Barcelona
Los comerciantes del mercado municipal de la Vall d’Hebron Taxonera respiran hoy un tanto más esperanzados. Agentes de la Guardia Urbana desalojarán cada mañana el aparcamiento de este equipamiento del Ayuntamiento de Barcelona, al menos hasta que concluyan las obras de remodelación del acceso que facilita las muy problemáticas ocupaciones que desde finales del año pasado traen a tantos por el camino de la amargura. Al menos en estos términos se lo hicieron saber este lunes diversos representantes del Consistorio a los responsables de los puestos en una reunión de urgencia destinada a recomponer esta muy delicada situación.
La Vanguardia ya informó de que en estos momentos al menos una quincena de personas malvive en estas instalaciones municipales, que algunas de estas personas nunca ocasionaron ningún inconveniente ni a los comerciantes ni a sus clientes, que no pocas siempre trataron de pasar desapercibidas, que aquí únicamente buscan un refugio… Pero que de un tiempo a esta parte llegaron otras de veras problemáticas, una gente que todo el rato merodea descaradamente entre los puestos a ver qué pueden hurtar, que los comerciantes ya tuvieron que atrancar con varias barras la zona de sus cámaras frigoríficas después de que intentaran reventar varias de ellas, que la semana pasada hasta pusieron un cuchillo en el cuello y golpearon con una escoba a una empleada de la limpieza…
Los comerciantes aplauden la iniciativa: “la gente podrá hacer sus compras tranquilamente”
“Desde entonces la situación es insostenible –lamentan los comerciantes de este mercado– ¡hasta colgaron una paloma muerta en la planta menos tres del aparcamiento! ¿qué pretendían? ¿intimidarnos? no podemos permitir que nuestros clientes se sientan inseguros”. Afortunadamente la última reunión de parece estar recomponiendo la muy delicada situación. Al encuentro acudieron los representantes de los responsables de los puestos y del supermercado que funciona en este recinto, así como representantes del Institut Municipal de Mercats de Barcelona, del distrito de Horta–Guinardó y de la Guardia Urbana.
Dos personas instaladas en las escaleras del aparcamiento de este mercado
Llibert Teixidó / Propias
“Sí, nos han dicho que la policía municipal vendrá muy pronto todas las mañanas y desalojará el aparcamiento, y que estarán muy pendientes de cualquier llamada que hagamos durante el resto de la jornada. Esta presión se mantendrá mientras hacen las obras de una nueva salida de emergencia del recinto”. Porque los ocupas más problemáticos del mercado de la Vall d’Hebron entran en el aparcamiento del equipamiento a través de este acceso, y se instalan en el pasillo que conduce al aparcamiento propiamente dicho. Allí abundan los cartones, las papelinas y otros útiles propios del consumos de estupefacientes, tal y como ya pudo comprobar este rotativo.
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“Esta medida nos tranquiliza porque de este modo los clientes no se llevarán ningún susto. Lo que ocurre es que el Ayuntamiento no puede sellar este acceso hasta que abran una nueva salida de emergencia que disponga de una especie de jaula que impida que la gente se cuele desde la calle. En la reunión nos han asegurado que tratarán de acelerar estos trabajos, que confían en que puedan estar listos a finales de año”. El Ayuntamiento, por su parte, no entró en tantos detalles. Así no se pillarán los dedos. Fuentes municipales se limitaron a señalar al respecto que el Institut Municipal de Mercats está terminando de definir todas las medidas que se llevarán a cabo, y que mientras tanto el Consistorio reforzará la seguridad.





