El escenario de La Voz Argentina (Telefe) volvió a ser epicentro de emociones intensas este viernes 8 de agosto, en una noche de batallas que quedará grabada en la memoria de los fanáticos del programa. En el centro de la escena, Francisco “Kakush” González y Lucio Casella —ambos del Team Lali— se enfrentaron con una versión cargada de sentimiento de Yesterday, el clásico de The Beatles considerado por muchos como la mejor canción de todos los tiempos.

La presentación tuvo un condimento emocional extra cuando Lucio reveló que la canción era una de las favoritas de su padre, fallecido recientemente. Su interpretación conmovió al jurado y al público, mientras que Kakush, con una autocrítica brutal, reconoció no haber estado en su mejor noche: “La cag… bastante, tenía más para dar”.
Allí fue que lanzó una sorpresiva frase -que anticipaba algo más-, en pos de mantener su participación en la competencia: si la vez anterior había dado un 10%, esta vez solo había alcanzado un 20% de su potencial. La decisión de Lali Espósito fue clara: Lucio avanzaba a los Knockouts, y Kakush quedaba eliminado… o al menos es lo que toda la audiencia creyó por unos segundos.

Mientras se despedía, abrazando a Nico Occhiato, Kakush lanzó una frase que cambiaría todo: “Si me roban prometo dar el 50% la que viene”. El público rió y aplaudió, pero él sabía que cada palabra podía ser clave. Caminó lentamente hacia la salida, estirando el momento, hasta que, casi en un susurro dirigido a Luck Ra, soltó: “Robame, culeao”. Ese guiño cómplice hizo efecto. “Ya me derritió el corazón, tenía que apretarlo”, confesó después el intérprete de La Morocha, que no dudó en pulsar el botón y robarlo para su equipo.

El estudio explotó en gritos y aplausos. Kakush, sorprendido y eufórico, corrió a abrazar a su nuevo coach. Así, pasó del Team Lali al Team Luck Ra, aprovechando al máximo la regla del “robo”, que permite a los entrenadores sumar a un artista eliminado por otro. “Estamos conectados, estamos destinados a seguir juntos en este programa”, dijo el cantante, visiblemente emocionado y con la promesa de subir su rendimiento… quizás hasta un 70 u 80%, como él mismo bromeó.
La espontaneidad, la picardía y el carisma de Kakush convirtieron su momento de eliminación en uno de los episodios más recordados de la temporada. Ahora, con una segunda oportunidad en sus manos, el público espera verlo cumplir su promesa y desplegar todo su potencial en el escenario. Y, tal como él lo dijo, si ya dio el 20%, lo mejor todavía está por venir.