigir aceptación inmediata. No hace falta que los hijos abracen de entrada esa nueva figura, sino que se sientan habilitados a procesarla a su propio ritmo. En estos casos, el tiempo emocional no lo marcan los adultos: lo marcan los hijos. Acompañar ese proceso con respeto y paciencia es parte del trabajo profundo de una revinculación verdadera.
Mauro Icardi tiene hoy el desafío más importante de su vida: volver a ser un lugar seguro, confiable y estable para Francesca e Isabella. Y eso no se logra en un juicio, no se logra ganando una discusión pública ni sumando seguidores en redes. Se logra corriéndose del ego, bajando las armas emocionales y eligiendo sostener a sus hijas, aún si ellas están dolidas, aún si el vínculo tarda en sanar.
Ser adulto, en definitiva, es asumir que hay cosas más importantes que tener razón. Es aceptar que una familia puede romper su formato original, pero aun así preservar su núcleo emocional intacto: la certeza de que siempre habrá un adulto dispuesto a cuidar, proteger y esperar lo que sea necesario hasta recuperar la confianza»-.
Fotos: Redes sociales
