A partir de mediados de 2024 el impacto de la ventana de producción para la cuota europea 481 fue menos significativo que en años anteriores. Hasta principios de ese año, lo usual era que los precios del ganado terminado a pasto sufrieran un descenso entre el principio y la finalización de la producción para la cuota como consecuencia de la disminución de la demanda. Esto volvió a suceder, y de forma intensa, en la ventana que está transcurriendo en estos momentos en el país.
Con el foco puesto en la producción para la cuota, con animales provenientes de corrales de engorde -ya sea de la propia industria o con contratos hechos con anticipación- la participación de parte de la demanda en el mercado spot de animales terminados en pasturas cae de forma notoria.
A pesar de esto, en los últimos trimestres no se había producido un descenso en los precios durante la ventana. Esto, porque obviamente no es el único factor que impacta sobre el mercado. Este año el mercado internacional estaba muy firme y en alza. De hecho, durante las ventanas de cuota de enero-febrero y abril-mayo de 2025, los precios mantuvieron la tendencia alcista durante la producción para la cuota.
Pero durante estas últimas semanas los precios sufrieron una caída drástica. A principios de octubre la industria pagaba en el eje de US$ 5,50 por kilo carcasa por novillos especiales de pradera; un mes después, la demanda está alineada en US$ 5,00 o pocos centavos más. El descenso en el transcurrir de esta ventana, por lo tanto, ha sido de más de US$ 40 centavos.
Lo que sucedió es que el mercado interno estaba muy recalentado, con precios de la hacienda que superaban los valores de exportación de la carne vacuna, un desequilibrio claramente insostenible en el mediano plazo. Las cotizaciones domésticas, por lo tanto, se están adecuando a los valores medios de exportación, así como también se acercan a los precios de los demás países de la región.





