«Me gustaba más cantar y bailar que actuar», con esta afirmación, María Clara Alonso, conocida artísticamente como Clari Alonso, cuenta que su carrera como actriz comenzó casi por casualidad. «De pronto empecé a explorar este mundo que me recontra apasiona hoy», dice a sus 35 años, a días de haber debutado en las tablas de la calle Corrientes, en la ciudad de Buenos Aires, compartiendo escenario en Match for love con Alejandro Awada y dirigida por Miguel Ángel Solá.
Esa artista que siente nervios en su estómago antes de que se abra el telón y que presta especial atención a la reacción del público en cada función, años atrás se abría caminos por Europa, donde también logró el reconocimiento por su talento, y así lo recuerda en una íntima charla con GENTE.
Nació el 2 de febrero de 1990 en Rosario, Santa Fe. Y con los años se mudó con su familia a Buenos Aires, específicamente a la zona de Castelar, donde creció y fue cumpliendo sus sueños. Aunque sus papás no tenían nada que ver con el mundo del arte, la apoyaron y acompañaron en cada paso que dio. Ahora disfrutan en primera fila de sus logros.
Su papel de Ángeles ‘Angie’ Carrara en Violetta (Disney Channel) le dio el pico máximo de popularidad en su carrera. Pero antes de eso, ya había consolidado un importante tramo en Disney desde que tenía 17 años, cuando audicionó para High School Musical y quedó seleccionada entre un grupo de cientos y cientos de chicos. Y desde entonces no paró de prepararse, estudiar y audicionar en proyectos que le cambiaron la vida.
-¿Siempre soñaste ser actriz?
-Te confieso que de chica me gustaba más cantar y bailar. Actuar era algo que era desconocido para mí. Fue recién a los 16-17 que comenzó a llamarme la atención y dije: «Che, ¿qué onda la actuación?». Tomé clases de comedia musical, más por el canto y el baile. Y de repente empecé a explorar este mundo que me recontra apasiona, pero no pensé que podía llegar a hacerlo. No lo veía como una posibilidad real.
-¿Y tus papás cómo asumieron la idea de que su hija quisiera ser artista?
-Mis papás tenían una vida completamente distinta, imaginate que mi mamá es médica, pediatra en ese momento, y mi papá ingeniero ¡Nada que ver! Nosotros no somos ni siquiera de Buenos Aires, nos habíamos venido desde Rosario a vivir a Castelar por el trabajo de mi papá. Ellos en realidad son de Ramallo y mis hermanos y yo nacimos en Rosario cuando mis papás se fueron a estudiar allá.
-¿Pero en tu familia había algún artista?
-No… No había nadie tampoco en la familia que tuviera nada que ver con el mundo artístico, así que era algo nuevo para todos. Ellos nos dieron el apoyo y la confianza de que lo que hiciéramos, lo hiciéramos bien. Es decir, siempre nos dijeron que teníamos que prepararnos y tomar las cosas con compromiso. Mi hermano que me sigue también se decidió por el arte, ahora está haciendo un doctorado en composición audiovisual. Es músico y muy brillante. Si bien creo que estaban un poco asustados por el desconocimiento, decidieron acompañarnos siempre y están contentos con nuestras decisiones y sobretodo, con vernos hacer lo que amamos.
-¿Qué le dirías a la Clara que a los 17 años audicionó para High School Musical y que hoy debutó en la calle Corrientes?
-Que disfrute, que tenga paciencia, que las cosas van llegando, que no se haga problema por pavadas y que confíe en ella. Que las cosas que tienen que ser, son.
El gran debut de Clara en la calle Corrientes
-¿Cómo fue ese primer día con el público?
-Muy bien, fue muy emocionante. Muy emocionante desde que nos dijeron que íbamos a estar en calle Corrientes, el momento en el que colgaron el cartel ahí gigante y que llegué por primera vez y nos encontré ahí en esta avenida tan emblemática, y después el estreno fue muy especial.
–¿Qué lo hizo tan especial?
-Fue espectacular escuchar al público reaccionar a la obra, porque hasta el miércoles todos los ensayos eran sólo con el equipo, entonces no teníamos una devolución.
