
Barcelona
Fuentes del Institut Metropolità del Taxi (Imet) confirmaron este martes a La Vanguardia que entre el 14 de febrero y el 1 de marzo los diferentes cuerpos policiales inmovilizaron hasta 432 coches de alquiler con conductor también conocidos como VTC. Hablamos de los vehículos cuyos conductores acostumbran a emplear las aplicaciones de Uber, de Cabify o de Bolt para captar a sus clientes.
Estas inmovilizaciones fueron realizadas por agentes de los Mossos d’Esquadra, de la policía portuaria y de las correspondientes policías locales. Este diario ya informó este fin de semana de que durante las mismas fechas, únicamente en el termino municipal de Barcelona, un dispositivo de la Guardia Urbana mandó al depósito hasta 98 vehículos.
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La mayor parte de las infractores carecían del correspondiente doble permiso que las administraciones requieren a estos conductores para poder prestar sus servicios en el área metropolitana de Barcelona. Para poder recuperar sus vehículos tendrán que abonar una multa de más de 4.000 euros.
“Hablamos en verdad de una gran multa al sector de las VTC de cerca de 1.700.000 euros -celebra Alberto Álvarez, alias Tito, de la asociación Élite Taxi-. En una reunión mantenida con Mossos d’Esquadra, Guardia Urbana de Barcelona, el Departament de Transports, la Policía Portuaria y el Imet nos confirmaron que los redoblarán los controles una vez concluya el Mobile World Congress”.

Otro coche VTC retirado por la grúa
LV
Estos días los propietarios de las licencias VTC denuncian que el Govern está ultimando una una nueva ley del transporte de viajeros en vehículos de menos de nueve plazas que a la postre supondrá la desaparición de su sector. De hecho esta patronal ya convocó un paro de todos sus conductores en la jornada inaugural del Mobile y tiene previsto montar una marcha lenta por las calles del centro de Barcelona el día 11.