Redacción El País
María Noel Riccetto hizo su primera aparición pública tras convertirse en madre de Salvador, quien nació prematuro en setiembre de 2024. En una emotiva entrevista con Paula Echevarría en El Living (Canal 5), la directora del Ballet Nacional del Sodre (BNS) compartió su experiencia personal sobre el proceso de ser madre y los desafíos que enfrentó junto a su hijo y su esposo, Nacho Guani. También reveló un proyecto que tiene para ayudar a quienes atraviesan situaciones similares y habló sobre su futuro en el BNS.
A sus 44 años, Riccetto compartió que Salvador fue un bebé muy esperado, concebido gracias a un tratamiento de ovodonación. Aunque siempre supo que quería ser madre, la búsqueda comenzó una vez que terminó su carrera en la danza. «Quizás porque todo en mi carrera fue tan fluido, siempre sentí que ser madre me costaría más», reconoció.
El arduo proceso de Riccetto y el libro que planea
Tras cuatro estimulaciones fallidas, María Noel Riccetto y su pareja decidieron optar por la ovodonación. “Cuando se presentó la opción recordé que la doctora me había hablado de ella, pero nunca fue un tema en serio. Nos derivó a Guillermo Caprario, pionero en fertilidad en Uruguay, quien ha ayudado a muchas mujeres”, explicó.
A pesar de vivir este proceso con naturalidad, confesó que enfrentó dudas y prejuicios. “Está ese miedo: ¿no es mío, es mío, es mío a medias? Hay mucho prejuicio. Muchas mujeres me escribieron, aunque parezca increíble, con miedo de contarle a su familia que seguirán este camino”, relató.
Los primeros cinco meses de embarazo fueron vividos con «mucha ignorancia», hasta que a las 22 semanas, debido a pérdidas y hemorragias, ingresó en el sanatorio. Estuvo internada en reposo absoluto durante un mes y no fue hasta después de la complicación que comprendió la gravedad de la situación.
«Tuve contracciones, se hizo un procedimiento para cortarlas, y una semana después nació Salvador. Pesaba 850 gramos, su brazo era del tamaño de mi dedo. Nació con mucha incertidumbre. Tener un hijo en CTI dentro de una incubadora te exige estar muy fuerte», reconoció. Agradeció el apoyo del equipo médico del Hospital Británico, a quienes ya considera parte de su familia.
Salvador pasó tres meses en cuidados intensivos, un proceso agotador de aprendizaje para la familia. «Al día siguiente de su nacimiento tuve que empezar a caminar de nuevo porque estuve más de 30 días en reposo absoluto. Luego me llevaron en silla de ruedas a conocerlo, a ver todo su cuerpo lleno de cables sin poder interactuar», relató. También recordó el momento cuando fue dada de alta y tuvo que dejar a su hijo en el hospital, lo que marcó el comienzo de una rutina de visitas constantes.
Al compartir su experiencia en redes sociales, Riccetto recibió numerosos mensajes de apoyo, así como de personas que vivían situaciones similares, lo que la inspiró a escribir un libro. «Vendrá un libro porque hay mucho por contar. Soy una persona de mucha fe y creo que Dios me puso esto en el camino para ayudar a otros», dijo emocionada.
Pese a las complicaciones que pudo haber tenido Salvador, contó que su hijo no sufrió mayores consecuencias: «Las pequeñas complicaciones que tuvo las superó. No todas las familias pasan por esto. Contar mi experiencia es para dar esperanza a quienes están viviendo lo mismo».
La vuelta al trabajo y su futuro en el BNS
Foto: captura
La experiencia de ser madre de un bebé prematuro también transformó a María Noel Riccetto como mujer. «Me cambió la perspectiva de todo. Mi vida siempre había girado en torno al ballet, a mí, mi carrera. Ahora todo cambió», reflexionó. «Los problemas no son tan problemas. Los incendios pueden esperar para apagarse. Te cambia la vida», subrayó.
Con Salvador creciendo y cerca de los cuatro kilos, Riccetto y su pareja están en una etapa de mayor apertura, ya que estuvieron «muy blindados» por los cuidados que requiere un bebé prematuro: «No conoce a toda la familia, estamos muy en burbuja. Recién estamos abriendo un poco más, pero hay que tener mucha consciencia».
Si bien la licencia maternal se le extendió, comentó que le hizo muy bien retomar su jornada laboral y sentirse activa. «Las cuatro horas me rinden perfecto. Tengo una persona que me ayuda en casa y me voy tranquila y liberada, soy afortunada», comentó.
Consultada sobre su continuidad en el Ballet Nacional del Sodre por los cambios en la gestión, expresó: «Veremos qué pasa. Estoy muy abierta a seguir si me quieren, muy abierta a que me digan: ‘no, muchas gracias, vamos por otro lado. Estoy contenta con la gestión y con ganas de seguir trabajando en la cultura'».
