“Yo no imaginaba que Eduardo iba a ser el hombre que me iba a terminar convirtiendo en madre”. Una frase que resume dónde se encuentra parada la pareja hoy, tras el nacimiento de Kahlo. Es que Elina Costantini habla con afecto sobre cómo Eduardo Costantini se “las arregló” para poder vivir a pleno esta esperada nueva etapa de la vida que les toca atravesar.
“Siempre estaba buscando formar una familia, encontrar a esa persona con la cual poder caminar juntos por la vida, pero nunca me había visualizado ni casándome con mis ex parejas. Con Eduardo me costó hacerlo porque me daba miedo ese salto. Sin embargo a los dos meses de conocernos ya se nos empezaron a despertar las ganas de ser padres”, dijo.
En una entrevista con GENTE sorprendió al revelar algo inesperado sobre el rol de su marido en la paternidad y aseguró que parece que es la primera vez que él cria un hijo… ¡a pesar de haber tenido siete!
“Él esta plantado de otra forma en la vida. Hace tantos, pero tantos años que tuvo a su último hijo que lo vive como una primera vez. Se olvidó de todo. Lo está disfrutando mucho y aprendió. No se perdió ninguna ecografía, hicimos juntos los cursos de preparto. Cuando una persona es más joven no para y siempre está en busca de otros objetivos: él ahora se encuentra más relajado para abocarse a su hija”, remarcó.
“Eduardo quiere hacer todo con ella. Su cabeza está llena de proyectos comunes. Hasta te digo que está un poco adelantado en el tiempo: ya piensa en los días en los que la va a llevar a hacer golf, kitesurf. Mientras tanto, piensa dejar de trabajar para estar más tiempo con ella. Algo inédito ya que trabaja mucho y lo hace de forma ininterrumpida desde los doce años”, comentó.
La gran historia de amor de Elina Costantini y Eduardo Costantini
“Siempre estoy proponiéndole aventuras para vivir la vida porque es corta y hay que pasarla intensamente”, afirma la modelo sobre la premisa que los invade a la hora de encarar la historia de amor que comenzó en 2019. A pesar de las cuatro décadas de edad que los separan, ambos lograron forjar un intenso vínculo que perduró a lo largo del tiempo.
La pareja se conoció por casualidad una tarde de lluvia, cuando mendocina ingresó al café del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA). Ella se encontraba muy concentrada en su merienda cuando alguien irrumpió en escena y quedó flechada.
Eduardo se acercó a Elina y, luego de una dulce charla que se prolongó por horas, decidieron quedar para verse otro día y continuar con sus pláticas para seguir conociendo. Todo fue tan frenético que, el 22 de febrero de 2020, poco antes del comienzo de la pandemia, se casaron en el marco de una ceremonia íntima de la que formaron parte unas 50 personas. La gran fiesta aún sigue pendiente.
“Nuestra relación está basada en el respeto y la confianza. La sociedad no ve bien que te cases con un hombre grande, pero es algo que viene desde hace años cuando las mujeres se casaban con hombres mayores. Nosotros nos acompañamos, respetamos los tiempos de cada uno y somos fuertes frente a todo lo que nos pasó. Luchamos contra viento y marea por nuestra relación”, afirma ella.
Entretanto, él define: “Elina es un crisol de colores con su inteligencia y belleza. El amor es una energía inexplicable que te invade en milésimas de segundos. En el primer momento que la vi dije que era un milagro”., cierra plenamente enamorado
