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Quito, 26 feb (EFE).- La Organización Latinoamericana de Energía (Olade) propune la incorporación de los biocombustibles de bajo carbono en América Latina y el Caribe como una solución «clave» para la descarbonización de sectores críticos y con el objetivo de «liderar» la transición energética gracias a «su abundante potencial» en la región.
Este organismo dedicado a la cooperación, coordinación y asesoría técnica de sus países miembros en el sector energético apuntó, en una reciente nota técnica, que Latinoamérica se encuentra en una «posición estratégica» para el desarrollo de este tipo de combustibles, por su abundancia de recursos naturales y humanos y por «la experiencia consolidada en el sector agropecuario».
Desde la Olade, que tiene su sede en Quito, señalan que el uso de esta fuente de energía en diferentes sectores productivos podría ser una solución «clave» para la descarbonización del transporte terrestre, aéreo y marítimo, en los que «la dependencia de los combustibles fósiles aún es alta».
«Su compatibilidad con la infraestructura energética y de transporte existente, sin necesidad de realizar modificaciones significativas en motores o sistemas de distribución, posiciona a los biocombustibles como una alternativa viable técnicamente e inmediata para combatir el cambio climático», argumentó el organismo internacional.
Así mismo, la Olade indicó que la producción de este tipo de combustible «genera beneficios ambientales y socioeconómicos importantes», además de impulsar el desarrollo rural, la creación de empleo, dinamizar la economía agrícola y fomentar la innovación tecnológica.
Como ejemplo de estas prácticas, desde la Organización destacan el papel de Brasil como líder regional con una producción de biocombustibles que llegó a alcanzar el 25 % del nivel mundial en 2023, lo que representó un 93 % del total producido por los países de América Latina y el Caribe.
A pesar de las oportunidades que presenta esta fuente de energía, la Olade subraya que su implementación en la región puede presentar «diversos desafíos» como la baja densidad energética de la biomasa, la dispersión geográfica de los recursos, la competencia por el uso del suelo o la falta de políticas públicas robustas.
«Sectores de difícil descarbonización, como el transporte aéreo y marítimo, requieren soluciones tecnológicas avanzadas e innovadoras que demandan mayores inversiones y cooperación internacional», comentó el organismo en su nota técnica.
La Olade también apuntó que lograr una huella de carbono neutra en el sector energético de América Latina y el Caribe para 2025 requerirá aumentar hasta en un 360 % la producción de biocombustibles líquidos respecto a los niveles de 2023, cuando se alcanzaron un total de 172.990 de metros cúbicos en los países de la región.