-¿Quiénes te acompañaron en este estreno?
-Tener ahí a mi familia y amigos fue muy lindo, además de gente que no nos conocía y que se acercó a ver la obra. Fue hermoso tener su mirada, escuchar sus risas o los silencios que iban haciendo, así que disfrutando un montón. Trato de ser muy consciente del momento y de la oportunidad, tratando de cada cosita pequeña, disfrutarla.
-¿Y cómo es trabajar con Alejandro Awada y con Miguel Ángel Solá?
-Trabajar con actores que son tan míticos y con tanta trayectoria, siendo esta mi primer gran obra de teatro es tremendo. La verdad estaba un poco asustada, porque decía: «No sé cómo va a ser» y me encontré con dos personas maravillosas, respetuosas, muy generosas conmigo, muy cercanas. Así que todo el período de ensayos que fueron dos meses enteros fue muy lindo, porque tuvieron la velocidad justa para acompañarme en este gran desafío.
-¿Cómo es eso de «la velocidad justa»?
-Me di cuenta que acá en el teatro hay mucho tiempo para ser creativo, para hacer nacer algo desde cero… Y poder hacerlo con ellos que son actores tan experimentados y con tanto oficio fue muy lindo. Por supuesto yo ya seguía sus carreras y los admiraba profundamente.
Cómo aprendió a manejar los «no» en su carrera como actriz
-Hace poco dijiste que no te tenías mucha fe para este casting, ¿por qué?
-Mirá, yo siempre he trabajado mucho y he tenido la suerte de poder estar en grandes proyectos, pero es verdad que de las audiciones que hago, no quedo en todas. Quedar en una audición hoy en día es una bendición. Por ejemplo, a fin del año pasado, tuve dos grandes audiciones que me hacían mucha ilusión para proyectos audiovisuales y no me salieron. Uno le pone todo y después en general no hay ni siquiera una respuesta o una contestación para saber por qué no quedaste, y esto te genera una gran incertidumbre y un silencio incómodo.
-¿Y cómo fue con esta obra?
-Para este proyecto me llamó mi representante un jueves, me mandó un mensaje a la tarde diciéndome: ‘che Clari, hay una obra que va a ser protagonizada por Awada, dirigida por Solá, pensé en vos y te propuse, qué te parece?’. Yo le respondí unas horas más tarde y le dije que por supuesto me interesaba. Me mandó el guión y al día siguiente a las 6 de la tarde me dice: «¡Listo, ya está confirmado». No me dio tiempo ni de caer en cuenta (risas)
-Con la experiencia que tenés hoy ¿cómo manejas esas veces que te dicen que no en un casting?
-En general tengo la suerte de poder estar audicionando para proyectos muy grandes, internacionales, incluso de series o película, entonces el tema es que son proyectos que si te salen realmente te cambian la carrera. Por supuesto que hay mucho entusiasmo puesto, pero son de esas veces que de repente no hay nada y surge eso, se abre una posibilidad inmensa que si sale, genial, pero si no, toca seguir trabajando. A mí me encanta realmente mi trabajo, entonces siempre lo hago con el compromiso y todas mis capacidades puestas para saber que no quedó nada sin dar, y eso me da tranquilidad más allá del resultado.
-¿Hay algo de tu personaje de Meli que se parezca a la Clara en la vida real?
-Meli es una mujer de mi edad que está bastante sola en la vida. Su madre la abandonó, su padre falleció, no tiene hermanos, entonces siento que es una es una mujer que va para adelante, un poco por inercia y un poco para sobrevivir. Y que, a la vez, va tratando de como encontrar cariño, buscar oportunidades de conectar con gente, y no le va demasiado bien. Yo, en ese sentido, tengo la suerte de tener mucha contención y muchas amistades, y la familia muy cerca y presente.
–Todo lo opuesto…
-Además, estoy en pareja hace muchos años, así que todo lo que es ese vacío afectivo que le falta a mi personaje yo lo recontra tengo. No soy tan impulsiva como el personaje ni he estado metida así en una desaforada búsqueda en las aplicaciones de citas (risas). Pero precisamente en esas diferencias está el gran desafío que asumí con este personaje, en darle la impronta, el ritmo, el tono y en conocerlo bien para poder interpretarlo.
