El pueblo de Wylie en Texas, Estados Unidos, jamás volvió a ser el mismo cuando en 1980 la comunidad tranquila de 3 mil habitantes supo de la brutal muerte de Betty Gore por 41 hachazos. Tardarían muy pocas semanas en conocer una terrible historia.
Candace Montgomery o “Candy” era una mujer casada, dedicada a las tareas del hogar y al cuidado de sus dos hijos pequeños. También contaba con una reputación estelar entre sus vecinos y era miembro activo de la iglesia metodista local. Allí conoció al matrimonio Gore: Betty, de quien se convirtió en amiga, y Allan, con quien comenzó un amorío a fines de 1978.
Un año y medio después, en un fatídico viernes 13, cuatro hombres encontraron el cuerpo mutilado de Betty en el lavadero de su casa, con medio rostro desfigurado. La historia detrás del homicidio y el veredicto final generaron tal impacto que hasta el día de hoy genera controversia y debate.
¿Cómo devino una aventura extramatrimonial en la muerte? ¿Y cómo se retrata este hecho en sus distintas adaptaciones ficticias ?
Candy Montgomery y Allan Gore: por qué buscaban un escape de sus matrimonios
Candace Wheeler se casó con Pat Montgomery a inicios de la década de los 70. Para 1977 la pareja y sus hijos se habían instalado en Wylie, en un emergente pueblo suburbano con dejos rurales. Quienes la conocían la describían como alguien extrovertida, coqueta e incluso «pícara», con múltiples pasatiempos por fuera del hogar

Para cuando los Montgomery se mudaron allí, Candy temía que su matrimonio estaba en una meseta: Pat no le prestaba demasiada atención y los dos peleaban más seguido que nunca. En 1978 le habría admitido sus amigas que estaba en busca de una aventura que sacudiera su vida «aburrida» de pareja.
El matrimonio Gore tampoco era feliz. El trabajo de Allan en un conglomerado manufacturero lo obligaba a pasar muchas horas en la oficina o viajando. Y resentía las quejas de su esposa por ello. Betty odiaba quedarse sola en casa, y su angustia se sumaba a otros estresores como su trabajo en una escuela primaria y su constante paranoia por problemas de salud.
Para 1978 tenían una niña, Alisa, y comenzaron a buscar otro bebé. Su vida sexual, ya apagada, se volvió aún más monótona. Fue bajo estas circunstancias que Candy se le acercó a Allan para comenzar un affair.
La aventura de Candy Montgomery
Los Montgomery conocieron a los Gore en la Iglesia Metodista de Lucas en 1977 y las familias rápidamente se hicieron amigas, al punto de que sus hijas frecuentemente organizaban pijamadas en sus casas. En el verano de 1978, Candy comenzó a sentirse atraída por Allan, y meses más tarde, se le acercó por privado y le confesó sus sentimientos.
Fue ahí cuando pronunció la propuesta que cambiarían sus vidas para siempre: «¿Te interesaría tener una aventura?«. Entre esta proposición y el comienzo de su relación, también pasaron varios meses, debido a los miedos de ambos por ser descubiertos o por enamorarse entre sí.

La relación inició en diciembre de 1978: Candy se encontró con Allan durante su horario de almuerzo en el Como Motel, sobre la autopista Central Expressway al 721. Cada dos semanas, los amantes llegaban por separado, almorzaban, tenían relaciones, charlaban y por último se duchaban juntos antes de volver a sus respectivas rutinas.
A pesar de la cercanía y disfrute que experimentaron durante sus primeros encuentros, una serie de desafíos les puso fin luego de 10 meses. En primer lugar, Candy empezó a apegarse emocionalmente demasiado a su amante. Segundo, en julio de 1979 nació Bethany, la segunda hija de Allan, por lo que decidió dedicar más tiempo a su esposa y familia.
De a poco aparecieron mayores problemas. Betty sufrió por un tiempo de depresión postparto, y se sintió rechazada por su esposo debido a la falta de estamina sexual de él (sin saber que era a raíz de su doble vida). De repente, dividir su tiempo entre dos mujeres era cada vez más difícil para Allan, y comenzó a sentirse culpable.
En octubre, los Gore viajaron en un retiro espiritual destinado a parejas en crisis. Y contra todo pronostico funcionó. Tras volver del Encuentro Matrimonial, Allan se distanció de Candy y terminaron. La ruptura fue dolorosa pero sin mayores resentimientos. Ambos continuaron con sus vidas y eventualmente se reconectaron con sus cónyuges.
La muerte de Betty Gore: ¿Qué pasó el 13 de junio de 1980?
Antes de la muerte de Betty, Candy le confesó todo a Pat, y él la perdonó. No existe registro sobre cómo se enteró la esposa de Allan, pues él declaró que jamás se lo admitió. Pero para mediados de 1980, ella sospechaba que su marido y su amiga habían estado juntos.

