En el marco de la tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC3), la región tiene un rol protagónico para impulsar soluciones innovadoras y promover una relación con los océanos más sana, respetuosa, productiva, sostenible y equitativa, que incluya las voces de las comunidades locales.
América Latina y el Caribe es una región definida por sus océanos: cubren la mitad de su territorio (hasta el 91% en zonas insulares) y son fundamentales para la biodiversidad, la economía y la cultura regional. Sin embargo, enfrentan amenazas críticas como el cambio climático, la sobrepesca y la contaminación.
Los océanos de América Latina y el Caribe son clave para la seguridad alimentaria, el comercio global y las energías renovables, como la eólica marina y el transporte descarbonizado. Sin embargo, persisten desafíos importantes:
- 2.6 millones de empleos dependen de la pesca y acuicultura, pero el 85% corresponde a pesca artesanal, con limitado acceso a tecnología y financiamiento.
- La falta de integración regional y la contaminación marina exigen acciones urgentes.
Para superar estas barreras, la UNOC3 se ha planteado cuatro objetivos claros: establecer sistemas de evaluación de avances en conservación marina y pesca sostenible; movilizar financiamiento para proyectos de economía azul que equilibren protección y desarrollo; fortalecer la gobernanza oceánica global con acuerdos contra la contaminación plástica, acidificación y pesca ilegal; y promover la innovación científica y tecnológica para una gestión marina basada en evidencia.
Estos esfuerzos buscan transformar compromisos en acciones concretas, especialmente en regiones como América Latina, donde los océanos son vitales para la seguridad alimentaria y la resiliencia climática. La Conferencia representa una oportunidad única para alinear estrategias globales con soluciones locales, asegurando la protección de este recurso clave para las generaciones futuras.
CAF y el compromiso con la preservación oceánica
En línea con su estrategia de banco verde, CAF -banco de desarrollo de América Latina y el Caribe- anunció una inversión de USD 2.500 millones para la protección de océanos, duplicando su meta inicial de USD 1.250 millones, comprometida en 2023, que ya se cumplió. Estos recursos se destinarán a:
- Protección de ecosistemas marinos: Conservación de manglares, arrecifes de coral y áreas marinas protegidas.
- Pesca sostenible: Apoyo a comunidades costeras y transición hacia prácticas responsables.
- Economía azul: Financiamiento de proyectos en energías renovables marinas, turismo sostenible y acuicultura.
- Innovación y ciencia oceánica: Investigación para combatir la contaminación por plásticos y mitigar el cambio climático.
Este compromiso refuerza el liderazgo de CAF en la agenda climática regional, alineado con el Acuerdo de París y el Marco Global de Biodiversidad.
La voz de la sociedad civil y el camino hacia 2030
La Conferencia de los Océanos es una oportunidad para que la región ratifique su compromiso ambiental. En 2023, una consulta global impulsada por Francia y Costa Rica –»Un llamado a todas las voces del océano»– identificó prioridades clave:
- Acelerar la gobernanza oceánica.
- Evaluar el progreso de los compromisos del ODS 14.
- Planificar más allá de 2030 con metas ambiciosas.
Las 125 organizaciones no gubernamentales participantes destacaron la necesidad de financiamiento inclusivo y políticas basadas en ciencia.
Tras la COP16 en Cali, América Latina y el Caribe demostró su voluntad de ser parte de la solución climática. Los océanos son un eje central para:
- Proteger el 30% de áreas marinas para 2030 (compromiso del Marco de Kunming-Montreal).
- Movilizar inversiones en economía azul, con enfoque en comunidades vulnerables.
- Fortalecer la cooperación multilateral, integrando conocimientos ancestrales y tecnología.
La Conferencia de los Océanos debe traducirse en proyectos concretos, con el respaldo de instituciones financieras, gobiernos y sociedad civil. CAF, con su inversión histórica en océanos, marca un precedente para que la región lidere la transición hacia un modelo donde la sostenibilidad y el crecimiento económico vayan de la mano.