Los incendios forestales de este verano han evidenciado la fragilidad de los núcleos habitados en medio de las olas de calor y los episodios de viento. Sucedió también en el incendio del Baix Ebre, el pasado julio, con 3.000 hectáreas calcinadas y miles de vecinos confinados y asustados. Conscientes de la amenaza, el Govern de la Generalitat dedicará una partida de 75 millones de euros en cinco años (2026-30) para mantener franjas de protección contra incendios en núcleos habitados y urbanizaciones. Se pasará así de 1,5 a 15 millones de euros anuales.
La medida fue anunciada ayer después de la reunión del president Salvador Illa con los alcaldes de los cinco pueblos afectados por el fuego del Baix Ebre. Los municipios insistieron a Illa la urgencia de destinar ayudas rápidas y generosas a los agricultores y ganaderos afectados por aquel incendio.
Una de las principales dificultades para promover las franjas de protección en municipios pequeños son los recursos económicos, cuantiosos, y los medios técnicos necesarios para diseñarlas.
El Govern ha activado también otra línea de ayudas, de dos millones de euros, para que los municipios elaboren planes de prevención de incendios en el caso de que no lo tengan, tal y como establece la norma. La Generalitat ofrecerá también medios técnicos a los ayuntamientos más pequeños. “La gestión forestal es una prioridad absoluta del Govern”, dijo Illa, que insistió en la urgencia de adaptar Catalunya, con el 65% de su territorio con bosques, a la emergencia climática.