Por primera vez, una mujer se incorporó como chofer de ambulancias en el Hospital Santamarina de Monte Grande. Su nombre es Miriam Guerra, tiene 49 años y también es bombera. Desde diciembre del año pasado fue contrada por el Municipio de Esteban Echeverría como ambulanciera, un rol que tradicionalmente quedaba reservado a los varones.
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Miriam vive en Llavallol y se desempeña como conductora sanitaria del sector 107. Además, es auxiliar de enfermería y pertenece a la Brigada Multipropósito General San Martín de la división de Bomberos de Máximo Paz.
En diálogo con El Diario Sur, ella explicó de qué se trata su labor: «Mi trabajo es ir a todos los servicios de emergencia del municipio, en conjunto con técnicos y médicos que hacemos base en el hospital. Cubrimos varias zonas, como 9 de Abril, Transradio, El Jagüel, Monte Grande, etcétera».
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Miriam se desempeña como conductora sanitaria del sector 107.
«Entré al laburo por intermedio de un link que subió el Municipio de Esteban Echeverría convocando choferes, enfermeros, entre otras cosas, y bueno, me anoté, mandé mi currículum y me llamaron. Di las pruebas que tenía que dar y quedé», agregó.
Miriam también alentó a las mujeres a que se animen a acercarse a un puesto como el suyo: «No es un trabajo exclusivo para hombres, lo puede hacer cualquiera. Mientras tengan la capacidad y los estudios mínimos de emergencias se puede hacer. Va todo en la maña, ya sea en bajar o levantar a un paciente, en la movilización, entre otras cosas».
Un cumpleaños en emergencias
El pasado miércoles 12 de marzo, Miriam cumplió 49 años y los celebró en su trabajo junto a sus compañeros. «Me saludaron todos. Yo los cargaba porque pensaba: ‘Soy la única mujer. Me tienen que hacer una torta o algo’, pero bueno, no llegaron pobrecitos. A veces se sienten como con vergüenza; se cuidan mucho en sus palabras para no ofenderme con algo que ellos digan, pero son muy buena onda. Son muy compañeros; me cuidan, me llevo bien con todos”.
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Miriam alentó a las mujeres a que se animen a acercarse a un puesto como el suyo.
El trato de sus compañeros
Respecto a su vínculo con sus compañeros, Miriam expresó: «Mis compañeros son muy amables, cordiales. Si hay cosas que yo no entiendo, ellos me las explican; nos ayudamos entre todos. Tenemos varias funciones y tratamos de cumplir de todas las maneras posibles a la gente».
Y destacó: «Al ser la única mujer conductora sanitaria del municipio, tengo el apoyo de todos. Están contentos porque nunca tuvieron a una mujer que conduzca la ambulancia. Me han felicitado y destaco que no hay discriminación por ser mujer ni nada por el estilo”.
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