Del casting de «High School Musical» a convertirse en una gran estrella de Disney
-Hablemos de tus inicios en Disney… todo comenzó con un casting multitudinario para High School Musical, ¿cierto?
-Sí, yo tenía 17 años y estaba en el último año del colegio en ese momento. Fue espectacular porque justo se dio en un momento donde como adolescente me preguntaba: «¿Qué quiero hacer con mi vida? ¿A qué me quiero dedicar?». Y tenía que empezar a elegir una carrera universitaria. Yo lo único que tenía claro era que me encantaba lo artístico. Estudiaba comedia musical, canto, baile, pero no sabía ni pensaba en la más mínima posibilidad de dedicarme a esto de por vida y no tenía información sobre cómo estudiarlo y prepararme de verdad. Estamos hablando de una época donde no habían redes sociales y acceder a la información era más difícil. Pero surgió la posibilidad de hacer este casting. Fue bastante multitudinario y quedé.
-¿Recordás ese momento que te dieron el sí?
-Haber sido seleccionada entre tantos jóvenes, fue sin duda para mí la confirmación de que sí había algo en mí, en mi personalidad y en mi actitud que podía darme estas oportunidades. Y poco a poco fui avanzando y formando una carrera en Disney: sumándome a varios proyectos, aprendiendo mucho de ellos, y teniendo mucho crecimiento profesional. Me fueron dando espacios y fue espectacular. En el primer programa era muy chica todavía, así que todo me parecía muy divertido, pero a la vez sabía que era una responsabilidad grandísima: porque era un concurso en vivo, entonces si te iba mal quedabas nominado y podías salir. En ese momento se veía como que podía ser el fin de la carrera.
-Después vino Zapping Zone…
-Sí, amé mi paso por Zapping Zone porque también aprendí a conducir. Viajé un montón por el mundo, me venían en toda Latinoamérica y la exposición era tremenda. El alcance que teníamos. Después de las series de Cris Morena, estábamos nosotros todos los días en las casas de las familias, entonces era espectacular. Eso me abrió un panorama hermoso sobre las cosas que podía lograr si seguía preparándome en este mundo. En el medio hice muchos programas con Disney. Canté también y de hecho en uno de los programas le abrimos el concierto a los Jonas Brothers en Argentina, Brasil y Colombia. ¡Fue una locura!
-¿Cómo fue eso?
-Recuerdo que acá le abrimos el concierto en River y fue muy loco, no me lo olvido más. Yo los había conocido ya en el 2008 porque habían estado en un programa que hacía en Disney Channel, donde llevaban estrellas de todo el mundo. Vivíamos todos en el mismo hotel, grabábamos juegos y después nos íbamos a los parques que nos dejaban abiertos hasta que quisiéramos. ¡Espectaular! Así que ahí nos conocimos un montón.
El fenómeno «Violetta», el vínculo que sigue con sus compañeros y la amistad con Tini Stoessel
-Y Violetta que fue un fenómeno: ¿te imaginabas el tremendo alcance que iba a tener este proyecto?
-Hice varios castings hasta que finalmente quedé para Violetta. Sabía que iba a ser algo grande, porque iba a ser una coproducción con Europa, porque lo iba a producir Polka también, entonces ya algo de eso me daba la intuición de que iba a ser un proyecto grande. Nunca imaginamos que iba a tener las dimensiones que tuvo. Y de hecho nos enteramos bastante más adelante.
-¿Por qué?
-Porque nosotros grabamos la primera temporada que fueron 80 capítulos, tuvimos como una pausa de algunos meses y empezamos a grabar la segunda. Recién ahí empezó a salir al aire, o sea que fue lentamente. Fue muy loco porque no estábamos esperando hacer un éxito, así que te diría que nos tomó casi por sorpresa y eso lo hizo más especial aún. Ya de por sí el proceso de filmación y compartir con amigos había sido espectacular, así que había sido genial después encontrarnos con que el éxito era tal que íbamos a hacer girar y proyectos en el exterior que nos iban a abrir carreras en otros países. Fue como un regalo.
