«De mi viejo aprendí la conformidad», asegura Migue Granados cuando se le pregunta por su padre Pablo, el histórico integrante de Videomatch.
-¿Cómo, Migue? ¿A qué te referís?
-Claro, mi viejo está feliz en su campo con sus perros. ¿Es un privilegio? Sí. ¿Lo puede hacer cualquiera? No. Pero el loco no necesita mucho más.
-¿O sea, vos decís que él en un punto te enseña a no ser tan ambicioso y disfrutar de lo conseguido
-Claro… O sea… ¿Tiene mucho? Sí. Tiene sus perros, su casa y puede pagar las expensas y puede rascarse las bolas y estar en la pileta todo el verano. Pero también labura mucho en las redes mi viejo. Labura mucho y bien, le dedica tiempo. Lo dirige, lo edita, es muy laburante, muy artesano. Es capo en eso.
-¿Qué otro ejemplo de vida te dejó tu papá?
-Cuando mi viejo estaba en Videomatch y yo era un nene, veía que sus compañeros se compraban autazos. Marcelo (Tinelli) llegaba en un BMW y Pachu en una Harley Davidson. Pero mi viejo andaba en un auto tranqui. Entonces le pregunté: «Che, boludo, ¿qué onda?». Y me dijo ‘mirá, yo puedo comprármelo, pero no…’.

-No le gustaba ostentar…
-Yo igual no soy tan así. A mí me gustaría tener una re nave. Pero está bueno tener eso de chico como ejemplo.
-Pero sí tomaste su idea del descanso. Él está en el verano en su casa y vos un poco lo copiaste e hiciste lo mismo este año.
-Sí, eso sí.
Cómo fue el verano de Migue Granados
Tras terminar un año muy intenso y de mucha exposición, Migue Granados se bajó por unos meses de la programación de OLGA y se fue a disfrutar de su casa de campo.
«No me daba más la barrita de exposición el año pasado», se sincera, en diálogo con GENTE, en una charla que se da a comienzos de marzo, dos meses después de un descanso tan necesario como profundo.
Y suma: «Necesitaba un descanso mental, pero nadie desde un lugar de privilegio puede pretender que sientan empatía hacia él. Es ilógico social y cerebralmente. Como lo quieras tomar, es ilógico. Yo no pretendo eso. Simplemente me fui al campo y me rasqué los huevos. Todo bien. Tampoco cobré…».
-¿Nada?
-No, no cobré mi sueldo. Y sí… Estuve ahí tranquilo en el campo y estuvo bueno. Mientras pueda seguir haciéndolo, voy a seguir.