14.7 C
Buenos Aires
domingo, octubre 12, 2025

La maestra de matemática que levanta más de 300 kg y quiere volver a ser campeona mundial

Más Noticias

A las ocho de la mañana suena el primer timbre. Fátima Evangelina Ruiz Díaz está lista para arrancar su jornada. No importa si durmió poco, si se acostó a la una de la madrugada o si arrastra el dolor de una lesión. A esa hora está en la escuela, dando clases de matemáticas. A las cinco de la tarde cierra el aula, guarda su bolso, y se dirige a su segundo destino, el profesorado, donde estudia de 17.30 a 22 para poder dar clases en secundaria.

Entre medio tiene una hora y media de receso. Podría descansar, revisar apuntes, pero Fátima se dirige al gimnasio. Porque además de docente, es campeona nacional de powerlifting, un deporte de fuerza en el que se levantan kilos impensados en sentadilla, press de banca y peso muerto.

Cuando sale a las 22 de la clase, no vuelve a su casa sino al gimnasio y practica hasta pasada la medianoche. Recién ahí, cansada pero con el cuerpo firme y la mente en alto, regresa. Al otro día, lo mismo. Una rutina que desafía a cualquiera, pero que ella convirtió en su forma de vida.

Fátima Ruiz Díaz es entrerriana. Acaba de cumplir 50 años. A su edad, muchas personas comienzan a bajar el ritmo, pero ella lo acelera. “El power me descubrió a mí”, dice.

Arrancó esta disciplina hace ocho años, casi de casualidad, gracias a su entrenador Facundo, a quien ya conocía de gimnasia artística. “Vamos a fijarnos cómo están las de tu categoría”, le propuso. Y ella, al ver los números que se levantaban (130 kg peso muerto, 55 banco y 80 en sentadilla) en los torneos nacionales, se rió.

“Dije que jamás iba a poder llegar, que era imposible. Mi entrenador me dijo: ‘Entrenando todo se puede’”. Y entrenó. Primero como hobby, después con mayor ímpetu. “Siempre me gustó ser perfeccionista en lo que hago”, confiesa.

En menos de un año ya estaba compitiendo y nunca más paró. “Es muy sacrificado, porque entrenar fuerza al máximo tiene un desgaste y un desequilibrio, sobrepasa todo, la mente, el físico», explica la entrerriana, quien le trasmitió a sus hijos el amor por este deporte.

Hoy sus marcas son récords en la disciplina y superan con creces lo que alguna vez creyó imposible: 146 kilos en peso muerto, 67,5 en press de banca y 115 en sentadilla. El peso total que levanta es de 322,5 kg. “Desafías tu propio límite todo el tiempo”, asegura.

Fátima levanta 146 kilos en peso muerto, 67,5 en press de banca y 115 en sentadilla.Fátima levanta 146 kilos en peso muerto, 67,5 en press de banca y 115 en sentadilla.

La docente compite en dos categorías: Open (donde participan mujeres desde los 23 años en adelante) y Master II, aunque ahora pasará a Master III (50-54) por su edad. Y como si fuera poco, lleva tres años consecutivos consagrándose campeona nacional, lo que demuestra que su pasión, talento y disciplina no tienen techo.

En agosto, en el torneo nacional, intentó levantar 120 kilos en sentadilla y sufrió una lesión muy grave (trocanteritis). “Tengo que ir dos veces por semana al kinesiólogo a hacerme masajes. No va a ser fácil, voy a entrenar con dolor, pero yo quiero ir al Mundial, no me quiero perder esta oportunidad”, aclara la atleta de 49 años.

Este año, el Mundial se llevará a cabo en Corrientes, del 13 al 16 de noviembre. El año pasado, Fátima clasificó, pero no pudo viajar a Rusia por falta de plata. Venía de consagrarse campeona en el Mundial de Brasil en 2023 y no pudo defender el título. Ahora, con el torneo en casa, vuelve con sed de revancha y la firme decisión de demostrarle al mundo de qué está hecha.

Su realidad no está a la altura de su esfuerzo, ni del rigor con el que entrena. Cobra poco, no tiene sponsors y arrastra créditos que apenas le permiten llegar a fin de mes. “Me sobran apenas 140 mil pesos por mes para comer”, confiesa.

Y agrega: “Estoy con deudas todavía por ir al Nacional porque yo soy docente y gano muy poco. No me alcanza porque alquilo, estoy debiendo plata al banco”. El costo de la inscripción es de 200 dólares, pero hay que sumarle alojamiento, traslados y una semana de estadía previa para el pesaje.

Su entrenador no le cobra porque sabe que no puede pagarle. “Prefiero deberle al banco antes que molestar a la gente”, dice. Aún así, compite a pulmón, entrena y gana. Hace un año, viajó con su equipo en auto durante seis días entre ida y vuelta para participar del sudamericano que se realizó en Bolivia. La maestra se llevó el primer puesto y fue reconocida como la atleta más fuerte del torneo.

“El deporte tiene que estar mirado en todas sus aristas, no puede mirar solamente el profesional o el fútbol”, reclama con autoridad la mejor deportista de powerlifting del país, que recibe donaciones en el alias Copa.Mundial.FRD a nombre de Fátima Evangelina Ruiz Díaz.

Fátima Ruiz Díaz practica Powerlifting desde hace ocho años y se consagró tres veces consecutivas campeona nacional. Fátima Ruiz Díaz practica Powerlifting desde hace ocho años y se consagró tres veces consecutivas campeona nacional.

La docencia, su otra pasión

“Me gusta mucho estudiar. Soy muy feliz haciendo lo que hago. Siempre estoy con energía positiva. La escuela es mi lugar favorito y el gimnasio, mi otro lugar favorito”.

Sus alumnos la admiran. “Me dicen ‘A ver, hacé fuerza seño’”, cuenta entre risas. Pero detrás del músculo hay una filosofía de vida.

“Creo que un poco soy docente porque fui una buena deportista: el deporte me dio sentido común, de que no hay excusas. Yo quiero algo y lo consigo. Tengo un espíritu docente que convive con la deportista”, se define.

Se le eriza la piel al decirlo. Y sigue: “Cuando me pienso docente funciono como en el deporte y en el deporte funciono como la docente que soy, es como muy loco”.

Algunas amigas la tildan de loca por todo lo que hace, pero ella no se ofende. “No tengo nada para perder. Es así. Pienso entonces donde no estoy bien, me retiro. Estoy donde quiero estar y voy para adelante, no me frena nada”.

A los 50 años, Fátima Ruiz Díaz entrena con dolor, enseña con alegría y vive con una convicción inquebrantable. Por eso, cada noche, cuando vuelve del gimnasio pasada la medianoche, siente en el pecho la paz de estar haciendo lo que ama.

AS

Redacción

Fuente: Leer artículo original

Desde Vive multimedio digital de comunicación y webs de ciudades claves de Argentina y el mundo; difundimos y potenciamos autores y otros medios indistintos de comunicación. Asimismo generamos nuestras propias creaciones e investigaciones periodísticas para el servicio de los lectores.

Sugerimos leer la fuente y ampliar con el link de arriba para acceder al origen de la nota.

 

- Advertisement -spot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisement -spot_img

Te Puede Interesar...

La pregunta incómoda que el nuevo director del Servicio Meteorológico Nacional prefirió no responder

Tras el anticipo de Clarín de este sábado sobre la designación del nuevo director del Servicio Meteorológico Nacional (SMN),...
- Advertisement -spot_img

Más artículos como éste...

- Advertisement -spot_img