Los líderes empresariales suelen comprometerse a propiciar un cambio positivo, pero ¿cómo pueden hacerlo exactamente? Valiéndose de ideas de los emprendedores sociales, intentamos proporcionar una orientación práctica de cara a crear un impacto significativo.
Si estás leyendo esto, lo más probable es que seas directivo o directiva de una empresa y tu compromiso sea lograr un impacto positivo. Más allá del mero cumplimiento de la normativa o de satisfacer a los inversores, lo que de verdad buscas es hacer las cosas bien. Como dijo una vez el célebre empresario Clayton Christensen: «La gestión es la más noble de las profesiones si se practica bien». Muchos de nosotros ansiamos sumarnos a esa filosofía.
Pero ¿y si la clave para un impacto positivo estuviera en lo que no debes hacer? Los emprendedores sociales y los ecosistemas que los respaldan cuentan tanto con una amplia experiencia en lograr cambios positivos… como en fracasar. En nuestro nuevo libro,Promise, Pitfalls, and Potential of Social Entrepreneurship: Positive Change Unleashed, Sheila Cannon y yo hablamos con emprendedores sociales y desvelamos algunas lecciones clave.
El coste oculto de los cuidados: la gestión de equipos apasionados
Para cualquier directivo, gestionar un equipo apasionado y comprometido con unos objetivos que coincidan con sus convicciones puede parecer un sueño hecho realidad. Pero, ¿lo es? Lo cierto es que los líderes prosociales no siempre gestionan bien a las personas. A menudo se enfrentan a niveles altos de estrés y al agotamiento, ligados al intenso compromiso con su misión. Por si fuera poco, sus equipos podrían sufrir el llamado «cansancio ciudadano», una forma de agotamiento exclusiva de quienes se dedican al trabajo social.
Como señalaron varios de los emprendedores sociales a los que entrevistamos, es fundamental cuidar del propio bienestar y disponer de estrategias explícitas para fomentar el del equipo. Si, como directivo de una empresa, añades preocupaciones de impacto social y medioambiental al trabajo de tu equipo, no des por sentado que asumirá la carga adicional solo porque el trabajo en sí sea importante. Por el contrario, a la hora de gestionar el talento, es importante proporcionar la estructura necesaria y actuar de manera profesional. Esto se traduce en gestionar de forma activa las cargas de trabajo, ofrecer sistemas de apoyo y fomentar un entorno en el que se reconozca y administre eficazmente la carga emocional que suponen los cuidados.
La trampa del crecimiento: por qué más grande no siempre es la vía hacia lograr un mayor impacto
En el mundo empresarial tradicional, el crecimiento a menudo implica ampliar el tamaño de una organización para obtener más ingresos. Sin embargo, si incorporas criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ASG) a tu estrategia empresarial, es posible que el crecimiento no se limite al tamaño y a los beneficios. Los emprendedores sociales lo saben bien: lograr un mayor impacto puede significar replantearse las estrategias de crecimiento tradicionales. He aquí tres enfoques del crecimiento:
Ampliación vertical: implica aumentar el tamaño y el alcance de la organización de la forma tradicional. A menudo, dicha ampliación influye positivamente a nivel social o medioambiental en una organización y puede generar más impacto positivo, pero no es el único camino.
Ampliación horizontal: esta estrategia aprovecha la colaboración para reproducir modelos y prácticas de éxito en distintas regiones y comunidades. Se trata de difundir soluciones eficaces mediante consultoría, concesión de licencias o franquicias (con o sin ánimo de lucro) para que otros puedan adoptar tus prácticas de éxito, multiplicando así tu impacto.
Ampliación a gran escala: se centra en impulsar el cambio sistémico, influyendo en las políticas, las prácticas y las normas sociales. Consiste en crear una nueva normalidad que sostenga el impacto positivo que pretendes lograr, y de desencadenar un efecto dominó más allá de las operaciones y socios inmediatos de la empresa.
El crecimiento va más allá de aumentar el tamaño de la organización: busca ampliar su influencia e impacto de forma que se alineen con los objetivos de cambio social de la empresa.
