Barcelona
Más de medio centenar de personas, la mayoría, salvo dos mujeres, hombres, han sido desalojados esta mañana del parque de la Estació del Nord, donde algunos llevaban más de un año malviviendo. El operativo de la Guardia Urbana de Barcelona, con el apoyo de varias patrullas de los Mossos d’Esquadra, se ha realizado sin incidentes. Todos los afectados estaban avisados de que el lunes era la fecha tope en la que debían desmontar las precarias instalaciones que cada vez contaban con más utensilios recogidos de los contenedores.

Operativo de la Guardia Urbana de Barcelona para desalojar a los sintecho que acampan en el parque de la Estació del Nord
Ana Jiménez
Al mediodía, el camión del servicio de limpieza municipal seguía retirando los enseres que los sintecho no habían podido llevarse consigo. El dispositivo se ha realizado casi a cámara lenta, despertando prácticamente de uno en uno a las personas que se habían instalado en un parque del que cada vez asumían más espacio, para desesperado de los vecinos que aseguraban no poder transitar por la zona por problemas de convivencia con algunos de los sintecho.

El servicio de limpieza retira colchones del campamento improvisado en el Parc del Nord, este lunes
Ana Jiménez
La casuística que se había desplazado al parque es muy variada. Los últimos en llegar procedían del parque de la Ciutadella o de Nou Barris, donde ya fueron desplazados en julio. La situación, como explicaba esta mañana la inspectora de la policía municipal, se había hecho “insostenible”. Para todos. Para los vecinos, los que se trasladan desde otros puntos de la ciudad porque dispone de una de las áreas para perros más grandes de Barcelona y para los propios sin techo que malvivían en unas condiciones de salubridad pésimas. Esta mañana había que esquivar los chinches que saltaban mientras se retiraban los colchones de la tierra.

Operativo para desalojar a los sintecho que acampan en el parque de la Estació del Nord
Ana Jiménez
Cada uno de los usuarios fue cacheado e identificado. Algunas situaciones eran especialmente dolorosas. Como la de Gorka, el más joven de todos los inquilinos del parque. Con apenas 19 años, este joven de Figueres huyó hace un año de casa de sus padres tras una discusión y desde entonces malvive en la calle. En los últimos meses, estaba pegado a Manuel, un sevillano de 40 años, que justo empezó este mes a trabajar para una empresa en el servicio de limpieza de un gran establecimiento comercial de la ciudad. “Hasta que no cobre mi primera mensualidad no podré pagarme una habitación”, lamentaba mientras arrastraba sillas, un colchón, un hornillo y una maleta con ropa. ¿Y ahora dónde irá ústed? “A otro parque”, no me queda otra.
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El operativo contó con exclamaciones de alegría por parte de usuarios del parque que acuden a diario con sus mascotas. “Ya era hora”, decía Paqui, mientras agradecía a la inspectora de la Guardia Urbana el desalojo. “Soy especialmente empática con cualquier situación de vulnerabilidad. Pero por este parque ya no se podía transitar con tranquilidad”, decía.

Los sintecho ahora se tendrán que desplazar a otras zona de la ciudad
Ana Jiménez
Y se refería a algunos sin techo que eran especialmente agresivos con los animales y otros que durante este tiempo utilizaban la zona cerrada del pipi can como baño público. “No se puede imaginar la de facturas de veterinarios que algunos han gastado por atender a perros que se comían los excrementos de esta gente y tuvieron que terminar en urgencias”, aseguran otro grupo de vecinas. Aseguran que dos cachorros murieron en los últimos meses por la ingesta de defecaciones con trazas de sustancias estupefacientes.