Desde las calles de Montevideo hasta las autopistas de São Paulo, una revolución silenciosa está transformando el paisaje automotriz latinoamericano. Las marcas chinas, lideradas por gigantes como BYD, MG, Chery, Jetour y Great Wall Motor, han logrado en menos de una década lo que otros fabricantes tardaron generaciones en construir: una presencia sólida y creciente en mercados tradicionalmente dominados por marcas europeas, japonesas y estadounidenses.
Siguiendo los pasos de compañías como Toyota, Honda o Hyundai, las marcas chinas refuerzan sus posiciones con promociones agresivas y volumen.
Brasil: El gigante que despertó tarde pero con fuerza
Brasil, el mercado automotriz más grande de América Latina, experimentó un despertar tardío pero espectacular hacia las marcas chinas. Las ventas de autos chinos en Brasil registraron un aumento del 299% en enero-noviembre de 2024, consolidando una tendencia que comenzó con fuerza en 2023.
BYD registró 76,713 vehículos en Brasil durante 2024, un aumento del 327.68% respecto a 2023. La estrategia de BYD en el mercado brasileño es particularmente ambiciosa: la fábrica de BYD en Camaçari, estado de Bahía, puede alcanzar una capacidad de producción de 300,000 vehículos por año, convirtiendo al país en su primera base de manufactura fuera de Asia.
El BYD Dolphin Latin America Special Edition se ha convertido en el auto eléctrico más vendido de Brasil, mientras que Great Wall Motors y Chery, que llegaron en la década pasada con opciones de combustión interna, ahora están pivotando hacia los vehículos eléctricos. La penetración china en Brasil ha sido impulsada significativamente por los vehículos eléctricos, donde más del 85% de los nuevos autos eléctricos provienen de China.
México: Crecimiento explosivo con desafíos regulatorios
México presenta uno de los casos más dramáticos de penetración china en la región. En 2024, las ventas de autos nuevos de China en México crecieron 9.8% a 302,837 unidades, representando el 20.2% del total de vehículos ligeros vendidos en el país. Este crecimiento, aunque desacelerado comparado con años anteriores, mantiene a China como el principal proveedor de vehículos importados desde 2022.
Las ventas de autos de China habían crecido 103% en 2021, 128.4% en 2022 y 51.4% en 2023, una progresión que muestra tanto el potencial como los desafíos del mercado mexicano. La comercialización de marcas chinas de autos representa el 9.2% de las ventas totales colocadas en el mercado mexicano hasta octubre de 2024, aunque incluyendo marcas no registradas oficialmente, esta cifra podría alcanzar el 11.2%.
Desde 2020 hasta la fecha, han llegado numerosas marcas, incluyendo MG Motor, Chirey, Omoda, Changan, Great Wall Motor y Jetour, que el año pasado importaron casi 116,000 unidades, es decir, cuatro de cada 10 autos importados de China.
Argentina: La resistencia de un mercado maduro
Argentina presenta el panorama más complejo para las marcas chinas. La participación de mercado china en Brasil (1.7%) y Argentina (0.6%) es pequeña, lo que contrasta dramáticamente con otros mercados regionales. Esta baja penetración refleja tanto las complejidades regulatorias del mercado argentino como las preferencias consolidadas de los consumidores.
En Argentina, Chery ha comenzado a ensamblar una cantidad limitada de autos localmente y como resultado ha visto algunos modelos avanzar: tanto el Chery QQ como el Tiggo alcanzaron su ranking más alto hasta ahora en el país. Sin embargo, los desafíos persisten debido a percepciones sobre la calidad y problemas de importación.
Sin embargo, nuevas marcas como Jetour, BAIC y en un futuro, BYD, empiezan a verse por las calles de las principales ciudades.
Chile: Un mercado en transformación acelerada
Chile representa uno de los casos de éxito más notables para las marcas chinas en la región. La participación de marcas chinas por país ha aumentado a 26.2% en Chile, consolidándose como el segundo mercado latinoamericano con mayor penetración china después de Ecuador.
En Chile, con un mercado récord de 378,000 ventas en 2013, las marcas chinas tienen una participación de mercado del 11%, nada menos que 19 de ellas en el Top 50. Están lideradas por Great Wall en el #13, Chery en el #20, JAC en el #21, BYD en el #26, Geely en el #27, ChangAn en el #28 y Dongfeng en el #29.
En Chile, en particular, los fabricantes chinos han tenido un éxito especial tanto en la venta de automóviles a compradores privados como en el suministro de vehículos para apoyar el desarrollo de infraestructura, como el transporte público.
El éxito de Jetour y las marcas de autos chinas en Argentina
Colombia: El emergente promisorio
Colombia ha demostrado ser un mercado receptivo y en crecimiento para las marcas chinas. En Colombia, Chery es la primera marca china en haber ingresado al Top 10 anual en el #10 en 2013 con 4,421 ventas y 1.5% de participación. JAC (#13), Dongfeng (#17), Hafei (#21), Great Wall (#23), Geely (#29) y Zotye (#30) también se clasifican dentro del Top 30.
Colombia está viendo un aumento en las ventas de autos eléctricos, con alrededor de 6,000 en 2023, y Colombia logró impresionantes participaciones de ventas de alrededor del 7.5% en el segmento eléctrico para 2024.
Perú: La puerta del Pacífico
Perú ha emergido como un hub estratégico crucial para las marcas chinas. La participación de mercado de marcas chinas por país ha aumentado a 23.0% en Perú, posicionándolo como el tercer mercado más importante para China en la región.
