A fines de 2012 Ausberto Ortellado, gerente general de ganadera Arandú, una empresa con base en el chaco central paraguayo, viajó hasta el sudoeste de Córdoba para conocer la genética Brangus de la cabaña Corral de Guardia. Ese mismo año decidió importar toros, vacas, pajuelas de semen y embriones para mejorar la sangre de su rodeo de 6.000 cabezas en una zona sumamente desafiante. Los resultados fueron buenos y desde entonces Ortellado vuelve a la Argentina todos los años para participar en los remates y exposiciones de Corral de Guardia y de otras cabañas Brangus.
”El aporte de la genética de Argentina en el Paraguay es significativo, se nota. Lo que buscamos siempre son animales pesados, adaptados, animales que puedan desempeñarse a cabalidad en los campos rústicos que tenemos en nuestro país, especialmente en el chaco, y esta característica tiene rango argentino. Traemos un animal mediano, no de porte grande, con mucha carne, especialmente cuando se adecuan a un campo que tiene pasto. Lo que tenemos acá es tipo gatton panic, y le gusta eso al Brangus”, describe el empresario paraguayo en diálogo con Clarín Rural.
Luego aclara que no es solo sangre lo que buscan, sino también el conocimiento que brinda la experiencia. “Sabemos que el argentino tiene ya bastantes más años que cualquier otro país, ya probaron de todo y tienen bien desarrollada la raza, por ende ya pasaron por los problemas que nosotros estamos pasando”, dice.
Paraguay cuenta con un rodeo de aproximadamente 13,4 millones de cabezas y el 90 por ciento de los sistemas de producción son sobre pasturas. La faena del primer bimestre de 2025 fue casi 30 por ciento superior a la del mismo periodo de 2024 y alcanzó las 421.724 cabezas. El 70% de la producción de carne bovina de Paraguay se exporta, principalmente a Chile.
El interés de los productores ganaderos paraguayos por la genética argentina tuvo hace pocas semanas un nuevo capítulo en una jornada realizada en la estancia El Bagual, en Formosa, donde se pudo observar distintos biotipos de reproductores Brangus adaptados a un ambiente muy similar al de muchas regiones de Paraguay, y donde las asociaciones de la raza de Paraguay y Argentina revalidaron una búsqueda en común.
“En este momento la Asociación de Brangus de Paraguay está buscando un cambio en sus registros, una apertura -explicó Pablo Lambrecht, administrador de El Bagual, quien ofició de anfitrión-. Ellos estaban atados a un grado de cruzamiento que solamente les permitía como registro el tres octavos, y en base a lo que estuvieron viendo acá se llevan como primer punto empezar a registrar no por el grado de sangre, sino por su aptitud carnicera y su adaptación”.

Desde la Asociación Argentina de Brangus remarcan que en los últimos años se ha intensificado el interés del sector ganadero paraguayo por la genética Brangus desarrollada en Argentina. “Este fenómeno responde a diversos factores que combinan excelencia genética, adaptabilidad productiva y reconocimiento internacional, adquiriendo no solo reproductores en pie sino que también material seminal y embriones. De manera coordinada fueron trabajando en sus planes de crianza hasta lograr una homologación casi completa con el resto de las asociaciones latinoamericanas, gracias al vínculo permanente y nuevas técnicas reproductivas”, indican.
Luego detallan que en la actualidad desde las comisiones técnicas de ambas asociaciones se trabaja de manera conjunta en la medición y recolección de datos para las distintas evaluaciones de reproductores a través del Programa ERBra. “Esta herramienta se consolida año a año y permite a los criadores tanto de Argentina como de Paraguay obtener resultados concretos sobre la correcta utilización y elección de toros líderes en sus distintos caracteres genéticos para sus rodeos”, dicen.
Y agregan: “El crecimiento del mercado Brangus en Paraguay y en otros países de la región genera un impacto muy positivo en las cabañas argentinas, tanto en lo económico como en lo estratégico”.
Cabe aclarar que las cabañas argentinas también cuentan con líneas genéticas importadas de Paraguay que les permiten lograr mayor productividad.
Una herramienta estratégica
Nacido como una solución a la necesidad de expandir las fronteras ganaderas hacia regiones subtropicales y semiáridas, el Brangus fue concebido con un objetivo claro: adaptarse, prosperar y producir en condiciones donde otras razas no podían, explican desde la Brangus.
“Desde sus inicios, este biotipo ha demostrado resultados sobresalientes en tierras que antes se consideraban marginales para la producción de carne. Grandes extensiones calurosas, parasitosis, monte y bañados dejaron de ser una limitación gracias a la versatilidad de este cruzamiento entre razas británicas e índicas. El Brangus combina lo mejor de ambas: adaptación al clima, fertilidad, y calidad carnicera”, destacan desde la Asociación Argentina de Brangus.
Luego detallan que el aporte de la raza al rodeo nacional incluye un incremento en la fertilidad (mayores tasas de preñez y menor intervalo entre partos), una aptitud materna equilibrada, mayor precocidad y longevidad productiva. A su vez, agregan, contribuye a la uniformidad del rodeo, con animales mochos de pelaje homogéneo y un biotipo carnicero ideal para abastecer tanto el mercado interno como la exportación.
Genética con respaldo científico
La mejora genética del Brangus argentino cuenta con respaldo académico. En convenio con la Cátedra de Zootecnia de la Facultad de Agronomía de la UBA, la asociación de la raza -que ya cuenta con 500 socios en 15 provincias- realiza una evaluación genética nacional de los reproductores inscriptos. A través del Modelo Animal (MA), se analizan características clave como peso al nacer, peso al destete, aptitud materna, peso a los 18 meses y circunferencia escrotal. Cada uno de estos indicadores cuenta con un valor genético (DEP) y un índice de precisión (PREC), lo que permite seleccionar reproductores con base científica y enfocados en la mejora continua.
“A casi medio siglo de su desarrollo, el Brangus argentino no solo superó el desafío original, sino que se transformó en una herramienta clave para el futuro ganadero nacional, combinando rusticidad, eficiencia productiva y genética de vanguardia”, remarcan desde la Brangus.