El viernes 13 de junio eran vacaciones de verano y Alisa, la hija de los Gore, se estaba quedando con los Montgomery. Candy pasó por la casa de sus padres a buscar una malla que la niña necesitaba para su clase de natación. Allan había salido hace unas horas a la ciudad de Dallas por trabajo; la atendió Betty en la sala de estar.
El recibimiento y la charla fueron incómodos. Sin antelación alguna, Betty le preguntó a Candy si estaba teniendo una aventura con su esposo. Tras mucha insistencia admitió que habían estado juntos, pero que «estaba en el pasado». Acto seguido, la dueña del hogar se retiro al cuarto de lavadero, y se asomó sosteniendo un hacha de madera.
Inicialmente fue solo una intimidación. Apoyó el arma de casi un metro sobre la pared, y escupió: «No quiero verte más«. Le dio las pertenencias de su hija y le dijo que se fuera. Finalmente, Candy le imploró perdón. Fue ahí cuando Betty se quebró, y volvió a tomar el hacha.
Las amigas batallaron en el cuarto pequeño por el control del objeto: se empujaron, patearon y rodaron en el suelo. Betty dejó heridas en la frente y el pie de su amiga, mientras, según Candy, gritaba: «No podés tenerlo«, y esta misma respondía: «No lo quiero a él. Basta. Por favor».
Pero en algún momento el enfrentamiento se revirtió, y Candy no escatimó sus golpes. Repartió cuarenta y uno hachazos sucesivos en todo el cuerpo de Betty Gore. La víctima murió recién antes del último hachazo, y la victimaria inmediatamente huyó de la escena.
El veredicto del jurado
Allan Gore llamó a su esposa a lo largo de todo el 13 de junio desde Dallas, pero no obtenía respuesta y se preocupaba cada vez más. Fueron sus vecinos quienes esa noche entraron a su casa y encontraron a Betty muerta en el lavadero, y a la bebé Bethany abandonada en su cuna.
La policía de Wylie tardó pocas semanas en identificar a Candy como la principal sospechosa, pues fue la última persona en ver a Betty con vida. Pero había inventado una coartada sólida y la gente la había visto ese mismo día en la iglesia. Fue recién cuando Allan confesó que había tenido un romance con Candy que su historia se desmoronó.
La ama de casa fue arrestada a fines de junio de 1980, y fue a juicio en octubre. Inicialmente no quiso confesarse ni con su marido y ni con Don Crowder, su abogado. Llegó a tal punto que Crowder contrató a Fred Fason, un terapeuta especializado en hipnosis, que logró develar los detalles del crimen y un posible trauma de Candy que explicaba su accionar tan grotesco.

En un estado de trance, la asesina relató un episodio de su infancia en el que sintió extremo enojo por perder una competencia escolar, y pateó una botella de vidrio y se cortó. Su madre la llevo al hospital, pero lejos de consolarla, no dejó de retarla para que no llore con un cortante «Shhhh«.
Décadas más tarde, la ex amante de Allan Gore le suplicaba a una Betty ya exhausta que la deje vivir. Y esta solo respondió: «Shhhh«. Según el doctor Fason, ese momento posiblemente desbloqueó el trauma de su pasado, y, sumado al trauma de enfrentarse a la muerte, desencadenó en Candy una suma violencia e impotencia.
El psiquiatra fue un testigo clave en el juicio oral, que duró 10 días y se definió por veredicto del jurado. Esta defensa y el hecho de que no había evidencia de que el ataque fue premeditado por Candy le permitió alegar a Don Crowder que su clienta actuó en legítima defensa.
Para sorpresa de quienes siguieron atentamente el caso, el 30 de octubre de 1980 Candy Montgomery fue absuelta, y al poco tiempo abandonó junto a su familia el pueblo de Wylie para siempre.
«Amor y Muerte» vs «Candy»: las ficciones a 45 años del crimen
Casi medio siglo después, poco se sabe de la vida de los protagonistas de esta tragedia mantienen un perfil bajo y poco se sabe de sus vidas. Según fuentes cercanas, los Montgomery se divorciaron a poco tiempo del juicio y Candy comenzó a trabajar como profesional de salud mental.
Allan volvió a casarse dos veces y perdió la custodia de sus hijas, quienes fueron criadas por sus abuelos maternos. Su nieta más joven, Betty Mickey, fue bautizada en honor a su difunta esposa. La familia Gore se ha abstenido de declarar sobre las recientes ficciones que relatan la muerte de Betty.

Se trata de dos miniseries estrenadas una detrás de otra por accidente: «Candy«, lanzada por plataforma Hulu en 2022, y «Amor y Muerte«, disponible en Max a partir de 2023. Ambas contaron con un alto presupuesto y un elenco compuesto por estrellas de Hollywood; sin embargo, retrataron el crimen de 1980 desde dos enfoques muy distintos.
«Candy«, protagonizada por Jessica Biel, Melanie Lynskey y Pablo Schreiber, cuenta con cinco capítulos, y relata la historia real desde el género del horror, retratando a Montgomery como una persona perturbadora y bordeando en la psicopatía. La serie se centra en la brutalidad y el suspenso que rodearon el homicidio de su amiga.

Por otro lado, «Amor y Muerte» contiene ocho episodios y su título se basa en una crónica del diario Texas Monthly, que fue la primera en comunicar el caso a un público más amplio en 1980. También toma del artículo varios diálogos y sucesos que enriquecen el relato.
La serie se enfoca en la historia previa y las motivaciones que explican el accionar de Candy, Betty y Allan, convirtiéndola en un drama más detallado y complejo. Su elenco principal está compuesto por Elizabeth Olsen, Jesse Plemons y Lily Rabe.