Perú es otro hub muy importante para los fabricantes chinos en América Latina: es uno de los mercados automotrices de más rápido crecimiento en el mundo, con los últimos 4 años siendo todos récords coronados por 210,326 registros en 2013, y está «frente» a China en el Océano Pacífico, convirtiéndolo en un puerto de entrada atractivo al continente.
Los analistas locales incluso estiman que hasta 96 marcas chinas de autos (¡sí, tantas!) se venden en Perú tanto formalmente en concesionarios como informalmente por vendedores independientes.
Uruguay: El laboratorio perfecto
Uruguay representa quizás el caso más extraordinario de penetración china en América Latina. En Uruguay, 26 de las 54 marcas en venta son chinas, capturando el 23.3% del mercado en 2013, up from 19.5% en 2012 — su mayor penetración de país fuera de China y en realidad a la par con la penetración de autos de pasajeros chinos dentro de China.
Hay 8 fabricantes chinos en el Top 20 uruguayo y 2 entre los Top 10: Chery está 5º con 5.9% de participación e incluso llegó al #2 en febrero de 2013 con casi 10% del mercado por debajo solo de Chevrolet y por encima de Volkswagen. Esta penetración excepcional ha convertido a Uruguay en un laboratorio natural para las estrategias chinas en la región.
Las estrategias diferenciadas: del ensamblaje local a la importación directa
Las marcas chinas han adoptado estrategias diferenciadas según el mercado. En Brasil y México, la apuesta es por la producción local. BYD está invirtiendo más de USD 600 millones en su planta de autos eléctricos en Brasil — su primera fuera de Asia — para una capacidad anual de 150,000 vehículos.
En México, fabricantes chinos como BYD, Chery y SAIC también están considerando expandirse a México, aprovechando los acuerdos comerciales ventajosos y la proximidad al mercado estadounidense.
Por el contrario, en mercados más pequeños como Uruguay y Paraguay, la estrategia se centra en la importación directa y el establecimiento de redes de distribución eficientes. El Mini Pick-up DongFeng ahora se produce en Paraguay, mostrando cómo incluso los mercados más pequeños pueden servir como bases de producción regional.
El factor precio: competitividad que revoluciona el mercado
La competitividad de precios ha sido fundamental en el éxito chino. En muchos mercados de la región, incluyendo Colombia, Brasil, Perú, Bolivia y más, donde los compradores son muy conscientes del precio, los ahorros asociados con comprar un auto chino hacen una gran diferencia.
Sin embargo, las marcas chinas están evolucionando más allá del simple posicionamiento de precio. El BYD Dolphin recientemente también obtuvo cinco estrellas en la prueba de choque y seguridad Latin NCAP, convirtiéndose en el auto más seguro de América Latina, demostrando que la calidad está alcanzando estándares internacionales.
Los vehículos eléctricos están impulsando la nueva fase de expansión china. En América Latina, los volúmenes de ventas y las tasas de penetración se duplicaron en muchos países, con los autos eléctricos alcanzando una participación de mercado del 4% en 2024.
Brasil se elevó por encima de otros países en la región con casi 125,000 ventas de autos eléctricos, más del doble del número de ventas de 2023, y la participación de ventas eléctricas se duplicó al 6.5%.
Desafíos y oportunidades: navegando entre el crecimiento y la regulación
A pesar del éxito, las marcas chinas enfrentan desafíos significativos. En México, las marcas chinas quedaron rezagadas en satisfacción del cliente con 812 puntos para la experiencia de servicio al distribuidor, seguidas por las marcas francesas y coreanas. Las marcas japonesas tuvieron la calificación de satisfacción más alta entre los consumidores, con 907 puntos.
La geopolítica también presenta retos. Desde su campaña electoral, Donald Trump ha sido un crítico feroz de las importaciones de autos chinos y la posibilidad de que una empresa china pueda construir una planta en territorio mexicano para exportar desde allí a Estados Unidos bajo las reglas del Tratado México-Estados Unidos-Canadá.
El análisis de los siete mercados revela tres modelos distintos de penetración china:
Modelo de Alto Impacto (Uruguay, Chile, Perú): Países con participaciones superiores al 20%, donde las marcas chinas han logrado establecerse como actores principales del mercado automotriz.
Modelo de Crecimiento Acelerado (Brasil, México, Colombia): Mercados grandes en rápida transformación donde las marcas chinas están invirtiendo en capacidad de producción local y experimentando crecimientos de triple dígito.
Modelo de Resistencia (Argentina): Mercados maduros con barreras regulatorias y preferencias de marca consolidadas que han limitado la penetración china.
La penetración de las marcas chinas en América Latina representa más que una simple expansión comercial; es una transformación fundamental del panorama automotriz regional. En 2019, los fabricantes chinos vendieron aproximadamente $2.2 mil millones en vehículos en toda América Latina. Para el año pasado, el valor de los vehículos chinos vendidos en la región casi se cuadruplicó a $8.56 mil millones, representando aproximadamente el 20 por ciento del mercado automotriz de la región.
Esta expansión no muestra signos de desaceleración. Con inversiones masivas en producción local, el desarrollo de vehículos específicos para los mercados regionales y una creciente aceptación del consumidor, las marcas chinas están redefiniendo no solo qué conducen los latinoamericanos, sino también cómo perciben la tecnología, la calidad y el valor en la industria automotriz.
El éxito variado entre países demuestra que no existe una fórmula única para el triunfo, sino que las estrategias deben adaptarse a las realidades locales específicas. Mientras Uruguay sirve como prueba de lo que es posible lograr, Argentina muestra los desafíos que aún persisten. Entre estos extremos, Brasil y México representan los grandes premios donde el futuro de la presencia china en América Latina se está decidiendo día a día, fábrica por fábrica, y auto por auto.