El espejismo de las métricas: medir lo que realmente importa
No hay indicador más claro de greenwashing que las palabras vacías sin objetivos cuantificados ni métricas de rendimiento. Sin embargo, las métricas y los datos también pueden acarrear problemas cuando pasamos por alto la diferencia esencial entre lo que pretendemos conseguir (por ejemplo, igualdad de oportunidades o un planeta habitable) y lo que realmente podemos medir (por ejemplo, el porcentaje de mujeres en puestos directivos o la reducción, en toneladas, de las emisiones de CO2).
Los emprendedores sociales se enfrentan a menudo a una gran presión por medirlo todo, lo que conduce a lo que llamamos el «espejismo de las métricas»: la ilusión de que los números se bastan para contar toda la historia. Además, a los emprendedores sociales les suele costar llevar a cabo mediciones exhaustivas debido a sus recursos y capacidad limitados.
Hay tres puntos de vista a través de los cuales podemos abordar la cuestión de la medición del impacto:
Nivel micro: aquí las métricas hacen un seguimiento de resultados específicos, como el número de beneficiarios o los beneficios medioambientales. Es un enfoque fundamental para la gestión diaria, pero es posible que pase por alto el contexto general y las implicaciones a largo plazo.
Nivel meso: la medición del impacto es una herramienta para el aprendizaje organizativo y el desarrollo estratégico. Ayuda a las empresas a identificar sus puntos fuertes y débiles, al tiempo que guía la mejora y la adaptación continuas.
Nivel macro: este nivel se centra en las variaciones sistémicas, como los cambios en la política o las normas culturales, a menudo más difíciles de cuantificar.
No todas las organizaciones necesitan operar en los tres niveles. El primer paso clave es determinar cuál es el adecuado para tu empresa. A la hora de medir, más no siempre significa mejor. Es crucial asegurarse de que las métricas se ajustan al propósito para poder llevar a cabo una evaluación significativa del impacto.
Rompiendo barreras: cómo crear alianzas significativas fuera de la zona de confort
Los emprendedores sociales se encuentran en la encrucijada de modelos, tradiciones e ideologías diferentes, al tiempo que se enfrentan a algunos de los problemas más complejos del mundo. Luchan por definir sus propios ecosistemas y trabajar dentro de ellos, y a menudo sufren el rechazo de una u otra parte. Los emprendedores sociales tienen tres formas de lidiar eficazmente con un panorama tan complejo y crear vínculos relevantes:
Definir el ecosistema: es necesario identificar a todas las partes interesadas, como aliados, socios potenciales e incluso adversarios. Esto pasa por entender sus funciones, intereses y su posible influencia en la misión de la empresa.
Crear vínculos diversos: hay que fomentar las relaciones entre distintos sectores e ideologías. El empresario debe codearse con empresas, entidades gubernamentales, organizaciones sin ánimo de lucro y agrupaciones sociales con los que construir una sólida red de apoyo.
Centrarse en el valor añadido: es necesario pensar qué aporta tu organización y ninguna otra al ecosistema, no como ventaja competitiva, sino como una forma de enriquecer y completar el ecosistema. El objetivo final debe ser complementar y potenciar el impacto colectivo.
Un cambio eficaz y positivo requiere colaboración, incluso entre quienes pueden verse como adversarios en el entorno corporativo, como los competidores o incluso los grupos activistas.
Los emprendedores sociales y los ecosistemas que los sustentan llevan décadas fomentando el cambio positivo y aprovechando diversos modelos, como los enfoques lucrativos e híbridos. Lideran el cambio positivo y aprenden directamente de sus experiencias, tanto de los éxitos como de los errores. Sus vivencias proporcionan una visión muy valiosa para cualquier líder empresarial que pretenda propiciar un impacto significativo. Cuando comprendemos qué funciona y qué no, podemos integrar más eficazmente los objetivos sociales y medioambientales en la estrategia empresarial de nuestra organización.
– Concepción Galdón es Vicedecana de empresas con propósito IE UNIVERSITY. Artículo publicado originalmente en inglés en IE INSIGHTS la plataforma de conocimiento de IE University The Don’t-Do Guide to Business-Driven Positive Change | IE Insights.