El proceso de despojo de títulos y tratamientos reales que enfrenta el hermano del rey Carlos III culminó con un cambio simbólico pero de gran impacto: el hasta ahora príncipe Andrés de York dejará de usar formalmente su título nobiliario para pasar a llevar un nombre que no todo el mundo conoce.
El 30 de octubre de 2025, la Casa Real informó que Andrés dejó de ser “Príncipe Andrés” con tratamiento de “su alteza real” y será conocido oficialmente como Andrés Mountbatten-Windsor.
El anuncio del cambio fue comunicado por el palacio de Buckingham: “El rey inició el proceso formal para retirar el tratamiento, los títulos y honores del príncipe Andrés”.
¿De dónde viene “Mountbatten-Windsor” y qué significa?
El apellido “Windsor” remonta a 1917, cuando el rey Jorge V renombró la casa real británica desde Saxe-Coburg y Gotha para desprenderse de raíces alemanas durante la Primera Guerra Mundial.
El expríncipe Andrés fue despojado de sus títulos por el Rey. Foto: EFEPor su lado, “Mountbatten” deriva de la anglicanización del linaje “Battenberg”, de origen alemán, adoptado por parientes de la reina Isabel II (el príncipe Felipe, por ejemplo, fue de la casa Mountbatten-Battenberg).
En 1960, la reina Isabel II estableció que los descendientes de ella y del príncipe Felipe que no tuvieran tratamientos reales usarían “Mountbatten-Windsor” como su apellido.
El uso del apellido “Mountbatten-Windsor” no era nuevo en la familia real, pero hasta ahora solo lo había adoptado quienes tenían una posición más privada dentro del linaje.
Andrés ahora será conocido como Andrés Mountbatten-Windsor. Foto: EFESu adopción por parte de un hermano del rey con anterior estilo principesco es algo sin precedentes en la práctica moderna de la monarquía británica.
En ese sentido, este cambio no es solo de nomenclatura, sino simbólico: simboliza un “descenso” protocolario, una salida del centro real público. Paradójicamente, el apellido conserva un vínculo de sangre (“Windsor”) pero sin el tratamiento real que lo acompañaba hasta el momento.
El rey Carlos III expulsó a Andrés de la mansión real
La decisión se encuadra en una crisis reputacional mayor de la familia real británica: Andrés estuvo en el centro de múltiples escándalos durante décadas, que incluyeron vínculos con el delincuente sexual Jeffrey Epstein y la demandante Virginia Giuffre, lo que minó su rol institucional dentro de la corona.
El príncipe Andrés y su esposa Sara en 1986. Foto: APEl despojo formal de sus títulos —incluido el de duque de York, príncipe, etc.— y el cambio de apellido funcionan como un mecanismo para que la monarquía recupere control sobre su imagen pública y establezca que la conducta personal ya tiene consecuencias institucionales.
Políticos británicos, la opinión pública y la familia de Giuffre elogiaron la decisión del rey Carlos III de despojar a su hermano de su título principesco así como su espaciosa residencia, un destierro que dejó al desacreditado miembro de la realeza cada vez más expuesto al escrutinio político y legal sobre sus finanzas y su amistad con Epstein.
El rey actuó para frenar la creciente desaprobación a medida que surgían nuevos y condenatorios detalles sobre la relación de Andrés con el delincuente sexual convicto.
Julian Payne, exsecretario de comunicaciones del rey y la reina, dijo que, a medida que el escándalo en torno a Andrés, de 65 años, crecía y crecía, la familia real había decidido que “se había alcanzado un punto de inflexión”.
Andrés también fue desterrado de su mansión en la que vivió los últimos 20 años. Foto: APAndrés también abandonará el Royal Lodge, la mansión de 30 habitaciones cerca del Castillo de Windsor donde vivió durante más de 20 años, para cambiarse a una residencia más remota financiada por su hermano en la finca de Sandringham de 8.100 hectáreas del rey en el este de Inglaterra.





