La entrada en servicio de la línea 10 con un largo viaducto en la Zona Franca hace tres años abrió un nuevo escenario para el metro de Barcelona. Los condicionantes climáticos que lleva asociada una infraestructura elevada al aire libre por la que circulan los trenes no son los mismos que los de un túnel subterráneo. A eso hay que sumarle la complejidad de una línea operada de manera automática, sin conductor.
Desde su puesta en marcha se ha seguido muy de cerca el comportamiento de los trenes y finalmente se ha optado por realizar unas pequeñas obras de modificación del sistema de señalización que enmiendan la solución escogida antes de inaugurar las tres últimas estaciones del viaducto a finales del 2021. En aquel momento, la Generalitat se vio obligada a retrasar seis meses la entrada en servicio inicialmente anunciada porque durante las pruebas previas se detectó que los trenes no se detenían en el punto prefijado.
El inesperado problema obligó a instalar un sistema antideslizamiento de Siemens Mobility que desde entonces se ha activado siempre desde el centro de control cuando llueve. De esta manera, en cuanto empieza a chispear, los trenes reducen velocidad y activan el proceso de frenado unos segundos antes que cuando no llueve.
La dependencia de un sistema de seguridad en función del clima no convencía a los responsables de las líneas automáticas de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), que reclamaban un sistema de señalización estable y adaptado a las particularidades del tramo. Finalmente, la Generalitat ha optado por actualizar la infraestructura para que los trenes funcionen con ese margen de seguridad tanto si llueve a cántaros como si hace un calor achicharrante, según explican a La Vanguardia fuentes implicadas en la actuación.
La nueva configuración se aplica en todo el tramo, tanto el descubierto del viaducto como el cubierto en el resto del trazado de la L10 Sud hasta conectar con el ramal de la L9 en Can Tries Gornal. El cambio será imperceptible para los viajeros ya que los pocos segundos perdidos al acercarse al andén se recuperarán en el trayecto entre estación y estación.
El Departament de Territori, que ejecuta las obras desde este viernes y hasta el domingo, desvincula los trabajos en marcha del diseño inicial en el sistema de señalización y se limita a asegurar que el corte de este fin de semana en toda la L10 Sud desde Can Tries Gornal hasta ZAL Riu Vell forma parte de “las actuaciones necesarias para la conexión del tramo central con los tramos en servicio”, aunque para ese momento todavía faltan unos cuantos años.