(ADN).- Las entidades rurales de Chubut, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz, Tierra del Fuego y el sur de Buenos Aires, agrupadas en la Mesa Patagónica, emitieron un comunicado en el que manifestaron su preocupación y firme postura en defensa del estatus sanitario de la región.
La manifestación ocurrió después de la reunión en Buenos Aires donde participaron autoridades nacionales, del SENASA, ministros de Producción de todas las provincias patagónicas y representantes de la Mesa de Enlace. El eje fue la posible modificación de la resolución 180/25, que plantea cambios en la barrera sanitaria que protege a la región libre de aftosa sin vacunación. como el ingreso carne con hueso desde el norte a la región.
“Celebramos la apertura al diálogo por parte del Gobierno, al mismo tiempo que reiteramos la necesidad y predisposición para reunirnos en cuanto seamos convocados, ya que somos nosotros, los productores patagónicos, quienes tenemos el pleno conocimiento de la situación y somos directamente afectados por la medida en estudio”, expresaron en la Mesa Patagónica.
Además, destacaron el gesto de Sergio Iraeta, secretario de Agricultura, quien se comprometió a revisar la resolución en cuestión. “Valoramos la actitud del secretario de pasar a revisión la resolución 180/25”, indicaron la Asociación Rural de Tierra del Fuego, la Federación de Instituciones Agropecuarias de Santa Cruz, la Federación de Sociedades Rurales de Chubut, la Federación de Sociedades Rurales de Rio Negro, la Sociedad Rural de Neuquén y las Sociedades Rurales del sur de la provincia de Buenos Aires.
Las entidades también hicieron hincapié en el acompañamiento que tuvieron por parte de los gobiernos provinciales: “Aplaudimos la firmeza unánime de las autoridades provinciales de toda la Patagonia en la defensa del status sanitario logrado gracias a años de trabajo conjunto”. Asimismo, agradecieron “el apoyo manifestado por las entidades rurales unidas en la Mesa de Enlace Nacional”.
La resolución en cuestión había generado inquietud entre los productores del sur por su potencial impacto en los protocolos que hasta hoy aseguran que la Patagonia sea una zona libre de fiebre aftosa sin vacunación, lo que le permite acceder a mercados internacionales con mayores exigencias sanitarias, como Japón.
En esa línea, Cecilia de Larminat, presidente de la Sociedad Rural de Neuquén, enfatizó que la Patagonia ha hecho un trabajo conjunto de más de 20 años entre productores y gobiernos provinciales para lograr este reconocimiento internacional como zona libre de aftosa sin vacunación.
“No queremos arriesgar lo logrado por alguna medida comercial puntual y coyuntural. Por eso pedimos que se revise y se den garantías concretas y actualizadas sobre sus potenciales efectos. No nos oponemos al comercio ni a la competencia, pero si ésta se da en igualdad de condiciones sanitarias», remarcó en diálogo con el diario La Nación. “Por eso insistimos en proponer que se trabaje en un plan integral y progresivo para lograr alcanzar este máximo status para todo el país. De esa manera, daríamos un mensaje de seriedad y confianza a nuestros compradores y se beneficiaría toda la cadena ganadera argentina. Esta medida cae en el peor momento, ya que estamos en plena zafra del ternero, apurados por el invierno que se nos viene (y en la Patagonia el invierno es cosa muy seria) y ya el daño en el mercado de hacienda regional es enorme, con bajas significativas en los precios, sin que eso se traduzca en baja de los cortes en las góndolas», añadió.
Fue así que la Mesa Patagónica propuso una salida alternativa: avanzar con un proyecto nacional para elevar el estatus sanitario sin perder lo ya conseguido. “Proponemos trabajar juntos en un plan integral serio que mejore progresivamente el status sanitario a nivel país hasta llegar a una Argentina libre de aftosa sin vacunación”, afirmaron.
Y remarcaron que este objetivo permitiría “lograr las mejores condiciones sanitarias, comerciales y estratégicas para todos los productores argentinos, siempre avanzando y nunca retrocediendo sobre lo ganado”.
Por último, rechazaron “cualquier modificación en las condiciones de la barrera sanitaria, por mínima que sea, sin contar previamente con las garantías concretas, actualizadas y específicas que surjan de las consultas formales a todos los países clientes de la Patagonia”, tal como se comprometieron las autoridades en la reunión del 14 de abril.
Juan Goya, dirigente de la Sociedad Rural de Esquel, recordó la “gran y desagradable sorpresa” que causó la medida del SENASA porque en la reunión en enero que habían tenido con la gente del área de Agricultura les habían asegurado que no estaban pensando en una normativa de ese tipo. “Y en marzo salió esta resolución, aunque al mediodía se dispuso la suspensión por 90 días, plazo que está corriendo. Solo ha habido una reunión y los patagónicos no estuvimos presente: necesitamos explicar bien los problemas sanitarios que esto acarrea y las consecuencias comerciales”, dijo.
“Las decisiones que tomó el SENASA son contradictorias porque, por un lado, ha dispuesto a mantener la doble vacunación porque hay riesgo por la aparición de aftosa en varios lugares del mundo; y por otro dispone el ingreso de carne con hueso a la Patagonia. No es compatible una idea con la otra, se están contradiciendo. Han venido a romper con la normalidad del mercado local, justo en la zafra de terneros, sumado a que el precio de la carne en la Patagonia no es un problema de oferta: carne sin hueso ingresa todo el tiempo, un 70% de la carne que consumimos es sin hueso que viene del norte de la barrera. Les ha faltado información y consenso. Esperamos que esta medida se revierta en el marco de un plan de aftosa rediseñado. Lo normal es que de las zonas sin vacunación se vaya subiendo hacia el norte del país”, insistió el dirigente.