Con la llegada del buen tiempo, llegan también las mangas cortas y reaparecen como setas los ladrones de relojes de alta gama. Están los oportunistas, cuyo número aumenta cada temporada, y los profesionales que viajan por distintas capitales europeas en busca de las piezas de más valor.
El balance de denuncias de los últimos dos fines de semana es de una media de siete robos de relojes de lujo en las calles de Barcelona, principalmente en las de los distritos del Eixample y Ciutat Vella.
A la última víctima le robaron una pieza de 80.000 euros mientras un ladrón le agarraba por la espalda en el Gòtic
El último que se denunció fue arrancado de la muñeca de un visitante el domingo al mediodía, a la altura del número 2 de la calle Moles, en el Barri Gòtic. En este robo, la víctima denunció la sustracción de un modelo Patek Phillipe valorado en unos 80.000 euros. Los testigos y el propietario de la pieza contaron a la primera patrulla de seguridad ciudadana que se acercó que fueron dos los autores y que mientras uno le sujetaba por la espalda el otro logró arrancarle con violencia el reloj. Los ladrones huyeron a la carrera por la calle Fontanella y no fueron localizados a pesar de que se les buscó a partir de la descripción de los testigos.
La investigación, como la del resto de denuncias de robos de relojes de gama alta, la asume el grupo Titani, que está dentro de la unidad regional operativa polivalente de los Mossos d’Esquadra, ubicada en Barcelona.
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Titani se creó hace tres años ante el incremento de robos violentos de relojes de gama alta, y desde entonces asume la investigación de estas denuncias. En este tiempo ha implementado notables mejoras en su trabajo, sobre todo en todo lo que tiene que ver con los atestados que entregan al juez de guardia cuando los acusados pasan a disposición judicial.
La unidad elabora unos videos a partir de todas las imágenes que localizan del robo. Pero no se conforma con la secuencia del robo, sino que se esmera en localizar a los autores en los momentos previos y posteriores al robo. De esa manera, puede acreditar las personas que participaron en los seguimientos a la víctima, concretar el reparto de las funciones de cada uno de los integrantes de la banda y determinar cómo huyen y por dónde. Una información muy valiosa que, además de ser descrita en el atestado, el magistrado y el fiscal pueden visualizar en imágenes.
Esta información adicional, aunque implica un laborioso trabajo de búsqueda y edición, ha logrado un incremento en las órdenes de prisión de los sospechosos que son detenidos por los mossos de Titani.
En cuando al perfil de los ladrones, en lo que llevamos del 2025, la tipología se asemeja mucho a la de las mismas fechas del año pasado. Y no hay previsión de cambio. Hay una abundancia de los llamados oportunistas, aquellos ladrones que arrancan un reloj porque ven la oportunidad y que si tienen a mano una cadena , una pulsera de oro o un teléfono móvil también se los intentarán llevar.
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El otro grupo, menos abundante pero mucho más eficaz, es el de los denominados profesionales. Está compuesto por delincuentes muy especializados que viajan por las principales capitales del mundo en busca de las piezas más codiciadas, para las que llegan a tener incluso apalabrados los compradores de antemano.
El pasado marzo, el titular del juzgado 27 de Barcelona, Guillermo Benlloch, condenó a un relojero a cuatro años de prisión, de los que solo acordó cumplir las dos terceras partes, dos años y medio, a cambio de una expulsión de España y la prohibición de regresar en un plazo de ocho años.