Tras varias horas de escuchar alegatos, Cristina y Celeste salen de la sala de audiencias en la que se lleva a cabo el juicio oral por la muerte de bebés en el Hospital Materno Neonatal de Córdoba, un caso que en 2022 conmocionó a esta provincia y, al poco tiempo, se transformó en una noticia nacional.
La principal acusada es la enfermera Brenda Agüero (30), a quien se le imputa el delito de homicidio calificado por procedimiento insidioso reiterado. Esto es: suministrarle dosis de potasio o insulina a trece bebés provocándoles la muerte a cinco de ellos y cuadros de extrema gravedad a otros ocho que sobrevivieron.
Cristina Nóbile es la madre de Brenda. Su mirada trasluce la realidad que atraviesa desde agosto de 2022, cuando la Policía tocó la puerta de su casa en Río Ceballos para detener a su hija.
Celeste Agüero es hermana de Brenda, tiene 20 años y asegura que la principal acusada de haber matado deliberadamente a cinco recién nacidos es “totalmente inocente” de los hechos que se le atribuyen. Afirma que, en realidad, es quien ayudó a su crianza y uno de sus principales pilares y ejemplos de vida que ella tiene.
En las audiencias de ese martes y miércoles, en la sala en la que la Cámara Séptima del Crimen de Córdoba realiza las audiencias del debate, Cristian y Celeste escucharon la acusación que esbozaron los fiscales Sergio Ruiz Moreno y Mercedes Ballestrini, quienes pidieron para la enfermera la máxima pena que prevé nuestro Código Penal: prisión perpetua.
Más allá de la postura de los acusadores, la última palabra la tendrán los jurados populares designados por sorteo. Y tanto los fiscales como los abogados de las partes enfrentan el desafío de convencer con sus fundamentos a ciudadanos comunes sobre la culpabilidad o la inocencia de los imputados.
Además de pedir la prisión perpetua para la enfermera, el fiscal Ruíz Moreno solicitó condenas de cuatro años de prisión efectiva para la exdirectora del Hospital, Liliana Asís; y su segundo, Alejandro Escudero Salama. Y una pena de tres años de ejecución condicional para el exministro de Salud, Diego Cardozo.
El carácter de Brenda y su rol en la familia
Cristina y Celeste accedieron a hablar con Clarín junto al abogado que defiende a Brenda, Gustavo Nievas.
Celeste se refiere a su hermana con palabras de admiración. “Es duro lo que nos toca pasar porque nunca nos imaginamos ver a mi hermana detenida. Es algo que ella no hizo, y de lo que es inocente”, dice la joven.
En su declaración ante el tribunal técnico y los jurados populares, la propia Brenda planteó que su causa se basó en un armado mediático, sin pruebas concretas.
Sobre este punto, Celeste asegura que la familia tuvo que atravesar una condena social que no mide ni contempla si existen o no indicios certeros sobre la culpabilidad de su hermana. “Muchas veces escuchamos comentarios feos, que es una asesina o cosas así. Y es muy duro escuchar eso sobre alguien como ella”, añade.
Celeste tiene 10 años menos que Brenda y cuenta que fue su hermana la que ayudó en la casa mientras su madre trabajaba. “Me crió desde chica, siempre estuvo conmigo y con mi hermana más chica”, dice y señala: “El hecho de que de un día para el otro te la lleven porque se les ocurrió y armaron un caso porque se acercaban las elecciones, es algo terrible para nosotras.”
Y, en ese sentido, agrega: “Que por una cuestión política nos arrebaten a nuestra hermana, es muy duro.”
“Es un amor, es la mejor hermana que se puede tener: una persona atenta, muy dulce, que siempre se fija en nosotras, en nuestro bienestar”, expresa Celeste cuando se le pregunta sobre el carácter de su hermana y el lugar que ocupa en la familia.
A su vez, advierte que es alguien que se preocupa por su madre y por ella y por su hermana menor. “Nos pide que estudiemos para que podamos crecer como personas”, dice.
