El viernes pasado el Gobierno de Misiones anunció que hizo un acuerdo para compensar deudas recíprocas con Nación, en virtud del cual terminó cancelando una vieja deuda que tenía con el célebre Club de París.
Para muchos fue una sorpresa enterarse de que Misiones era deudora de ese grupo ad-hoc conformado por 22 países, entre los cuales se destacan Japón, Alemania e Italia, y que es un grupo de naciones que tiene por denominador común haberle prestado dinero a la Argentina.
El Club de París se formó en el año 1956, adoptó su nombre porque se propuso realizar las reuniones en la capital francesa. El denominador común era negociar las deudas que un grupo de países tenía con la Argentina. A lo largo de casi 70 años, años hubo 9 acuerdos, que atravesaron a varios gobiernos, incluyendo algunos militares, el de Alfonsín y Carlos Menem.
En diciembre del 2001 los créditos que la Argentina tenía con los países que conforman el Club de París entraron irremediablemente en default.
Eso fue hace ya 24 años, cuando la Argentina tuvo cinco presidentes en una semana a fines de diciembre. Justamente uno de esos mandatarios fue el misionero Ramón Puerta, quien unos años antes había contraído la deuda original con dos bancos, uno italiano y otro japonés, que luego pasó a formar parte del pasivo consolidado con el Club de París.
“Se trata de un acuerdo muy importante para las finanzas provinciales que implica la cancelación de un pasivo que era una carga significativa, cuya eliminación representa un logro sustancial para la arcas provinciales. Esta deuda histórica de Misiones con el Club de París, específicamente con el Bank of Japan, se remontaba a la década de 1990 y es un préstamo contraído por el ex gobernador Ramón Puerta junto a otras tantas deudas de esa época”, celebró este lunes, el ministro de Economía, Adolfo Safrán.
A finales del año 2001, cuando la Convertibilidad (1 peso igual a 1 dólar) colapsó y la Argentina entró en default con todos sus acreedores externos (FMI, bonistas, bancos, organismos internacionales) la deuda con el Club de París ascendía a 3.800 millones de dólares, explicó el economista Diego Zuliani, gerente de la firma Valerza Inversiones.
“Esa deuda en 2001 era de 3.800 millones de dólares y en 2001 entramos en default, recién retomamos la deuda y tratamos de renegociarla en 2014, con la negoicación que hace Kiciloff (entonces ) la deuda pasó a 9.690 de puro interés punitorios, devengaba un 7% de interés entre 2001 y 2014 fueron 13 años sin pagar nada”, explicó Zuliani.
¿Cómo se generó la deuda de Misiones?
A finales de los años 90, el gobierno de Ramón Puerta tomó dos créditos en dólares con bancos internacionales.
Uno fue con la Banca Nazionale del Lavoro, en el año 1997, por un total de 6.500.000 millones de dólares destinados a financiar obras vinculadas a la infraestructura sanitaria. Ese convenio fue homologado por el Decreto 1329/97 (ver arriba) y el Decreto Provincial 985/97.
El otro crédito fue con el Ex-Im Bank de Japón, en el año 1998, por un total de 6.000.000 para realizar obras de protección contra las inundaciones.
“Este último fue un préstamo con origen en el año 1998 autorizado por la Ley nº 3496 (30/07/98) por un monto de U$S 4.750.000 de los cuales solo se llegaron a desembolsar U$S 653.522”, indicaron a Plan B, fuentes del Ministerio de Economía de la provincia.
Misiones llegó a realizar unos pocos pagos de intereses por estos dos créditos, pero en 2001 cuando la Convertibilidad estalló y el dólar saltó de 1 a 4 pesos, esos pasivos dejaron de pagarse, junto al resto de la deuda de la Argentina.
En ese entonces, la provincia había entrado como casi todas en un frenesí de créditos en dólares que luego resultaron impagables. El agravante es que estos créditos estaban garantizados con los fondos de Coparticipación. Es decir, tanto la BNL como el Ex-Imbank podían “chupar” parte del principal ingreso que tiene Misiones o cualquier otra provincia para afrontar sueldos y otras obligaciones corrientes.
En rigor, en virtud de los convenios firmados con Nación, la deuda de Misiones no era con el Club de París sino con el Estado Nacional, quien a su vez es acreedor del Club de París por esos créditos tomados por la tierra colorada.
Ya como gobernador, a Carlos Rovira le tocó realizar algunos pagos de intereses antes de que todas las deudas externas y en moneda dura (dólares, euros, yenes) de provincias con Nación entraran en cesación de pagos.
A Rovira le quedó una lección, las provincias no pueden tomar pasivos en dólares u otra moneda dura cuando sus ingresos por impuestos provinciales, Coparticipación, etcétera son en pesos, que siempre pueden devaluarse.
Desde entonces, primero como gobernador y luego como jefe del oficialismo, impulsó la férrea posición de Misiones de no tomar deuda externa, aunque siempre dejó la puerta abierta para contraer créditos externos en caso de que sean para una obra de infraestructura.
Esto se vio de manifiesto especialmente durante el Gobierno de Mauricio Macri, que alentó a las provincias a volver a los mercados de deuda entre 2016 y principios de 2018, cuando empezó la corrida cambiaria que terminó con el pedido de salvataje al FMI.
Desde entonces, ni la Argentina ni las provincias pueden tomar otra deuda que no sea con algún organismo multilateral en el marco de algún programa de desarrollo. El día que Javier Milei levante totalmente el cepo, baje el riesgo país y la Argentina pueda volver a tomar créditos, Misiones deberá decidir si revee esa postura.
Plan B/ 22-4-2025