El 42% de la fuerza laboral trabaja sin registrar; construcción, agro y gastronomía son los sectores más afectados.
La informalidad laboral en Argentina continúa en aumento y ya afecta a cerca de 9 millones de trabajadores, según datos del Indec y un informe de Argendata elaborado por el sociólogo Daniel Schteingart.
El relevamiento indica que el 42% de la fuerza laboral no está registrada, lo que representa a 8,8 millones de personas. De ese total, 5,5 millones son asalariados sin aportes patronales y 3,3 millones son cuentapropistas o empleadores que tampoco figuran en el sistema previsional.
El fenómeno creció un 1,2% interanual en el primer trimestre de 2025. Las mujeres presentan una tasa de empleo no formal del 43,4%, frente al 40,9% de los hombres. La situación es más grave entre los jóvenes: el 58,7% de los menores de 29 años tiene trabajos informales, así como el 49,5% de los mayores de 65 y el 36,5% de quienes tienen entre 30 y 64 años.
Por sector, la construcción, el agro, la gastronomía y el servicio doméstico concentran la mayor cantidad de empleos en negro. Entre los cuentapropistas, el 62,4% está en la informalidad; entre asalariados, el 36,1%; y entre empleadores, el 19,7%.
Schteingart advirtió que la tendencia seguirá en alza debido a la debilidad del empleo formal y a la caída de sectores clave como la industria y la construcción, que tienen gran capacidad para generar puestos registrados.
El especialista alertó sobre las consecuencias sociales y económicas de este fenómeno: millones de personas trabajan sin acceso a obra social, licencias pagas, cobertura por accidentes o jubilación, lo que aumenta la vulnerabilidad y la precariedad. Además, la informalidad erosiona la base tributaria, reduce los aportes previsionales, limita la productividad y genera competencia desleal con quienes cumplen con las normativas.