Barcelona encara otra gran obra, una de las de mayor envergadura y visibilidad de entre las doscientas que la ciudad lleva a cabo ahora mismo. Es la esperada reforma de la Meridiana entre Felip II, donde finaliza la parte ya transformada desde Glòries, y Fabra i Puig. Desde este jueves y hasta el 27 de abril se llevarán a cabo los trabajos previos para modificar la movilidad rodada, que comportan, principalmente, la reconfiguración de carriles y calles del entorno y cambios en las paradas de autobús. Acto seguido se emprenderá el grueso de la actuación, que se prolongará durante 18 meses con una inversión de 26 millones de euros. Si se cumple este calendario, se finalizará en el presente mandato municipal, que acaba la primavera del 2027.
Esta intervención será la cuarta que se lleva a cabo en la Meridiana para convertir la avenida, históricamente consagrada al coche, en una vía más amable con el peatón, los ciclistas y el transporte público. Primero se actuó entre Glòries y Mallorca, una obra que finalizó en el 2019. Después, la transformación se extendió hasta Navas de Tolosa y Josep Estivill. Esta parte se completó en el 2022. Y, finalmente, se alargó hasta Felip II, hace un año. Con la fase que comienza a ejecutarse, se habrá intervenido en un total de 2,87 kilómetros lineales y una superficie de 163.300 metros cuadrados e invertido 55,8 millones de euros.
Mientras duren los trabajos el tráfico ya tendrá el esquema final: dos carriles para coches y uno para bus por sentido
La pérdida de un carril de circulación por sentido permite ampliar aceras y poner más árboles y parterres para vegetación, así como colocar una amplia vía para bicicletas y vehículos de movilidad personal (VMP) en el centro flanqueada por franjas ajardinadas. El tráfico general pasa de tres a dos carriles por sentido y el autobús mantiene uno. Este es el esquema básico. Entre Glòries y Aragó es distinto. Hay una rambla central y los coches disponen sólo uno a cada lado.
“La transformación de la Meridiana continúa”, ha celebrado la primera teniente de alcalde y responsable municipal de Urbanismo, Laia Bonet, durante una visita al punto de inicio de las obras, a la altura de Felip II. La edil ha puesto en valor lo hecho hasta ahora en la avenida. “Ha cambiado mucho, ha pasado de ser una autopista urbana a convertirse en un eje cívico y ciudadano”, ha destacado.
La reducción de espacio para el tráfico privado ha hecho que hasta 19.400 vehículos hayan dejado de circular por esta arteria. Según las últimas cifras facilitadas por el Ayuntamiento se ha pasado de los entre 60.000 y 64.000 en el periodo 2016-2019 a 44.600. “La Meridiana era una cicatriz que ahora se cose en el barrio de la Sagrera”, ha añadido la concejal del distrito de Sant Andreu, Marta Villanueva, que también ha destacado el “impacto positivo en la salud de los vecinos” del cambio.
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Siguiendo un modelo similar al de la plaza Ferran Reyes, en el tramo que se estrenó el año pasado, se creará una plazoleta central a la altura de Cardenal Tedeschini, Pegàs, Antilles y Olesa. Y entre Felip II y Garcilaso se configurará un espacio intermodal de transportes con doble carril reservado para que los buses interurbanos encochen y desencochen sin interferir en el resto de líneas y el tráfico general.
Mientras se hagan los trabajos que ahora comienzan, el esquema circulatorio ya será el definitivo de la nueva Meridiana: dos carriles para coches y uno para bus por sentido. No habrá, por tanto, cortes. Los responsables municipales no esperan que haya problemas importantes entre otras razones porque la intensidad que registra la avenida ya no es la misma. Las bicis y VMP tendrán un itinerario alternativo bidireccional por Concepción Arenal que se está habilitando.

Imagen virtual de la plazoleta que se creará en la zona de Cardenal Tedeschini, Pegàs, Antilles y Olesa
Ayuntamiento de Barcelona
Lo que sí habrá son cambios circulatorios en vías próximas a la obra. Olesa modificará el sentido (de Besòs a Llobregat) entre Garcilaso y Cienfuegos, y desde este punto hasta la Meridiana se convertirá en un cul de sac porque quedará cortada. Juan de Garay, entre Felip II y Garcilaso, será de doble sentido para facilitar la operativa de los buses. Estos cambios se realizarán la noche del 24 al 25 de abril. Las obras también obligarán a cortar Cardenal Tedeschini y Antilles, con desvíos por vías adyacentes, a partir de la noche del 28 al 29.
La afectación más importante será la de la veintena de líneas de autobuses interurbanos, que suman unas 600 expediciones diarias, que circulan por ese tramo de la Meridiana. Con las obras se anularán sus cuatro paradas de la Sagrera y una de las tres de Fabra i Puig. Se habilitará una en El Clot, se crearán seis nuevas en la Sagrera fuera de la zona de obras y otra en Can Dragó. Estos cambios se aplicarán el 28 de abril. La nueva distribución mantendrá las conexiones con el metro y Rodalies. Las líneas nocturnas de la Generalitat afectadas también se trasladarán a Fabra i Puig y a Felip II. Y las de los buses urbanos de TMB y nocturnos del AMB H8, V27, 62, 96, 126 y N3 podrán sufrir pequeños cambios a medida que avancen los trabajos.
Trinitat y Vallbona en el horizonte
Para que la Meridiana complete su reforma faltan otros dos tramos, que el gobierno del alcalde Jaume Collboni quiere impulsar. El primero es el comprendido entre Fabra i Puig y el puente de Sarajevo, el que une la Trinitat Vella con la Nova. La intervención es compleja porque el lado montaña (Nou Barris) está en una cota más alta que el mar (Sant Andreu) y bajo la avenida discurre el túnel del tren. En el anterior mandato municipal se hicieron los estudios previos y la intención es tener el anteproyecto listo en el actual para acometer la obra en el siguiente (2027-2031). El otro tramo es el que llega hasta Vallbona, entroncado con las autopistas, que es sustancialmente distinto. Sus estudios previos se pretenden redactar también en el presente mandato.