Estudiar para ser enfermera
Cristina le contó a Clarín cómo fue que su hija se decidió por estudiar enfermería. «Ella trabajaba en el centro de salud de Río Ceballos y una compañera la animaba para que estudie la carrera de enfermería”, afirma y dice: “En principio, quiso estudiar Psicología y por dos puntos no logró ingresar a la carrera. Y empezó a estudiar Enfermería, le gustó y le dio para adelante con todo.”
La madre de Brenda recuerda que ella se levantaba a las tres de la madrugada para acompañarla a tomar el colectivo que la llevaba desde Río Ceballos a Córdoba Capital, (unos 33 kilómetros) para hacer las prácticas. «Ella siempre fue de estudiar mucho, es muy aplicada, no dormía en la noche para estudiar. Y le fue siempre muy bien”, describe.
—¿Ustedes sabían lo que pasaba en el Hospital Materno Neonatal antes de que se conocieran los casos?
—No, no sabíamos nada. Y esos que dicen que Brenda se quiso fugar en 2022, no se fijaron que nos fuimos de vacaciones. Ella nos pagó las primeras vacaciones que tuve en mucho tiempo y nos fuimos todas juntas a Buenos Aires. Estuvimos en la playa y después pasamos por Adrogué. Y eso no quiere decir que nos quisiéramos mudar o que ella se quisiera fugar.
—¿Cuál fue su reacción ante la detención de Brenda?
—Esto a nosotros nos complicó la existencia. En principio nos dijeron que era un allanamiento y cuando le pregunté qué pasaba al comisario que estuvo en el procedimiento, él me dijo que no me podía decir nada. Mandaron cuatro móviles y me la llevaron a las 21.30, el 19 de agosto de 2022.
—¿Qué piensa del hecho de que los fiscales hayan pedido prisión perpetua?
—Yo creo en la inocencia de mi hija y sé que Brenda es incapaz de lo que se le acusa. En mi casa está llena de niños siempre, se quedan a dormir los hijos de amigas de la familia. En realidad, me gustaría que (el exgobernador Juan) Schiaretti esté acá. Él llamó por teléfono a un ex intendente para decirle que no pusiera ni las manos porque iban a detener a la hija de una empleada municipal. Me gustaría que diera la cara. Porque esto fue político. Y yo quiero Justicia para Brenda y quiero justicia por los bebés. Quiero saber qué pasó, porque es fácil hablar, pero quiero justicia de verdad.
Para el abogado defensor no hay siquiera “elementos indiciarios”
El abogado Nievas se prepara para la semana próxima, cuando esta previsto que continúen los alegatos con las presentaciones de los querellantes y algunos de los defensores.
En diálogo con Clarín, Nievas advirtió que el fiscal ya había adelantado desde los primeros días del debate que iba a pedir condena. “Ahora, al final del juicio, yo considero que no tiene ni siquiera los elementos indiciarios que decía tener al inicio. Todo se ha desmoronado, pero él sigue con esa idea. Me parece que eso responde más a una cuestión corporativa, de no querer contradecir al instructor o al jefe, no mostrar una visión diferente”, apunta.
Luego critica que en los alegatos escuchados hasta el momento “no se mencionaron ni la Constitución, ni tratados internacionales, ni normas del Código Procesal Penal, ni normas del Ministerio Público Fiscal”. Y remarca: “No se habló de reconocimiento de prueba, ni de la valoración de testimonios. Solo se dijo ‘yo le creo a tal persona’, pero no se explicó por qué se le cree o por qué no.”
“Me parece que el alegato de los fiscales careció de todo marco legal. Una verdadera emboscada al pueblo, porque buscan que se decida no en base a normas, sino en base a sentimientos”, continúa.
Por último, el defensor considera que “todo lo que se decía era ‘Brenda estaba en el lugar´ y ´yo creo que fue Brenda’. Pero no decían por qué, ni cómo. Si Brenda anotaba en la historia clínica, era culpable. Si no anotaba también. Si estaba, era culpable. Si no estaba, también. Si el bebé moría por otra causa, no importaba. Lo importante es que fuera Brenda Agüero.”
AA