Quién iba a decir que una adaptación televisiva de La guerra de los mundos, la novela de H.G. Wells, se convertiría en una de las peores películas de la historia. Cualquiera que tenga acceso a Amazon Prime Video puede comprobarlo.
En Rotten Tomatoes, el sitio más popular de recopilación de críticas del mundo, tiene un 3% de calificaciones positivas. Solo hay una reseña buena entre 38 (al día de la fecha de publicación de este artículo). El crítico de Entertainment Weekly que rompió una lanza por la película dijo que es “estúpida, pero divertida”.
Dirigida por el experto en videoclips Rich Lee (su ópera prima en cine) y escrita por Kenny Golde y Marc Hyman, esta adaptación libre de la famosa novela de invasiones extraterrestres de 1898 adopta una perspectiva diferente a todo lo que se haya hecho antes sobre la obra. Tanto en su tema como en su puesta en escena.
En ese sentido, Prime Video y Lee repiten un gesto que ya había tenido el cineasta Orson Welles en 1938, cuando llevó la historia al radioteatro. Solo que en ese caso el resultado final produjo el efecto deseado.
Una invasión… diferente
El protagonista de La guerra de los mundos es Will Radford (Ice Cube), un analista de ciberseguridad que trabaja para el gobierno de Estados Unidos rastreando amenazas a la seguridad nacional.
Al tema, que de por sí ya tergiversa los hechos del relato, se le suma que está desarrollado en su totalidad desde un punto de vista poco frecuente: el de un personaje frente de una computadora.
Trailer de La guerra de los mundos (2025), la adaptación de la novela de H.G. Wells disponible en Amazon Prime Video
En plano solo se ven la pantalla de un ordenador y a Cube hablando, tecleando y usando el cursor.
Screenlife: películas en computadora
Este formato es conocido en el mundillo audiovisual como screenlife, o simplemente «película de pantalla de computadora». En sus exponentes, la mayor parte de la historia transcurre en una pantalla, ya sea la de una PC o la de un teléfono inteligente (o dispositivo similar).
The Den, estrenada en 2013, es considerada una de las predecesoras del boom actual, que terminaría estallando con Eliminar amigo, en 2014, y Searching, en 2018. Esta última tendría secuela en 2023: Missing.

El impulsor del formato es el ruso-kazajo Timur Bekmambetov, director de películas comerciales como el último remake de Ben Hur, Se busca o Abraham Lincoln: Cazavampiros, pero también productor de las ya mencionadas Eliminar amigo y Searching.
Bekmambetov afirma que el screenlife no es un género cinematográfico (hay películas screenlife de comedia, terror o romance), sino un formato narrativo primo del metraje encontrado o falso documental.
Según él, las reglas para que una película sea un screenlife son:
- La historia debe desarrollarse en una pantalla específica, nunca salir de ella, y el trabajo de cámara debería parecerse al comportamiento de la cámara del dispositivo.
- Toda la acción debería ocurrir en tiempo real y todos los sonidos deberían originarse en la computadora.
- Solo muestran el escritorio de una computadora o teléfono y las acciones del protagonista en esos dispositivos.

Estas películas acostumbran a tener tiempos de rodaje muy cortos y etapas de postproducción muy largas. Suelen crearse con la utilización de una cámara GoPro y softwares de grabación de pantalla que simulan el trabajo de una cámara.
A sabiendas del éxito de su receta, Amazon recurrió a Timur para que produjera su versión de La guerra de los mundos. Fue una apuesta arriesgada que podía fallar… ¡Y falló! Malos efectos, malas actuaciones, mala narración: no respeta los ABC de los éxitos ni de autor ni comerciales.
La guerra de los mundos es un screenlife alterado por la pandemia. El proyecto pedía que no hubiese contacto entre los actores y actrices y el corte final, más allá de que su calidad artística pocos días después fue carnada de innumerables memes, no deja de ofrecer algo distinta…