-Los chicos enloquecían al verlos, pero ustedes seguían siendo jóvenes ¿llegó a afectarte en algún momento esa exposición o sentís que dejaste de vivir cosas por ese salto a la fama?
-Creo que mi carrera fue siempre de forma paulatina, de a poco. Sí es verdad que en ese primer programa, High School Musical, yo estaba en el colegio. Iba a trabajar y nos iba a buscar gente, salía en Canal 13, televisión abierta, nos pedían autógrafos. Cambió mi vida en ese sentido de la dinámica diaria porque era el programa del momento. Pero después yo quería volver al colegio también, cuando podía volvía con mis amigos, después rendí las materias, y terminé todo. Siento que no lo sufrí. De hecho, me fui a Bariloche con mis compañeros del colegio. Recuerdo que no pude ir todo el viaje, pero cuando vi que podía ir cuatro días, lo hice. Traté de seguir con mi vida normal.
–¿Y con tus compañeros de Violetta seguís teniendo contacto?
-Sí, hoy de hecho tuve clases de baile con Cande (Molfese). Somos muy, muy amigas. También hablo seguido con Facu, Mechi, Alba que es la española, con Lolo que es italiana. Tenemos varios grupos de WhatsApp donde estamos las chicas, otro donde estamos los que tenemos un vínculo más cercano y así.
-Si hoy te llaman de Disney y te ofrecen hacer un reencuentro de Violetta, ¿aceptarías?
-Recontra. Me divertiría un montón. (risas) De hecho vi que Tini Stoessel en su Instagram puso una foto donde adelantaba algo de un homenaje a Violetta y dije: !¿Qué paso? ¿Qué es esto?».
De su estadía en Europa a su relación bajo perfil con un abogado
-Viviste un tiempo en Europa, hiciste carrera también allá y te ganaste el reconocimiento de la gente, ¿qué te hizo volver a Argentina?
-La verdad es que así como me fui a Europa sin planearlo demasiado, también volví sin planearlo demasiado. En 2018 siempre iba y volvía. Trataba de volver a Argentina todos los años dos veces seguro. Y justo en 2018 estaba trabajando ya, ese año había hecho dos rodajes a principio de año, hacía muchas cosas de redes, y me surgió la posibilidad de venir a Buenos Aires a rodar una serie de Telefe, me confirmaron que quedé y me vine.
-¿Con la intención de quedarte o de grabar e irte?
-Con la intención de venir a trabajar, y pensé que me volvía para allá, y me fui quedando de a poco… Me reencontré con la ciudad, y con los amigos, y con el trabajo acá, y entonces me quedé definitivo. Ahora empecé a hacer al revés. Vivo acá y vuelvo a Europa cada cierto tiempo por las oportunidades laborales que se puedan ir dando y para siempre mantener el mercado abierto.
-Siempre te mantuviste muy al margen de lo mediático y de las polémicas, ¿esto es una elección o cómo lo conseguiste?
-Mi naturaleza es ser muy cautelosa. No me gustan los quilombos y siempre trato de estar al margen de los problemas. En general me vinculo bien con la gente, trato de ser muy cuidadoso con todo. Incluso con los contratos laborales. No sé si fue el entrenamiento de Disney que nos advertían: ¡cuidado con lo que se publica! ¡ojo con lo que dicen!
-Incluso hasta con tu vida personal, porque tenés 7 años en pareja pero muy poco te mostrás con tu novio en redes…
-¿Viste? En otros momentos de mi vida he publicado más mi relación con otras parejas y han sido algo más mediáticas, pero en este caso mi novio es una persona que se dedica a otra cosa totalmente distinta y es súper privado. Aprendí también que hay otras formas de vida, sin tener que mostrar todo y fue también para mí un aprendizaje.
-¿Qué aprendiste?
-A darle el lugar al otro, entender que no todo el mundo quiere publicar su vida. Quizás si fuese por mí yo mostraría mucho más olvídate estoy contenta, estoy enamorada, estoy feliz hacemos cosas hermosas pero bueno, también es respetar eso, la vida del otro que es distinta a la de uno.
Fotos: Joynix Media.
Prensa: Agencia Coral.
Make up: Belén Fiorito.
Look: Furzai
