Por: Roberto Garrone
Así como Mar del Plata fue siempre, en materia pesquera, un puerto merluzadependiente, la industria de tierra ligada al reproceso de esa captura tenía a Brasil como el principal clestino de las exportaciones. Hoy ambos escenarios implosionaron.
Aunque hay muchos factores, principalmente por la política económica que aplica el gobierno libertario de pisar el dólar y erosionar hasta su desaparición la competitividad de las empresas exportadoras y la devaluación del real que encarece aún más el pescado que llega de Mar del Plata.
Lo que vemos esos días con el florecimiento de conflictos laborales en el puerto de Mar del Plata es la consecuencia directa que los eslabones productivos ya no pueden incrementar sus costos de producción.
Igual, el frigorífico 14 de Julio y sus 92 trabajadores efectivos están más cerca de acordar que lo que muestra el grupo de prefectos de la brigada antibloqueos con sus escudos y bastones en las inmediaciones de Acha al 900.
La última oferta presentada por el abogado de la empresa el jueves por la mañana en la última audiencia, implicaba el pago del retroactivo en dos cuotas durante febrero y marzo, con la chance de sumar un punto más y llegar al 15% para cerrar la paritaria 2024.
En el gremio pedían que el frigorífico se amolde a lo firmado por CaIPA y más allá de no estar homologado, es lo que ha venido rubricando la empresa en estos últimos años, como lo han firmado el resto de las empresas.
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Las imágenes de la represión en “Cañamar”, la cooperativa al servicio de la familia La Bella, persuadieron a todos los que pensaban pagar el 1% en mejorar la propuesta. Nadie quiso repetirlas por estos días. Mucho menos 14 de Julio.
Haber llegado hasta acá, con dos semanas de inactividad en la planta, con protestas donde manda a envasar pescado, con bloqueos frente al sitio donde congela su materia prima y la de terceros y teniendo que llamar a los prefectos cada vez que un camión quería atravesar el ingreso de Armadora Patagónica, parece un mensaje al resto de la industria.
Que aún con todas estas consecuencias, sirva para que otros se planten a lo que firma CaIPA con un delay de más de 100 días de retroactividad.
“Si hubiesen ido reajustando todos los meses por el IPC no llegaban a esta situación. Esperaron cinco meses para avisar que no podían pagar; jugaron con las necesidades de la gente”, reprochan en el gremio.
El gobierno nacional sigue como mirando para otro lado mientras la industria tambalea. Este jueves se lo espera a Lopecito en el Foro PescAR. El título de su disertación ya es toda una contradicción en su año de gestión: “Regulación y supervisión: el rol del Estado”.
Sobre regulación…, ¿contará del turbio proceso de reasignación de CITC de merluza y merluza negra?; ¿dará detalles de su convocatoria a prestar declaración en los tribunales de Mar del Plata como Tony, su operador todo terreno, entre otros, por el pago de coimas?
Seguro que se olvida del impuestazo aplicado con el DUE para las principales especies y la exclusión del sector para la rebaja en los derechos de exportación. Para resumir las tareas de “supervisión” bien podría presentar una hoja A4… en blanco.
La cuerda de la cadena de pagos luce tan tensa en Mar del Plata que no faltará mucho para que suelte nuevas empresas y nuevas víctimas laborales. “Me pagaron merluza con cheques a mayo”, se quejaba un armador en la semana. La buena es que las empresas de estiba congelaron el reajuste previsto para marzo.
Las estadísticas de CAPECA esta semana mostraron de manera tangible el derrumbe del negocio de la merluza. Las ventas a Brasil, principal destino del filet de merluza interfoliado cayeron 31% y el precio declarado roza los 3 mil dólares.
En el mercado interno pueden vender a mejor precio pero el consumo cayó por abajo del de la carne vacuna y quienes producen en blanco y con empleados registrados deben competir con un circuito negro desde la captura, la venta, el reproceso y la llegada a las pescaderías. “Supervisión”… que risa
Pero hay un dato más alarmante que no asoma en el cuadro estadístico sino que llega del país vecino. El cultivo de Tilapia, una especie que compite con la merluza a un menor precio, se duplicó el año pasado y gana terreno en el consumo interno. Al revés del filet de hubbsi que con la devaluación del real se encarece.
Desde la Consultora Celag presentaron esta semana un informe sobre los precios en Brasil y Argentina y el dilema del dólar barato. “Comparando precios Argentina es un 85% más cara que Brasil en dólares y se necesitaría un dólar a 1.671 pesos para igualar los precios de los dos países”, revela Guillermo Oglietti.
“Este desajuste explica, en gran parte, el derrumbe del comercio exterior. En enero de 2025, las exportaciones argentinas al país vecino cayeron un 10%, mientras que las importaciones desde Brasil aumentaron un 40%. El déficit comercial con Brasil se quintuplicó en un mes, pasando de -87 millones de dólares en diciembre a -441 millones en enero”, resumió
Para la pesca marplatense hay cosas peores que la no venta… Quedar retenido en frontera por las barreras para arancelarias que comenzaron con Bolsonaro y el gobierno de Lula no eliminó del todo. Fundamentalmente afectan a filet de merluza y los cuestionamientos son idénticos: nivel de parásitos y PH. Pero la industria tiene tantos frentes internos abiertos que el proteccionismo brasileño pasó a ser un problema periférico.
Pero sin ningún nuevo reclamo oficial –en qué habrán quedado las objeciones que hizo el sector, acompañado por la Subsecretaría de Pesca a la nueva Ordenanza que regulaba el ingreso de pescado congelado al Brasil- los rechazos se extienden hacia otras especies.
Hace un par de semanas a Delicias Marinas le devolvieron una carga de filetes de anchoíta envasados al vacío porque, supuestamente, venía con 1º más de temperatura que el máximo permitido.
Buen domingo
Foto: Que Digital
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