La fiscal Mónica Cuñarro pidió este martes el sobreseimiento del intendente K de La Matanza, Fernando Espinoza, en la causa por abuso sexual contra su ex secretaria Melody Rakauskas.
Según la Fiscalía, la causa no cuenta «con elementos de prueba que respalden la imputación, más allá de los dichos de la denunciante«. Cuñarro fue colaboradora estrecha de la ex procuradora kirchnerista Alejandra Gils Carbó y también firmante de la solicitada fundacional de Justicia Legítima, el ala kirchnerista judicial, fuerza en la que el intendente matancero milita.
En agosto, Espinoza apeló ante la Cámara de Casación Nacional su procesamiento por abuso sexual y desobediencia a la Justicia. En cambio, la modelo Rakauskas pidió elevar la causa ya mismo a juicio oral y público para dirimir el caso en esa instancia.
Fue en este contexto que Fernando Caunedo, el juez que interviene en la causa, solicitó opinión a la fiscalía, que recomendó el sobreseimiento de Espinoza.
En julio de 2024, la Cámara del Crimen confirmó el procesamiento del jefe comunal por los delitos de “abuso sexual simple en concurso real con desobediencia a la Justicia”. En esa ocasión se dispuso además un embargo de $ 1.500.000.
En su defensa, Espinoza había planteado que Rakauskas era un “agente inorgánico de inteligencia» o que tenía «algún tipo de trastorno psicológico”.
En octubre, el jefe comunal había solicitado viajar a Barcelona para participar de un evento de «Ciudades inteligentes», pero su pedido fue rechazado por la Justicia. Sin embargo, poco tiempo después se le concedió la autorización, tras el pago de una fianza de 10 millones de pesos que el intendente hizo desde la cuenta bancaria de su hija.
El camino de la denuncia contra el intendente Fernando Espinoza
Según el testimonio de la víctima, quien se desempeñó informalmente como secretaria privada de Espinoza durante dos semanas en mayo de 2021, el jefe comunal le insistía para ir a cenar juntos. Conforme los dichos de Rakauskas, ella accedía a las invitaciones por sentirse «presionada».
La joven expresó en su declaración que fue en una de esas ocasiones cuando se produjo el denunciado abuso: relató que Espinoza se bajó los pantalones, se fue sobre ella violentamente y la manoseó. Ella se resistió. Y el intendente se fue enojado de su casa, lugar donde tuvo lugar el encuentro.
Por este hecho, la Justicia lo procesó por abuso sexual y lo acusó de «tocamientos impúdicos» a su secretaria. Además, lo procesaron por “desobediencia”, ya que desoyó la orden de «no tomar contacto ni directa ni indirecta con la víctima«.
![Melody Jacqueline Rakauskas la mujer que denunció a Fernando Espinoza por abuso sexual.](https://www.clarin.com/img/2024/07/03/KvkiDr6rH_720x0__1.jpg)
Durante el juicio, la Municipalidad de La Matanza hizo una denuncia contra Rakauskas por espionaje y lavado de activos que no prosperó.
En esa ocasión, los jueces Martín Irurzun y Eduardo Farah, sostuvieron que el municipio como ente no reúne los requisitos legales para actuar como querellante, y que los hechos que su gestión kirchnerista intentó denunciar no afectan de manera directa y concreta a la comuna.
Mientras tanto, en el juicio que surgió de la denuncia de la exsecretaria de Espinoza, se seguían presentando pruebas: la Justicia hizo investigar el teléfono del intendente, y detectó que su celular se activó en las antenas que rodean el domicilio de la denunciante.
Además, la joven mostró Justicia fotos con moretones en las piernas que serían producto de un forcejeo ocurrido en esa reunión, al negarse a hacerle “masajes” al intendente.
Estas pruebas, además de un peritaje psicológico a la víctima, llevaron al procesamiento de Espinoza. El fallo contenía también una nueva orden de alejamiento prohibiéndole al intendente todo contacto con la mujer, por cualquier medio, además de una restricción perimetral de 500 metros mientras dure el proceso penal y «bajo apercibimiento de incurrir nuevamente en el delito de desobediencia».
La fiscal Cuñarro no vio en ello pruebas suficientes. Ni vio suficientes los dichos de la mujer.
AFG/DS